Germán Yépez Colmenares
He observado con sorpresa y preocupación las insistentes opiniones de personas relacionadas con el Poder del Estado y el Gobierno que preside constitucionalmente Nicolás Maduro Moros, referidas a la necesidad y urgencia que tiene el Poder Ejecutivo de aumentar de inmediato (ya, pues mañana sería tarde) el valor de la gasolina venezolana y equipararla a precios internacionales o dolarizados. Estas opiniones de distintos ciudadanos estrechamente relacionados con el Gobierno Nacional han sido expuestas en medios audiovisuales de radio y televisión, así como en artículos en portales como la propia aporrea. Algunos de ellos se desempeñan en cargos de elección en la Asamblea Nacional Constituyente, organismo que se define a sí mismo como un Poder Supra Constitucional, es decir que está por encima de la Constitución Nacional y los 5 Poderes Públicos Constituidos del Estado Venezolano.
El próximo mes de febrero de 2019 se cumplen 29 años de los dramáticos y graves acontecimientos de violentas protestas iniciadas en Guarenas e inmediatamente replicadas y ampliadas en toda el área Metropolitana de Caracas (Caracas, La Guaira y Miranda) sin conducción o preparación previa o programada de partidos o movimientos políticos venezolanos organizados. Existían graves problemas económicos en Venezuela, adicionalmente una variedad de artículos alimenticios como la harina de maíz, aceites, leche, azúcar, café, pastas y arroz estaban escondidos en los depósitos de los productores, distribuidores y comercializadores, esperando la autorización del aumento de precios por parte del Gobierno Nacional presidido por Carlos Andrés Pérez, para proceder a su remarcaje de precios.
Paralelo a esta situación, ya se había anunciado un conjunto de medidas económicas y jurídicas que afectaban los ingresos salariales y pensiones, apuntando a la ejecución de un Plan Económico Neoliberal que buscaba privatizar una gran parte de las empresas y servicios públicos, aumentar sus precios al consumidor y consolidar una clara transferencia de capitales hacia el exterior por medio de las empresas transnacionales, aplicando en definitiva un Plan de Ajuste Neoliberal de acuerdo a las programaciones de organismos controlados por los grandes y poderosos grupos económicos/financieros de los EEUU y la Unión Europea como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El anuncio del aumento del precio de los pasajes urbanos y extraurbanos desato la rabia y la protesta de los habitantes y usuarios ubicados en Guarenas y Guatire. Por allí comenzaron las acciones violentas de protesta que inmediatamente ese mismo 27 de febrero de 1989 se expandieron por toda la Gran Caracas. En esas acciones de saqueo, destrucción de vehículos y locales comerciales quedaron una gran cantidad de muertos, heridos, desaparecidos y detenidos ocasionados por las fuertes medidas de represión policial y militar ordenadas por el Presidente Carlos Andrés Pérez y su Equipo de Gobierno. De allí vienen todos esos procesos críticos que afectaron la vida de la mayoría de los partidos políticos venezolanos y particularmente de los dos que se distribuían la mayor parte del Poder Público Nacional entre 1958 y 1998: AD y COPEI.
Esta situación de crisis de los partidos políticos acompañada de las graves dificultades económicas y el Plan de Ajuste Neoliberal, también estimularon e influyeron en la conformación de grupos y movimientos conspirativos dentro de las Fuerzas Armadas Nacionales, hasta llegar a las rebeliones militares de febrero y noviembre de 1992. Luego de ser derrotados y encarcelados unos y otros, diversos sectores e individualidades del país, ubicados en las más variadas posiciones políticas y sociales (derechas, centros, izquierdas, empresarios, religiosos, científicos, artistas e intelectuales) comenzaron sus acercamientos con los líderes de estos movimientos militares insurreccionales hasta lograr ser integrados al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), que luego se transforma en Movimiento Quinta República (MVR) participando victoriosamente en las elecciones parlamentarias y presidenciales de 1998. Esa victoria del movimiento liderizada por el candidato Hugo Chávez Frías crece en medio de una dramática caída de los precios del petróleo hasta los 8 dólares por barril.
No podemos olvidar que este país ha financiado el crecimiento urbano, la intercomunicación, el desarrollo de las infraestructuras, el surgimiento de las burguesías nacionales, regionales y locales, sus clases medias, obreros, campesinos, trabajadores en general, las expresiones estéticas más diversas y sus protagonistas, las comunicaciones, las tecnologías, la presencia de empresas transnacionales en Venezuela, así como el funcionamiento de la Economía Pública y Privada con las divisas que han ingresado durante 104 años (1914-2018) por la venta de PETROLEO EXTRAIDO DE NUESTRO SUBSUELO.
Observando lo que viene ocurriendo en varias regiones de Francia, donde diversos movimientos (muy heterogéneos) que se han identificado de manera simbólica con los "chalecos amarillos" que se utilizan para alertar el tránsito de vehículos, se han opuesto de manera frontal y violenta contra las medidas económicas del derechista Presidente Macron y su Equipo, particularmente con el incremento de los precios de los combustibles fósiles, es decir de los derivados del petróleo. Este país se encuentra amenazado por el avance de los sectores políticos de la ultraderecha, enemigas de los inmigrantes, adversarias de la integración en la actual Unión Europea, promotores del ideario cercano al fascismo y nazismo que promovió la Primera y la Segunda Guerra Europea desde Alemania entre 1914-1918 y luego entre 1939-1945, además de orientarse hacia políticas económicas que fundamentalmente aumenten las ganancias de los poderosos grupos económicos de estos países de Europa.
El heterogéneo movimiento de protesta que se ha venido expandiendo en las regiones rurales y el interior de Francia, también se alimenta del acumulado descontento social por las políticas económicas restrictivas contra los trabajadores, clases medias y pensionados ejecutadas por los gobiernos anteriores de los presidentes Sarkosy, Hollande y ahora Macron. Las actuales protestas comenzaron con las acciones de los transportistas que se niegan a pagar los nuevos incrementos de los combustibles para los vehículos. En los últimos días, después de muchos heridos, varios muertos y cerca de 2.000 detenidos que ha dejado la acción represiva de las fuerzas policiales y militares, el Presidente Macron ha decidido retroceder en sus intenciones de aumentar los precios de los combustibles. Ahora ha congelado esas medidas y ha decretado un aumento de salarios para intentar calmar a los enardecidos y cada más violentos portadores de los chalecos amarillos. El próximo año 2019 se desarrollarán las elecciones parlamentarias europeas y con lo ocurrido en varias elecciones de países de la UE y las recientes elecciones españolas de Andalucía, donde un partido de extrema derecha, xenófobo, pro-fascista y enemigo de los inmigrantes (VOX) obtuvo desde no tener nada hasta 12 parlamentarios y junto con las derechas del Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) conforman una clara mayoría para gobernar en el territorio donde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tiene casi 40 años gobernando de manera consecutiva. Esto muestra un panorama y unas perspectivas bastante difíciles para las políticas socio-económicas progresistas, centristas, tolerantes con el ingreso de inmigrantes y la diversidad cultural.
Frente a estas circunstancias y escenarios del pasado y el presente, nos encontramos en la Venezuela del 13 de diciembre de 2018, donde un kilo de pollo entero se vende entre BS 1.500 y 1.800, un kilo de queso blanco se compra entre BS 2.500 y 4.000, un kilo de carne de res entre BS 1.350 y 1.800, un kilo de cerdo/cochino en BS 3.000, un kilo de flor de brócoli en BS 3.950, un kilo de celery o apio españa BS 2.950, un kilo de tomates BS 1.500, un kilo de pimentón BS 1.300 y un cartón de huevos desde BS 1.500. Los condominios, como consecuencias de los aumentos salariales obligatorios para trabajadores de conserjerías y vigilantes, así como el incremento de la jardinería, materiales en general, mantenimiento de ascensores, servicios de agua, aseo urbano, gas, reparaciones y costos de administradoras se han incrementado hasta costos muy difíciles de cubrir por las familias que habitan los urbanismos de las ciudades de Venezuela.
La producción de petróleo que nos genera el 96 % de nuestros ingresos en divisas fue bajando progresivamente, año por año entre 2008 y 2018, desde 3.422.000 barriles diarios de petróleo (BDP, según informe de PDVSA) hasta las actuales cifras de noviembre 2018 (según cifras de la OPEP y sus fuentes secundarias) de 1.137.000 barriles diarios. Además ha caído la producción de gas asociado a la extracción de petróleo y se ha afectado la industria petroquímica nacional, dos actividades estrechamente relacionadas con la industria petrolera y su productividad.
En este escenario resulta extraño que personas relacionadas con los miembros de las elites que manejan el Poder del Gobierno y el Estado en Venezuela estén defendiendo y promoviendo un incremento de los precios de la gasolina y en consecuencia todos los demás derivados del petróleo, hasta llevarlos a precios internacionales. El salario mínimo actual se ubica en BS 4.500 que al ser convertidos al dólar promedio de alrededor de BS 600, tenemos un monto de 7,5 $ dólares y los empleados profesionales del sector público se ubican entre 12 y 15 $ dólares mensuales.
Aquí es oportuno citar aquel antiguo refrán muy conocido en Venezuela …"Con que c…. se sienta la cucaracha"… Esto podría llevarnos desde un "llano en llamas" hasta un verdadero "pueblo en llamas". Es algo así como decir que se cometieron gravísimos errores y omisiones en la planificación, ejecución, control, supervisión y MANEJO de la POLITICA PETROLERA entre esos años y ahora proponemos "que se joda el pueblo mayoritario y pague las consecuencias" de esas acciones/omisiones que son responsabilidad del Gobierno y el Estado.
En cuanto se elevarían los precios de todos los bienes y servicios en Venezuela si aumentan los precios de la gasolina a sus equivalentes o aproximados del mercado internacional? Esas cantidades de divisas internacionales que ingresarían al Poder Público Nacional son equiparables a la caída de ingresos como consecuencia de la baja progresiva de la producción ocasionada por la FALTA DE INVERSION en la industria petrolera durante esos años desde 2008?. En la actual circunstancia de graves problemas que afectan los ingresos públicos de la Nación y en consecuencia ocasionan graves limitaciones para distribuir divisas subsidiadas a la mayoría de oferentes de bienes y servicios (públicos y privados) y también los demandantes de bienes y servicios, en medio de múltiples dificultades para acceder a créditos internacionales y con graves anuncios de cercos diplomáticos internacionales, parece imprudente, inoportuno, impertinente y provocador avanzar en una medida como esa de aumentar el precio de la gasolina y además usando referencias de precios internacionales o divisas en medio de este escenario de hiperinflación, devaluación, reducción salarial y escasez de divisas subsidiadas.
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