Carola Chávez
Mauricio Macri viajó a España en visita comercial -perdón- oficial, unos días después de haberle perdonado a su padre los 175 mil millones de pesos que éste le debía Estado Argentino. Si eso no era para sacarle punta, dígame usted, señor periodista… Pues no, los grandes medios posaron su fino ojo periodístico en la elegancia de Juliana, la Primera Dama, empresaria también, cuya firma Cheeky emplea mano de obra esclava -el secreto del éxito-. Pero eso son detalles menores. Lo importante es su vestuario, ese traje rosa humo delicadamente bordado que, si bien no opacó a la reina Letizia, dejó bien claro que Juliana es también una reina, pero en Sudamérica, que merece salir de sub desarrollo y tener también sus monarcas.
Y pensar que eran esos mismos medios los atacaban a Cristina porque tenía una cartera Louis Vuitton. ¿Se acuerdan?
Pero sigamos en la actualidad de los noticieros que nos informan para que sepamos qué pensar, y pensemos que la visita de Macri a España es buena, no solo para a los argentinos, que están mostrándole al mundo que en su país no todos son ordinarios como Maradona, sino para los venezolanos decentes y pensantes; porque Macri es panita de Lilian Tintori, invitada especial aquel día que Mau ganó las elecciones. Había que verlos bailando aquella victoria, soñando con una igual en Venezuela, en todo el continente. Tanto que Lilian olvidó sostener su pose de modosita y sufrida defensora los privilegios humanos que todos conocemos… Decía que Macri levantará la voz, porque Venezuela merece un cambio como el de Argentina, pero eso sí, no se diga que el “cambio” son cientos de miles de despidos, privatizaciones, tarifazos, y ni hablar de la venta del país al FMI, ni de la entrega a los Fondos Buitre a cambio de jugosos negocios personales del presidente y sus amigotes, ni de los recortes a la salud, a las pensiones, a la educación, de la eliminación sistemática de todo lo que huela a plan social. No, no hablemos de eso. Hablemos del traje de Juliana, tan linda…
Así, cuando Macri declara que es inconcebible que “alguien vaya a la cárcel por expresar opiniones diferentes a las que tienen los que deciden”, nadie piensa en la desaliñada Milagro Sala, sino en Leopoldo López que, será un delincuente, pero es rico y tiene una esposa linda, como Juliana.
Mauricio Macri viajó a España en visita comercial -perdón- oficial, unos días después de haberle perdonado a su padre los 175 mil millones de pesos que éste le debía Estado Argentino. Si eso no era para sacarle punta, dígame usted, señor periodista… Pues no, los grandes medios posaron su fino ojo periodístico en la elegancia de Juliana, la Primera Dama, empresaria también, cuya firma Cheeky emplea mano de obra esclava -el secreto del éxito-. Pero eso son detalles menores. Lo importante es su vestuario, ese traje rosa humo delicadamente bordado que, si bien no opacó a la reina Letizia, dejó bien claro que Juliana es también una reina, pero en Sudamérica, que merece salir de sub desarrollo y tener también sus monarcas.
Y pensar que eran esos mismos medios los atacaban a Cristina porque tenía una cartera Louis Vuitton. ¿Se acuerdan?
Pero sigamos en la actualidad de los noticieros que nos informan para que sepamos qué pensar, y pensemos que la visita de Macri a España es buena, no solo para a los argentinos, que están mostrándole al mundo que en su país no todos son ordinarios como Maradona, sino para los venezolanos decentes y pensantes; porque Macri es panita de Lilian Tintori, invitada especial aquel día que Mau ganó las elecciones. Había que verlos bailando aquella victoria, soñando con una igual en Venezuela, en todo el continente. Tanto que Lilian olvidó sostener su pose de modosita y sufrida defensora los privilegios humanos que todos conocemos… Decía que Macri levantará la voz, porque Venezuela merece un cambio como el de Argentina, pero eso sí, no se diga que el “cambio” son cientos de miles de despidos, privatizaciones, tarifazos, y ni hablar de la venta del país al FMI, ni de la entrega a los Fondos Buitre a cambio de jugosos negocios personales del presidente y sus amigotes, ni de los recortes a la salud, a las pensiones, a la educación, de la eliminación sistemática de todo lo que huela a plan social. No, no hablemos de eso. Hablemos del traje de Juliana, tan linda…
Así, cuando Macri declara que es inconcebible que “alguien vaya a la cárcel por expresar opiniones diferentes a las que tienen los que deciden”, nadie piensa en la desaliñada Milagro Sala, sino en Leopoldo López que, será un delincuente, pero es rico y tiene una esposa linda, como Juliana.
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