lunes, 24 de diciembre de 2018

La coyuntura política en Guyana y sus implicaciones en el actual contexto venezolano.

*JUAN MARTORANO.
Pensaba, como lo advertía en mi más reciente artículo, que no escribiría durante las navidades. Pero los acontecimientos en pleno desarrollo ocurridos en la República Cooperativa de Guyana me obligan a pronunciarme, debido a las implicaciones dentro del Derecho Internacional y el contexto geopolítico internacional.
La República Cooperativa de Guyana ha sido noticia en las últimas horas, por dos acontecimientos que pasamos de seguidas a detallar, y evidentemente por sus implicaciones geopolíticas e internacionales en el actual contexto que vive Venezuela.
El primero, tiene que ver con el supuesto abordaje por parte de la Armada venezolana de los buques de prospección sísmica Ramford Tethys, de bandera bahamesa, y el Delta Monarch, de bandera trinitaria, tal y como lo indica el portal laiguana.tv y por el comunicado oficial emitido por la Cancillería venezolana, las cuales fueron contratadas por la transnacional estadounidense Exxon Mobil, que realizaban estudios en aguas internacionales en el bloque Starbroek, ubicado en la zona del Esequibo, el cual se encuentra en disputa entre Venezuela y Guyana.
Importante es de destacar que este hecho ocurre el mismo día en que el parlamento de Guyana aprobó un voto de censura al actual mandatario de esa nación, David Granger, pero de esto nos estaremos refiriendo en unos párrafos más adelante.
Asimismo el portal de datos periodísticos La Tabla señaló que la empresa noruega Petroleum Geo- Services (PGS) propietaria de Ramford Tehys, confirmó que una embarcación venezolana se dirigió hacia su tripulación en las aguas del Esequibo. No obstante, algunos conglomerados mediáticos internacionales reseñaron que la Armada venezolana abordó un buque de la Exxon Mobil en territorio de Guyana.
El buque suspendió la actividad prospectiva y abandonó el área con dirección Este. Guyana con ExxonMobil tenía programada la exploración de 12 mil km2 en el Bloque Stabroek desde el 6 de diciembre frente al Delta del Orinoco”, indicó La Tabla al citar las declaraciones del vicepresidente de comunicaciones de PGS, Bard Stenberg.
Importante es de destacar que voceros de la administración Trump y del propio gobierno guyanés emitieron rápidamente comunicados, condenando esta supuesta incursión, y exigiendo a la República Bolivariana de Venezuela, “respetar la soberanía de sus países vecinos”, ya que tal acción constituye una “flagrante violación a la soberanía e integridad territorial de esa nación”.
Cabe recordar como lo hace La Tabla, que en octubre de 2013, el patrullero AB PO- Yekuana interceptó un buque de similares características a los antes mencionado, llamado Teknik Perdana, contratado por la transnacional petrolera Anadarko, que tiene una concesión otorgada por el gobierno de Guyana en el denominado bloque “Roraima”, y lo condujo retenido a la isla de Margarita.
A la par de estos acontecimientos, la Asamblea Nacional de la República Cooperativa de Guyana procedió a aprobar una moción de censura al actual mandatario de ese país, David Granger.
La acción contra Granger fue encabezada por el partido opositor Partido Progresista del Pueblo (PPP) del ex presidente de esa nación, Bharrat Jagdeo, con una votación de 33 votos a favor y 32 votos en contra, gracias a que un diputado de la gubernamental Coalición para la Unidad Nacional (APNU, en inglés), Charrandas Persaud, a última hora se cambió de bando y apoyó la iniciativa opositora.
Como lo han señalado varios portales, este cambio inesperado rompió la mayoría mínima de la que gozaba Granger. El argumento empleado por la oposición para solicitar la destitución del actual mandatario es el despilfarro en el sector petrolero de ese país.
Importante es de señalar que la República Cooperativa de Guyana es una República Parlamentaria y semi presidencialista, donde el Presidente de la República no es electo por el pueblo sino por el Parlamento. La moción de censura a David Granger implica una elección parlamentaria adelantada, la cual debe realizarse en 90 días, y esta nueva legislatura es la que procederá a la elección del nuevo mandatario de ese país.
El mandato de Granger, que culminaba en mayo de 2020, afronta una situación similar a la que lo condujo al poder. En el año 2015, el entonces presidente Donald Ramotar (quien tuvo excelentes relaciones diplomáticas con Venezuela, al igual que Jagdeo durante el mandato de Hugo Chávez) sostuvo duros enfrentamientos con la entonces Asamblea Nacional, después que el mandatario se mostrara contrario a los recortes de gastos impuestos por el parlamento. Ésta pidió una moción de censura al mandatario, la cual no logró. Ramotar posteriormente, y en uso de sus atribuciones constitucionales, suspendió el parlamento en noviembre año 2014  y la disolvió tres meses después. Ramotar anunció la fecha de la elección anticipada el 20 de enero de 2015, las cuales se celebraron el 11 de mayo del mismo año, con el triunfo de la APNU liderada por Granger, el cual tomó posesión del cargo el 16 de ese mismo mes.
Es decir, que mientras se elige al nuevo parlamento y éste designa al nuevo presidente, Granger y su gabinete ejercerán el gobierno hasta que se designe a su sucesor y sucesora, lo que debe ocurrir en los próximos 90 días contados desde el pasado sábado 22 de diciembre.
Importante hacer estas acotaciones constitucionales y políticas para entender la coyuntura que en estos momentos afronta la nación vecina.
Evidentemente, estos eventos, y sobre todo el de la aprobación del voto de censura a David Granger (primera vez que esto ocurre en la historia de Guyana luego de la independencia que le concedió Gran Bretaña a partir de 1.966) implicaría un cambio diplomático en las relaciones con ese país. El evento con los dos buques de prospección sísmica antes denunciados, no puede ser catalogado sino como una “operación de falsa bandera” en el contexto de la generación de “falsos positivos” para legitimar una eventual intervención militar internacional de tipo “humanitaria” contra Venezuela.
No olvidemos que David Granger fue un militar de alta graduación, formado nada más y nada menos que en la escuela de élite Queens College, además de ser formado en Gran Bretaña. Y desde el inicio de su mandato, venía actuando más como empleado de la Exxon Mobil, que como mandatario de una nación libre e independiente.
Asimismo, desde la llegada de David Granger al gobierno de Guyana, se inició toda una escalada en contra del gobierno venezolano. En una estrategia articulada con el Departamento de Estado y la Exxon Mobil, se realizaron todas las gestiones para dinamitar el procedimiento de buen oficiante para dirimir el diferendo del territorio Esequibo en términos amistosos y de beneficio para ambos países, y se impulsó la salida a través de la Corte Internacional de Justicia, ubicado en La Haya (Países Bajos). Jurisdicción ésta, la cual no es reconocida por las leyes de Guyana y Venezuela.
Pero todo esto ha sido alimentado por las inmensas riquezas que yacen en el referido territorio, y en las aguas territoriales de éste, las cuales Exxon Mobil quiere poner mano, y tiene un año tope para impulsar ese saqueo y devastación: 2020.
Asimismo, se desempeñó como asesor de seguridad nacional de ese país en el período comprendido de 1990 y 1992 y jefe de la oposición durante el período comprendido en el año 2012 y 2015. Se presentó como candidato presidencial en las elecciones generales de 2011, en la que resultó derrotado por Ramotar, pero en las elecciones anticipadas que ya describimos, derrotó a éste y asumió el gobierno.
Granger había regresado a Guyana el pasado 12 de diciembre procedente de la República de Cuba, donde desde finales del mes de octubre inició tratamientos médicos para tratarse un linfoma no hodking, que es una especie de cáncer en la sangre.
No se trata de presentar la enfermedad y convalecencia del aún mandatario como argumento para desprestigiarlo ni mal ponerlo desde el punto de vista personal. Todo lo contrario, se le desea que se pueda recuperar y restablecer en su salud. Pero tal es la campaña de descrédito contra esa hermana nación, que hasta el que menos se piensa, va a tratarse sus afectaciones de salud en un país que cuenta (pese al bloqueo y todos los intentos por destruirla) con una de las medicinas más avanzadas del mundo.
En teoría, el evento de su remoción parlamentaria debería ser de alto beneficio político para Venezuela, y constituir una disuasión para los planes de intervención previstas para la primera semana de enero de 2019.
No obstante, no podemos confiarnos, puesto que Granger seguiría siendo Presidente de ese país, por lo menos hasta el mes de marzo de 2019, por lo que su margen de maniobra, y el de su gabinete se mantendrá hasta esa fecha.
Sin embargo, dependiendo de la correlación de fuerzas del parlamento que se elija dentro de tres meses y el nuevo gobierno, se pueden inferir dos posibles escenarios. Si triunfa la coalición  del Partido Progresista del Pueblo (PPP) que en este momento es liderada por el ex mandatario Bharrat Jagdeo, posiblemente se retome la salida diplomática al diferendo del Esequibo. De hecho Jagdeo durante su mandato visitó Venezuela y sostuvo excelentes relaciones con los gobiernos de Chávez y Maduro, igual su sucesor Donald Ramotar. En caso de que la derecha continúe en el gobierno, continuarán desplegando la estrategia de “tenaza” y de utilización del tema del Esequibo como ariete en la desestabilización contra Venezuela. No olvidemos esta fecha: 18 de abril de 2019, que sería la fecha tope para la presentación de alegatos por parte de nuestro país en esta reclamación histórica, aun cuando nuestra representación del servicio exterior venezolano ha insistido en no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia y de insistir en los mecanismos políticos y diplomáticos para dirimir esta reclamación, tal como lo establece el Acuerdo de Ginebra suscrito por ambos gobiernos en 1966.
Pero lo cierto del caso es que, podemos decir que el Niño Jesús llegó adelantado. No solo se confirma aquella conseja de que “el que se mete con Venezuela, se seca”, sino que hacemos votos porque esta decisión contribuya a la restitución de las excelentes relaciones que tuvimos con Guyana durante muchísimos años.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los Derhttp://juanmartorano.blogspocom /http://juanmartorano.w). jmartoranoster@gmail.com. @juanmartorano (Cuenta en Tuiter)

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