Pedro Estacio
Para los progresistas y revolucionarios latinoamericanos, la burbuja de la ilusión que han tenido con el presidente Barack Obama y su tren ejecutivo les acaba de reventar en la cara con el terrible caso de Honduras.Con todas las personas con las que conversamos, no es secreto lo que acaba de ocurrir, es decir, que al presidente legítimo de ese país, Mel Zelaya, lo han sabido engatusar muy bien, tanto que le impusieron la mediación y encima de eso, a Oscar Arias, un premio Nobel de nuestra geografía latina muy tambaleante en su accionar.Estaba visto que quienes auspician la globalización del capitalismo a ultranza, no se iban a quedar quietos frente al avance contundente del nuevo modelo de integración y complementación y de gran alcance social y muy solidario que exhibe hoy día la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA y que ha permitido apoyar a naciones con más dificultades en esta crisis capitalista.Como todo esto –lo político, económico y militar- está tan mezclado y articulado por diversos intereses, no podíamos esperar algo menos como lo ocurrido en la pequeña nación centroamericana.Para nadie es secreto –lo he escrito en varias ocasiones- la industria militar estadounidense es un negocio poderoso, con muchos accionistas, particularmente de la derecha más reaccionaria del mundo, que vive de los conflictos.Y eso es muy fácil averiguarlo, basta con preguntarle a cualquiera de los miles de soldados de ese país, quienes hacen los uniformes que visten, los fusiles, las pistolas, las granadas, las bombas lacrimógenas, los vehículos de transporte, los tanques de guerra, los jeeps, los diversos proyectiles que utilizan y pare de contar. Todo eso viene de la industria militar estadounidense.A lo anterior debemos añadir detalles muy significativos, como que es muy poco lo que se produce en la conocida nación, casi todo es importado y la oligarquía conservadora de extrema derecha es la dueña de los negocios, los medios de comunicación y tienen controlado los poderes militar, judicial y legislativo.Ante el avance del ALBA, los hombres de la derecha estadounidense representada en las transnacionales, EL Pentágono y la Compañía, decidieron actuar por lado, aparentemente, más débil que tiene Centroamérica, como ha sido Honduras. No debe ser olvidado que esa nación sirvió de base para todas las operaciones Irán-Contras, El Salvador, Nicaragua, Panamá y no sabemos cuantas cosas habrán sido planificadas en dicho territorio y de hecho, hay dos bases militares estadounidenses en ese país.Tampoco podemos dejar de pensar, que deben estar invirtiendo una gran millonada de dólares para impactar a todas las naciones que deciden seleccionar un camino distinto al de la especulación capitalista y, por eso, es obvio que igualmente financian en Venezuela a una gran cantidad de personas para intentar deshacerse de la revolución bolivariana, con la gran diferencia –para ellos- que este es un país que se ha paseado por sus guerras desde su creación como nación, asunto que parecen haber olvidado quienes desde su propia nación conspiran contra ella como la conocida oposición venezolana.
jueves, 9 de julio de 2009
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