La semana pasada fue testigo de grandes acontecimientos que denotan un acelerado cambio en la geopolítica mundial.
El presidente de los EEUU, admitió públicamente que su país se encuentra en medio de una grave crisis financiera, echando por tierra la afirmación impuesta al mundo, “el mercado lo arregla todo”, dentro de un devastador Sistema Capitalista en el cual el Estado – Nación, debía desaparecer en función del mercado omnipotente.
Hoy presenciamos una espantosa caída en la economía más grande del mundo, santuario del capitalismo y su más acabado subsistema el neoliberalismo, que además fue repartido e impuesto a gran parte del planeta al cual arrastrará a la miseria y caos.
Esta crisis fue precipitada por la administración Bush; caracterizada por su acción bélica y terrorista; que trajo como consecuencia que para el segundo semestre de este año la deuda pública de su país ascienda a 9,7 millones de millones de dólares, como resultado de una carrera guerrerista e invasionista desde el 2002,en el cual su política fue “EEUU y su sistema profundizado, contra el mundo y para el mundo”.
Sin embargo, desde 1999 se comenzaron a echar las bases en Venezuela, país en el cual despertaba la historia que había sido condenada y declarada en su fin, despertaba un nuevo sistema, un nuevo modelo relacional; sobreponiendo lo social y político a lo económico, con mirada al continente hermano y al mundo, en la búsqueda de la diversificación, el multilateralismo, la soberanía de los pueblos, la igualdad el respeto que resultará en un equilibrio universal persiguiendo
Su independencia internacional política.
Mientras el presidente norteamericano declaraba ante el mundo el fracaso del gran sistema mundial; el presidente Venezolano, realizaba una gira de máximo nivel geopolítico y estratégico por China, Rusia, Francia y Portugal, en fiel cumplimiento a los lineamientos de nuestra Política Exterior Bolivariana, que persigue el logro de los grandes fines nacionales, regionales y de equilibrio universal.
Los resultados de esta gira evidencian el logro del desarrollo de la Diversificación Relacional, que ha venido eliminando desde los albores del siglo XXI, la maligna unidireccionalidad histórica que trajo como consecuencia el dominio, la explotación y el atraso; esta diversificación en desarrollo fortalece nuestra soberanía, seguridad y desarrollo integral, lo cual no fue posible teniendo el 80% de la exportación total del principal rubro,destinado a un solo consumidor imperialista y mezquino, que no transfirió jamás tecnología alguna; esta diversificación fortalece la pluripolaridad, o múltiples polos en el mundo y el desarrollo de un gran polo en Latinoamérica, pues, los logros van más allá de la bilateralidad de acuerdo a la Política Exterior Venezolana que está concebida en términos regionales hacia el mundo, conforme al pensamiento Bolivariano; ejemplo de ello, es el inicio del acuerdo por parte del presidente Venezolano, para lograr una relación China – Alba. Mientras se hunde la arquitectura del mundo occidental, se desarrolla un innovador sistema financiero y relacional iniciado desde Venezuela y fortalecido por los pueblos del continente latinoamericano.
Mientras muere el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, nace y se fortalece el Banco del Sur, el Banco del ALBA, Banco Venezolano – Ruso, el Fondo Estratégico Chino – Venezolano, el Consorcio Venezolano – Ruso que une al más grande potencial en reserva de gas y al más grande potencial en reserva de petróleo del mundo, todos estos mecanismos nos protegerán y enfrentarán la crisis financiera actual surgida desde EEUU.
Mientras todo lo anterior pasaba en China y Europa, pudimos presenciar en Nueva York la celebración de la Sexagésima Tercera Asamblea General de la ONU; en la cual el punto común fue un discurso a cargo de los presidentes progresistas de nuestro continente, exigiéndole a este órgano la renovación y revisión de sus estructuras ineficientes e incapaces, y una gran reflexión ante la crisis mundial que presenciamos, llamando a los responsables por su nombre, utilizando en conjunto esta Asamblea como trinchera de nuevos tiempos.
Al mismo tiempo, se efectuaba un referendo constitucional con éxito rotundo, para darle base y fuerza a los grandes cambios que lidera desde hace 2 años el pueblo ecuatoriano en unísono con el Venezolano, Boliviano, Nicaragüense, Argentino, Brasileño, entre otros; en la búsqueda de la transformación del Estado, del sistema reinante y del nacimiento de un nuevo modelo, el modelo Latinoamericano.
En esa misma semana se celebró en Venezuela la VII Cumbre Social por la Unión Latinoamericana y Caribeña; el foro más importante en el enfoque progresista de los pueblos que busca la integración e inclusión social.
Todos estos grandes acontecimientos que denotan el desarrollo de una Revolución Continental desde el Caribe hasta la Patagonia, ante un mundo en crisis, fue antecedido por la actuación de UNASUR, organismo regional conformado por 12 países y que a su corta existencia de cuatro meses ya produjo de manera contundente y a tiempo, una declaración de apoyo internacional a Bolivia ante un inminente golpe de Estado y prácticas genocidas por la derecha, todo ello ante el silencio e inactividad de la OEA, organismo al cual desplazará más temprano que tarde; porque estamos dispuestos; al fortalecimiento de la integración y unión Sudamericana, a resolver el problema de la pobreza, la exclusión, la desigualdad, a saldar la deuda social con nuestros pueblos, a lograr el respeto a la soberanía, a la integridad e inviolabilidad territorial con solidaridad y fraternidad, y estos son principios fundamentales de UNASUR.
En Latinoamérica con el desarrollo de esta nueva geopolítica, no hay espacio para el capitalismo, pues por este continente se mueve y forma un nuevo mundo de sistema socialista, que se inició en Venezuela y que hoy enfrenta un desafío infinito como esperanza para todos; es el cambio de la historia en manos de los pueblos; de los pueblos Latinoamericanos.
(*)Abogada e Internacionalista
YPA2008@hotmail.com
El presidente de los EEUU, admitió públicamente que su país se encuentra en medio de una grave crisis financiera, echando por tierra la afirmación impuesta al mundo, “el mercado lo arregla todo”, dentro de un devastador Sistema Capitalista en el cual el Estado – Nación, debía desaparecer en función del mercado omnipotente.
Hoy presenciamos una espantosa caída en la economía más grande del mundo, santuario del capitalismo y su más acabado subsistema el neoliberalismo, que además fue repartido e impuesto a gran parte del planeta al cual arrastrará a la miseria y caos.
Esta crisis fue precipitada por la administración Bush; caracterizada por su acción bélica y terrorista; que trajo como consecuencia que para el segundo semestre de este año la deuda pública de su país ascienda a 9,7 millones de millones de dólares, como resultado de una carrera guerrerista e invasionista desde el 2002,en el cual su política fue “EEUU y su sistema profundizado, contra el mundo y para el mundo”.
Sin embargo, desde 1999 se comenzaron a echar las bases en Venezuela, país en el cual despertaba la historia que había sido condenada y declarada en su fin, despertaba un nuevo sistema, un nuevo modelo relacional; sobreponiendo lo social y político a lo económico, con mirada al continente hermano y al mundo, en la búsqueda de la diversificación, el multilateralismo, la soberanía de los pueblos, la igualdad el respeto que resultará en un equilibrio universal persiguiendo
Su independencia internacional política.
Mientras el presidente norteamericano declaraba ante el mundo el fracaso del gran sistema mundial; el presidente Venezolano, realizaba una gira de máximo nivel geopolítico y estratégico por China, Rusia, Francia y Portugal, en fiel cumplimiento a los lineamientos de nuestra Política Exterior Bolivariana, que persigue el logro de los grandes fines nacionales, regionales y de equilibrio universal.
Los resultados de esta gira evidencian el logro del desarrollo de la Diversificación Relacional, que ha venido eliminando desde los albores del siglo XXI, la maligna unidireccionalidad histórica que trajo como consecuencia el dominio, la explotación y el atraso; esta diversificación en desarrollo fortalece nuestra soberanía, seguridad y desarrollo integral, lo cual no fue posible teniendo el 80% de la exportación total del principal rubro,destinado a un solo consumidor imperialista y mezquino, que no transfirió jamás tecnología alguna; esta diversificación fortalece la pluripolaridad, o múltiples polos en el mundo y el desarrollo de un gran polo en Latinoamérica, pues, los logros van más allá de la bilateralidad de acuerdo a la Política Exterior Venezolana que está concebida en términos regionales hacia el mundo, conforme al pensamiento Bolivariano; ejemplo de ello, es el inicio del acuerdo por parte del presidente Venezolano, para lograr una relación China – Alba. Mientras se hunde la arquitectura del mundo occidental, se desarrolla un innovador sistema financiero y relacional iniciado desde Venezuela y fortalecido por los pueblos del continente latinoamericano.
Mientras muere el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, nace y se fortalece el Banco del Sur, el Banco del ALBA, Banco Venezolano – Ruso, el Fondo Estratégico Chino – Venezolano, el Consorcio Venezolano – Ruso que une al más grande potencial en reserva de gas y al más grande potencial en reserva de petróleo del mundo, todos estos mecanismos nos protegerán y enfrentarán la crisis financiera actual surgida desde EEUU.
Mientras todo lo anterior pasaba en China y Europa, pudimos presenciar en Nueva York la celebración de la Sexagésima Tercera Asamblea General de la ONU; en la cual el punto común fue un discurso a cargo de los presidentes progresistas de nuestro continente, exigiéndole a este órgano la renovación y revisión de sus estructuras ineficientes e incapaces, y una gran reflexión ante la crisis mundial que presenciamos, llamando a los responsables por su nombre, utilizando en conjunto esta Asamblea como trinchera de nuevos tiempos.
Al mismo tiempo, se efectuaba un referendo constitucional con éxito rotundo, para darle base y fuerza a los grandes cambios que lidera desde hace 2 años el pueblo ecuatoriano en unísono con el Venezolano, Boliviano, Nicaragüense, Argentino, Brasileño, entre otros; en la búsqueda de la transformación del Estado, del sistema reinante y del nacimiento de un nuevo modelo, el modelo Latinoamericano.
En esa misma semana se celebró en Venezuela la VII Cumbre Social por la Unión Latinoamericana y Caribeña; el foro más importante en el enfoque progresista de los pueblos que busca la integración e inclusión social.
Todos estos grandes acontecimientos que denotan el desarrollo de una Revolución Continental desde el Caribe hasta la Patagonia, ante un mundo en crisis, fue antecedido por la actuación de UNASUR, organismo regional conformado por 12 países y que a su corta existencia de cuatro meses ya produjo de manera contundente y a tiempo, una declaración de apoyo internacional a Bolivia ante un inminente golpe de Estado y prácticas genocidas por la derecha, todo ello ante el silencio e inactividad de la OEA, organismo al cual desplazará más temprano que tarde; porque estamos dispuestos; al fortalecimiento de la integración y unión Sudamericana, a resolver el problema de la pobreza, la exclusión, la desigualdad, a saldar la deuda social con nuestros pueblos, a lograr el respeto a la soberanía, a la integridad e inviolabilidad territorial con solidaridad y fraternidad, y estos son principios fundamentales de UNASUR.
En Latinoamérica con el desarrollo de esta nueva geopolítica, no hay espacio para el capitalismo, pues por este continente se mueve y forma un nuevo mundo de sistema socialista, que se inició en Venezuela y que hoy enfrenta un desafío infinito como esperanza para todos; es el cambio de la historia en manos de los pueblos; de los pueblos Latinoamericanos.
(*)Abogada e Internacionalista
YPA2008@hotmail.com
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