¿Quién hubiera imaginado que en el año 2008, Rusia tendría presencia militar en las aguas del caribe, países latinoamericanos estarían en una confrontación hostíl con los Estados Unidos de Norteamérica y la sociedad humana estaría realizando una carrera con la naturaleza para ver quien destruye la planeta Tierra más rápida: las tormentas naturales o las tormentas de guerra?
Pués, a pocos días de la tensa confrontación entre Rusia y Estados Unidos sobre la situación en Georgia, llegaron los aviones TU-160, bombardeos rusos, a territorio venezolano, para realizar maniobras militares conjuntamente con las Fuerzas Armadas Bolivarianas. La reacción pública de Washington fue cínica – el vocero del Departamento de Estado declaró que ellos estaban dispuestos a "escoltar los aviones TU-160 de vuelta a Rusia si no salieran en su tiempo previsto" - pero dentro del Pentágono, se activaron los códigos para preparar la defensa y el poder militar que Estados Unidos mantiene en la región. En este ocasión, no hubo razon para que Estados Unidos "escoltaran" los aviones rusos a su hogar, se fueron justamente el 18 de septiembre pasado, pero pronto llegará una flota rusa con otros aviones de combate que participarán en maniobras militares junto a la armada bolivariana.
La invitación de Venezuela a Rusia para traer una pequeña muestra militar a este hemisferio no es exagerada, ni reaccionaria. Desde el aõ 2006, Washington ha estado aumentando su presencia militar en América Latina, más que todo en las bases que estan ubicadas en Colombia, la región andina, y el Caribe. Curiosamente, la base que más ha mantenida la presencia y la inversión estadounidense durante los últimos años esta en la pequeña isla de Curazao, a pocos kilómetros de la costa venezolana. Washington abrió su base aerea en el aeropuerto internacional de Hato en Curazao en el año 1999, junto con una seria de bases en la isla vecina Aruba, en El Salvador y en Manta, Ecuador. Estas bases, que se llamaban "FOLS" (Foward Operating Locations), eran supuestamente la respuesta del cierre de la base Howard en Panamá, para que Washington pudiera continuar su "lucha" contra el narcotráfico en la región. Se justificó la cantidad de bases diciendo que eran pequeñas, operativas y en lugares más lejanas para poder cubrir más territorio con los satelites y el monitoreo aereo (leáse, espionaje). Eran contratos de 10 años que realizó Washington para operar las FOLS en los países e islas respectivas. Cuando Rafael Correa ganó la presidencia en Ecuador durante el 2006, anunció que su gobierno no renovará el contrato para mantener la base de Washington en Manta. Esto causó una reacción severa del Pentágono, y aparte de activar los planes de desestabilizació
Las buques de guerra, portaaviones y submarines nucleares estadounidenses y de los países de la OTAN que han traspasado por las aguas del caribe durante el último año y medio sobrepasan la cantidad que han venido a esos aguas durante los diez años anteriores. Durante los años 2006 y 2007, Washington declaraba que su inesperada y notable incremento en presencia militar en la región era simplemente para participar en maniobras – ejercicios militares rutinarios. Pero en el 2008, lo que eran solo "ejercicios" se convertieron en el verdadero juego de guerra. En Febrero del 2008, el Pentágono lanzó la Operación "Enduring Freedom" Caribe-Centro América, enviando un batallón de fuerzas especiales a la zona para responder a potenciales "amenazas terroristas" en el hemisferio. Al mismo tiempo, el gobierno de George W. Bush anunció que estaba estudiando colocar a Venezuela en la lista de "estados terroristas"
Sus metódos de golpe de estado, sabotaje económico, guerra psicológica, intervención electoral, desestabilizació
Estados Unidos de Norteamérica han perdido su dominación y control sobre la región – una zona que antes clasificaba como su "patio trasero". Esta pérdida es un golpe duro al "imperio" del norte. Además del golpe a su orgullo como un superpoder, la independencia latinoamericana pone en duda el suministro y la garantía de los recursos naturales necesarios para la mera existencia del modelo estadounidense. De no controlar las reservas petroleras de Venezuela y las economías de los países suramericanos, Estados Unidos entrarán en una crisis financiera y social muy grave – más de lo que ya esta sucediendo allá. Entonces, Washington reacciona con su arma más poderosa – su poder militar, que es lo más fuerte del mundo entero.
Desde la crisis de misiles entre Cuba-Washington-
Los planes de magnicidio contra los Presidentes Chávez y Morales intensificará
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