La oposición tiene un candidato pero no tiene un líder

Chimusito Zambrano

El gran drama de la oposición es que no ha tenido, no tiene ni tendrá un líder que aglutine siquiera a ese sector ciertamente minoritario, pero al fin y al cabo venezolanos que, equivocados o no, aspiran la búsqueda de intereses propios de su clase o grupo social. Candidato puede ser cualquiera, hasta un perro callejero. Ahí está vivo el peor ejemplo en CAP II, el candidato majunche, un individuo sin ningun tipo de liderazgo, sin ningún tipo de acervo personal y propio en lo ético, en lo político, en lo cultural, en lo popular, en lo que significa la capacidad para conducir una masa o grupo hacia determinados objetivos por la vía lícita y democrática. Por el contrario, cómo lo vimos los venezolanos asaltando la Embajada de Cuba, cayéndole a golpes a un Ministro durante los hechos sangrientos del 11 de abril del 2.002, como vulgar patotero en las guarimbas de febrero del 2.003, como arte y parte activa de un paro petrolero que nos dejó a los venezolanos sin gasolina, sin gas, sin alimentos, sin transporte, sin hallacas, hasta sin beisbol durante más de dos meses. Es decir, cómo puede aspirar ese individuo en la lucha política por el poder de las masas, sin liderazgo, sin proyectos, sin planes, sin ideas, sin principios y valores. Ahí lo vemos dando tumbos. Por el contrario ahí está Hugo Chávez Frías, quien durante trece años se ha mantenido en la palestra de su verdadero liderazgo, con un proyecto muy definido para las mayorías- mayoritarias del país, y disque malo para un pequeño sector que no termina de ponerse las botas de verdaderos demócratas. Yo me divertí, o quizá me preocupé mucho, cuando en aquellos días de las llamadas primarias de la oposición, apa-recieron varios candidatos a ganarse el favoritismo de quienes podían elegirlos como candidato para las elecciones del 07 de Octubre próximo. Y me reía porque nunca vi en ninguno de ellos la posibilidad ni siquiera remota  de verlo como un verdadero contrincan-te frente al gigante Hugo Chávez Frías. De esa realidad tiene que estar consciente la oposición. Siempre lo he venido diciendo desde hace trece años que la actual oposición venezolana se desmarcó desde 1.998 como posibilidad de alternabilidad democrática porque sus errores han sido evidentes y repetitivos, y una demostración o prueba ante los venezolanos y ante el mundo de que con mentiras, con zancadillas, con golpes de Estado, con guarimbas, con paros petroleros, con “lockouts” patronales, con acaparamiento de-lincuencial de la producción de bienes y servicios,  con la mezquindad asquerosa de no dar ningún crédito a la gran gestión del actual gobierno, con la canalla mediática nacional e internacional, etc., nunca tendrán la más mínima posibilidad de que el pueblo mayoritario los vea como alternativa de cambio. De verdad que es triste esa realidad.  ¡Carajo!, si yo soy demócrata o social cristiano, tengo que ser primero un practicante de principios y valores propios de esa convicción, adornado como buen ciudadano con los valores de la responsabilidad, la lealtad, la honradez, la transparencia, el respeto, la solidaridad, etc., hacia mi país, con mis conciudadanos, con mis hijos, con mi esposa, con mi familia, etc. Así que olvídense porque ya la suerte está echada y no hay vuelta atrás.  

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