María Linares
La crisis actual del capital financiero, iniciada en Estados Unidos y desparramada en Europa y en Asia, nos enseña dos cosas: 1) la aceleración de la creación del crédito y del endeudamiento -público y privado- no ha detenido la recesión, iniciada en 2001 en los Estados Unidos; 2) asimismo, no ha detenido las tasas de decrecimiento de la producción industrial. Lo único que ha logrado es centralizar y concentrar capital financiero en pocas manos. Capital financiero que como sabemos es la unión del capital industrial y el capital bancario, lo que nos lleva a concluir que se ha fortalecido el Gran Capital, a través de esta rapiña. Pero, la lección más clara que debe quedar para los trabajadores del mundo y en particular a los venezolanos es como el capital se une para sostenerse, para mantener su hegemonía. Los trabajadores deben aprender esa lección para que las tareas revolucionarias no se estacionen solamente en la lucha económica; los trabajadores saben que no es la primera vez que ante una crisis del capitalismo, los monopolios cierran filas y los Estados les proporcionan la savia salvadora, que no es otra cosa que la sangre de los trabajadores. Sin embargo, una gran parte de los trabajadores venezolanos por ausencia de ideología revolucionaria, por su falta de combatividad clasista no pueden unirse ni para elegir la reina de carnaval de su fábrica y, por consiguiente, no pueden cumplir las tareas revolucionarias que les reclama la historia, tareas que tienen que ir más allá de la conquista de un menguado contrato colectivo. ¡TRABAJADORES DEL MUNDO, ESTO ES UNA LUCHA DE CLASES! ¡TRABAJADORES EN ESTA LUCHA SE NOS VA LA VIDA! ¡TRABAJADORES ESTA ES UNA LUCHA DEL TRABAJO CONTRA EL CAPITAL! ¡TRABAJADORES ESTA LUCHA, NO ES UNA LUCHA POR AUMENTO SALARIAL, ESTA ES UNA LUCHA CONTRA EL CAPITALISMO! ¡TRABAJADORES UNÁMONOS Y ENFRENTEMOS EL IMPERIALISMO USA-EUROPEO, NO NOS QUEDA OTRA OPCIÓN!
miércoles, 15 de octubre de 2008
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