jueves, 23 de octubre de 2025

Columna de Juan Martorano Edición 422: Los “Warm Eaters” de Donald Trump.

 *JUAN MARTORANO                                      

Antes de responder esta pregunta y las razones que nos impulsaron a titular esta entrega de nuestra columna de esta manera, queremos como introducción colocar algunos datos de la columna del compañero Sergio Rodríguez Gelfenstein escrita el 8 de octubre del presente año, titulada: “Aló, Washington. ¿Cómo estamos en casa’”.

Por ejemplo, señala Rodríguez Gelfenstein en su escrito que el dólar durante los 9 meses de esta segunda administración de Donald Trump ha caído un 10% frente a la libra esterlina británica y un 15% frente al euro. Además recuerda el analista que Trump no tomó el Canal de Panamá, ni ocupó Groenlandia; Canadá no se transformó en el estado 51 de la unión estadounidense y el Golfo de México sigue conservando su nombre.

Recuerda también Sergio que en el mes de mayo de este año, la agencia de calificaciones crediticias Moody’s, siguiendo los pasos de Fitch y S&P, rebajó la calificación de la deuda estadounidense que actualmente asciende a 37 billones de dólares lo cual representa el 122 % del Producto Interno Bruto (PIB) con un crecimiento aproximado al billón de dólares cada tres meses.

Asimismo en el documento in comento, se hace mención de un estudio realizado por la Oficina de Presupuesto del Congreso señala que esa cifra se iba a conseguir en el año 2030. El adelanto es notable. Según Michael Peterson, presidente y director general de la Fundación Peter G. Peterson, la deuda está avanzando “más del doble de rápido que la tasa promedio de los últimos 25 años”. Por otra parte, el déficit presupuestario federal de Estados Unidos se sitúa actualmente en torno al 8% del producto interno bruto (PIB). Desde 1960 hasta la crisis financiera mundial, el déficit se situó en una media de alrededor del 5% del PIB. No son precisamente buenas noticias las que puede exhibir Trump en materia económica.

Del mismo modo se destaca la información de que en su megalomanía compulsiva, Trump anunciaba con “bombos y platillos” la reducción de la inflación en su país, cuando es en realidad todo lo contrario. La verdad es que la misma se ha acelerado en los últimos meses (2,9% en agosto de 2025) la más alta desde el mes de enero, eso sin contar que los precios subieron a un ritmo más rápido para los alimentos (3,2 frente al 2,9% del mes de julio del presente año.

Podríamos continuar dando datos sobre los evidentes signos del colapso que amenaza a Estados Unidos, y eso podría ser bueno y a la vez malo, según el lente con el que se mire, pero, queremos entrar sin más dilaciones en el tema que nos ocupa.

A partir del 1 de octubre del presente año, se ha dado el cierre del gobierno federal estadounidense, motivado a la incapacidad del Congreso estadounidense de aprobar la legislación de financiamiento correspondiente al año fiscal, léase Presupuesto de ese país.

A diferencia de nuestro país, Venezuela, por ejemplo, el presupuesto de Estados Unidos es realizado y elaborado por el parlamento. En nuestro caso es elaborado por el Ejecutivo quien somete su aprobación al parlamento antes del 15 de diciembre de este año, a fin de evitar la reconducción del mismo, esto a manera de ilustrar al lector o lectora sobre la situación.

Lo cierto del caso es que, esta es la vigésima interrupción de financiamiento a gobierno federal en Estados Unidos y la undécima o el undécimo cierre en la historia moderna de ese país, y el primer cierre desde 2018-2019 (primera administración de Trump). Esta crisis se originó en un prolongado estancamiento político entre republicanos y demócratas respecto a la extensión de subsidios de seguros médicos, los niveles de gasto federal y el alcance de las operaciones gubernamentales bajo la administración Trump.

Este cierre afectó a aproximadamente 800 000 empleados federales suspendidos temporalmente y a otros 700 000 que deberán trabajar sin remuneración inmediata, además de contratistas privados y programas federales. Si bien servicios esenciales como las Fuerzas Armadas, Medicare y Medicaid continúan operando, varias agencias redujeron drásticamente su personal y suspendieron actividades como la publicación de datos económicos, investigaciones científicas y revisiones de subvenciones.

Lo cierto del caso es que, hasta la fecha en que escribimos estas líneas, 23 de octubre de 2025, ha habido 11 intentos, todos fallidos, de compromiso político para paliar esta situación y votaciones tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, en medio de declaraciones incendiarias, acusaciones cruzadas y campañas de desinformación. La falta de acuerdo condujo finalmente a la orden de la Oficina de Administración y Presupuesto de ejecutar los planes de cierre.

Y es pues, en ese sentido que queremos comentar brevemente un trabajo que nos llegó hace varios días por tiktok, que gráfica la terrible situación que en estos momentos se vive en Estados Unidos.

Se trata de una chica que abrió una especie de canal tanto en la plataforma mencionada en el párrafo anterior como en instagram, denominado “pensar no duele”, donde se observan enormes colas de funcionarios públicos del gobierno federal estadounidense, además de soldados de ese país, haciendo enormes colas que podían durar hasta dos horas, para recibir una bolsa con alimentos, ante esta terrible situación que ellos afrontan. 

Cualquier parecido a situaciones vividas en nuestro país durante los años 2015 al 2019 aproximadamente, donde se hacían colas como las llamamos acá en Venezuela, para adquirir alimentos subvencionados por el Gobierno Bolivariano.

Como lo expresa la chica del video: Esta es la peor bofetada a aquellos y aquellas que nos llamaban conformistas a las venezolanas y venezolanos que aceptamos esa bolsa. Ahora están calladitos y calladitas.

Ahora resulta que Estados Unidos, el país que tanto adoran, el propio gobierno de ese país en este cierre ha tenido que darles bolsas de comida a sus trabajadores públicos y a sus soldados y soldadas.

Esto no lo vemos por las grandes cadenas de televisión, pero ahora se observan filas de soldados estadounidenses frente a bancos  de alimentos dos horas esperando porque no les han pagado su salario producto de este cierre que hemos comentado durante ya tres semanas. ¿Qué tal?

¿Podríamos decir que el Clap llegó a Estados Unidos?  Y aquí cabe la pregunta a aquellos y aquellas que nos decían que recibir una bolsa es manipulación, conformismo o formas de control político y/o social.

Ay es que si no vas para la marcha te quitan la bolsa del Clapm ay es que si no vas a votar te van a sacar del Clap, ay come gorgojo conformista, come gorgojo, come gorgojo”. Y se burlaron de nosotros en innumerables oportunidades.

Ahora vayan a decirles a los gringos. A los marines, a los empleados públicos del gobierno federal. Esperamos al primero que con el mismo tono crítico y burlón con el que nos lo hicieron a nosotros se lo hagan también a ellos.

Porque cuando es aquí, en el caso venezolano, que recibe esa bolsa o caja según el caso, dicen: “Ay, el dictador, ay la dictadura nos quiere matar de hambre, nos tiene manipulados con una bolsa”.

Pero si es en el gigante del norte, el discurso cambia radicalmente: “Esta es una medida temporal, es una situación humanitaria”.

Diría mi abuela: “El que escupe para arriba, la saliva le cae en la cara”.

Así que si van a seguir diciendo y argumentando que recibir una bolsa Clap nos hace conformistas, pues vayan y díganselo también a los gringos con el mismo tono con el que se lo dicen a los de aquí.

Porque ahora los gringos también son “come gorgojo”.

Y al igual que la chica del video, el cual pueden conseguir en tik tok en la cuenta @soywen_ve y en instagram en “pensar no duele”, cuando señala a los escuálidos y escuálidas disociados y disociadas, por si les sirve la información de algo: Según Chat GPT, “come gorgojos” en inglés se escribe y pronuncia “Warm Eaters”. Por esa razón titulamos la presente entrega de esta manera.

Así que ya saben, Trump también tiene sus “Warm Eaters” en Estados Unidos.

P.D.: A través de estas líneas quiero agradecer la entrevista realizada por el periodista Clodovaldo Hernández el pasado lunes 20 de octubre de 2025 en su programa de entrevistas “Cara a Cara” transmitido en el portal más visto de Venezuela, laiguana.tv. El agradecimiento a Clodovaldo, que más que un excelente periodista, reportero de vieja escuela, escritor con fino humor que escribe tan sabroso, hago extensivas mis palabras de agradecimiento a Vidal Rivero, a Irene, al compañero Miguel Ángel Pérez Pirela y a todo el equipo de la iguana.tv no solo por haberme tomado en cuenta para esta entrevista, donde sin duda se quedaron cosas por decir, sino por las excelentes atenciones a las que fui objeto. Esta edición de esta columna y las que siguen tratan de ser una explicación sobre los campos de protección que tiene Venezuela para conjurar la amenaza y la posibilidad de agresiones militares contra su territorio, pero sobre todo contra sus habitantes, hombres y mujeres, que es lo más importante. Si usted amiga o amigo que lee este escrito no tuvo la oportunidad de verla, he aquí el link con la transcripción de mis declaraciones en esa entrevista más el video completo que espero disfruten: https://www.laiguana.tv/articulos/1421571-juan-martorano-participa-en-la-nueva-edicion-de-cara-a-cara/

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!                      

¡Viviremos y Venceremos!                      

* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas. , jmartoranoster@gmail.comj_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano



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