Asalia Venegas S.
Los grupos derechistas de Honduras que dan el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya han venido avanzando. Es una estrategia típica de la urdimbre de la CIA. Desde mediados del siglo XIX se perfiló la penetración de Estados Unidos en nuestros territorios, abierta o encubierta, pero siempre para intervenir en nuestros asuntos y controlar estas economías. Este es un problema político e ideológico donde el hegemón imperial diseña una forma para desmantelar la avanzada de los pueblos del continente liderados por los procesos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, por supuesto Cuba y agregamos a Argentina y Brasil. Hacer que esta estrategia resulte exitosa es vital para los intereses del imperio. Bajo un manto de "civilidad" se encubren los más oscuros intereses de los latifundistas, el clero y el derechizado ejército hondureño. Uno de los países más pobres del continente ha sido seleccionado para "ensayar" esta modalidad de golpe de Estado. "Yo doy el golpe, secuestro al presidente constitucional y lo expulso, instauro una dictadura, suprimo todos los derechos, suspendo garantías constitucionales, impongo el toque de queda; arremeto contra la población civil"; y luego digo que el culpable es el otro, que robó, dilapidó, violó leyes y un largo etcétera que nadie cree. Exaspera, más no sorprende, la actitud del gobierno gringo con relación a Honduras. Algunos olvidan lo que ha significado el territorio hondureño para la ambición imperial y su guerra contra El Salvador (FFMLN) y el Ejército Sandinista de Liberación de Nicaragua. Fue utilizado siempre como bolsón de playa. La Base Militar de Palmerola o Soto Cano, ha sido base de operaciones de USA contra los revolucionarios de Centroamérica. Estos golpistas, a 14 días del hecho, dan el zarpazo ahora contra Telesur, que ha sido una luz en la tiniebla informativa en que quedó sumido aquel pueblo. No podía faltar la arremetida contra los periodistas de VTV, cubriendo en la misma línea informativa de develar la verdad. Agresión y hostigamiento hubo desde el principio contra estos reporteros, a quienes les habían ya incautado sus equipos. El mundo espera por una coherente respuesta de Obama. ¡Silencio! ¡El pueblo hondureño reclama el regreso de su Presidente!
Periodista / Prof. universitaria
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