Juan Martorano.
Sin duda es una función del Gobierno Revolucionario la protección
social, la economía del pueblo y enfrentar la guerra económica que es
desarrollada por el imperialismo y sectores apátridas nacionales, que
impulsan procesos inflacionarios y de desestabilización económica como
instrumentos de acumulación de capital económica, política y social.
Ergo, es obligación del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia garantizar a los trabajadores y trabajadoras, la justa participación en el proceso social del trabajo de la riqueza generada mediante este proceso, como una condición básica para avanzar en la mayor suma de felicidad posible, como objetivo esencial de la Nación que nos legó el Libertador.
El Estado que estamos construyendo sin duda debe asumir la tarea de defender los principios democráticos de equidad, así como una política sostenida de recuperación del poder adquisitivo de la población venezolana, así como la dignificación de la remuneración del trabajo y del desarrollo de un modelo productivo soberano, basado en la justa distribución de la riqueza, capaz de generar trabajo estable y de calidad, garantizando que los trabajadores y trabajadoras disfruten de un salario mínimo igual para todos y todas.
Igualmente, los servidores públicos y servidoras públicas que participan en el proceso social del trabajo desde la Administración Pública, deben garantizar con eficacia, eficiencia y efectividad, el acceso a los servicios públicos como condición básica para que la familia y la comunidad sean el espacio fundamental para el desarrollo integral de la persona.
Sabemos, señor Presidente Nicolás Maduro, de su conciencia de clase obrerista que no la profesa de la boca para afuera, si no que la vive, la siente, y la defiende. Además, por esa misma conciencia, sabemos muy bien que ha venido varias veces a la región Guayana, específicamente al estado Bolívar, y de sus fuertes nexos con importantes sectores sindicales y de las trabajadoras y trabajadores de dicha entidad federal.
Pero quiero aprovechar estas líneas, para hacerle del conocimiento de una situación, que muy probablemente y producto de sus múltiples ocupaciones, usted seguramente ignora. Por supuesto, usted tampoco esta obligado a conocerla.
También al igual que usted, me unen muchos nexos con el estado Bolívar, con muchos sectores de trabajadoras y trabajadores de la CVG y de las todavía hoy sus empresas tuteladas. De este tema, pudiera aportarle algunos elementos en próximos artículos, pero quiero ser muy puntual en el dato que a continuación quiero suministrarle.
Desde el momento en que usted, consciente de las agresiones económicas hemos sufrido en nuestro país, y que ha tomado la decisión de acordar un conjunto de aumentos del salario mínimo, del bono de alimentación, y de las escalas en la Administración Pública, llama poderosamente la atención como en la Corporación Venezolana de Guayana (C.V.G.), de acuerdo a las informaciones que me llegan, desde hace rato no se aumenta el salario a los empleados de la misma.
El motivo que aduce la administración del M/G Justo Noguera, quien actualmente y todavía de manera formal dirige los destinos de dicho ente de desarrollo, es lo dispuesto en el artículo 6 del decreto 2.661 referido al Sistema de Remuneraciones de las Funcionarias Públicas y Funcionarios Públicos de la Administración Pública Nacional, publicada en la Gaceta Oficial Ordinaria N.º 41.070 de fecha 9 de enero de 2017, y que nos permitimos transcribir textualmente:
Artículo 6: "Se excluyen de la aplicación de este Decreto, las funcionarias públicas y funcionarios, empleados y empleadas al servicio de los órganos y entes de la Administración Pública con sistemas de remuneraciones y escalas salariales especiales, de conformidad con las exclusiones establecidas en la ley." (Resaltado y subrayado del articulista).
Si aplicásemos una interpretación estricta de este artículo, más las definiciones establecidas en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de la Administración Pública Nacional, la Corporación Venezolana de Guayana (C.V.G.) es un instituto público, que tiene sus estatutos y con capacidad de manejar sus propios ingresos. Pero más allá de las formas legales, el planteamiento que acá hago, no es un planteamiento meramente reivindicativo o legal, sino un planteamiento de justicia social.
Muchos de estos empleados y empleadas que me hicieron llegar esta inquietud, prácticamente están ganando salario mínimo, e incluso de seguir los embates inflacionarios como van, estarán por debajo, esto porque la escala salarial en CVG no es ajustada, porque de acuerdo a la interpretación que se le ha dado por parte de los jerarcas de dicho ente de desarrollo regional y planificación, interpretan que no les toca.
Pero de igual manera, señor Presidente, no me crea, pero para verificar sobre la veracidad o falsedad de estas aseveraciones, investigue y averigüe si lo que acá señalo es cierto o falso. Creo que pudiera llevarse una muy grata sorpresa.
Sin embargo, como buen hijo de nuestro Comandante Inmortal, sé que usted más bien nos sorprenderá a todos y a todas y sorprenderá a ese noble pueblo trabajador de Guayana, cuando luego de sus investigaciones e informaciones, adopte la mejor decisión para ellos y para ellas.
Simplemente estoy utilizando los canales que me dan algunos medios alternativos para publicar algunas opiniones, para de alguna manera llevar la voz de muchos que tal vez no puedan llegarle, para poder hacer justicia social como la soñó Bolívar y por la que tanto batalló Hugo Rafael Chávez Frías.
Reciba un abrazo, mis respetos, y de momento, sin más nada que agregar, le doy un hasta luego, un servidor chavista que siempre estará a sus gratas órdenes.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Ergo, es obligación del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia garantizar a los trabajadores y trabajadoras, la justa participación en el proceso social del trabajo de la riqueza generada mediante este proceso, como una condición básica para avanzar en la mayor suma de felicidad posible, como objetivo esencial de la Nación que nos legó el Libertador.
El Estado que estamos construyendo sin duda debe asumir la tarea de defender los principios democráticos de equidad, así como una política sostenida de recuperación del poder adquisitivo de la población venezolana, así como la dignificación de la remuneración del trabajo y del desarrollo de un modelo productivo soberano, basado en la justa distribución de la riqueza, capaz de generar trabajo estable y de calidad, garantizando que los trabajadores y trabajadoras disfruten de un salario mínimo igual para todos y todas.
Igualmente, los servidores públicos y servidoras públicas que participan en el proceso social del trabajo desde la Administración Pública, deben garantizar con eficacia, eficiencia y efectividad, el acceso a los servicios públicos como condición básica para que la familia y la comunidad sean el espacio fundamental para el desarrollo integral de la persona.
Sabemos, señor Presidente Nicolás Maduro, de su conciencia de clase obrerista que no la profesa de la boca para afuera, si no que la vive, la siente, y la defiende. Además, por esa misma conciencia, sabemos muy bien que ha venido varias veces a la región Guayana, específicamente al estado Bolívar, y de sus fuertes nexos con importantes sectores sindicales y de las trabajadoras y trabajadores de dicha entidad federal.
Pero quiero aprovechar estas líneas, para hacerle del conocimiento de una situación, que muy probablemente y producto de sus múltiples ocupaciones, usted seguramente ignora. Por supuesto, usted tampoco esta obligado a conocerla.
También al igual que usted, me unen muchos nexos con el estado Bolívar, con muchos sectores de trabajadoras y trabajadores de la CVG y de las todavía hoy sus empresas tuteladas. De este tema, pudiera aportarle algunos elementos en próximos artículos, pero quiero ser muy puntual en el dato que a continuación quiero suministrarle.
Desde el momento en que usted, consciente de las agresiones económicas hemos sufrido en nuestro país, y que ha tomado la decisión de acordar un conjunto de aumentos del salario mínimo, del bono de alimentación, y de las escalas en la Administración Pública, llama poderosamente la atención como en la Corporación Venezolana de Guayana (C.V.G.), de acuerdo a las informaciones que me llegan, desde hace rato no se aumenta el salario a los empleados de la misma.
El motivo que aduce la administración del M/G Justo Noguera, quien actualmente y todavía de manera formal dirige los destinos de dicho ente de desarrollo, es lo dispuesto en el artículo 6 del decreto 2.661 referido al Sistema de Remuneraciones de las Funcionarias Públicas y Funcionarios Públicos de la Administración Pública Nacional, publicada en la Gaceta Oficial Ordinaria N.º 41.070 de fecha 9 de enero de 2017, y que nos permitimos transcribir textualmente:
Artículo 6: "Se excluyen de la aplicación de este Decreto, las funcionarias públicas y funcionarios, empleados y empleadas al servicio de los órganos y entes de la Administración Pública con sistemas de remuneraciones y escalas salariales especiales, de conformidad con las exclusiones establecidas en la ley." (Resaltado y subrayado del articulista).
Si aplicásemos una interpretación estricta de este artículo, más las definiciones establecidas en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de la Administración Pública Nacional, la Corporación Venezolana de Guayana (C.V.G.) es un instituto público, que tiene sus estatutos y con capacidad de manejar sus propios ingresos. Pero más allá de las formas legales, el planteamiento que acá hago, no es un planteamiento meramente reivindicativo o legal, sino un planteamiento de justicia social.
Muchos de estos empleados y empleadas que me hicieron llegar esta inquietud, prácticamente están ganando salario mínimo, e incluso de seguir los embates inflacionarios como van, estarán por debajo, esto porque la escala salarial en CVG no es ajustada, porque de acuerdo a la interpretación que se le ha dado por parte de los jerarcas de dicho ente de desarrollo regional y planificación, interpretan que no les toca.
Pero de igual manera, señor Presidente, no me crea, pero para verificar sobre la veracidad o falsedad de estas aseveraciones, investigue y averigüe si lo que acá señalo es cierto o falso. Creo que pudiera llevarse una muy grata sorpresa.
Sin embargo, como buen hijo de nuestro Comandante Inmortal, sé que usted más bien nos sorprenderá a todos y a todas y sorprenderá a ese noble pueblo trabajador de Guayana, cuando luego de sus investigaciones e informaciones, adopte la mejor decisión para ellos y para ellas.
Simplemente estoy utilizando los canales que me dan algunos medios alternativos para publicar algunas opiniones, para de alguna manera llevar la voz de muchos que tal vez no puedan llegarle, para poder hacer justicia social como la soñó Bolívar y por la que tanto batalló Hugo Rafael Chávez Frías.
Reciba un abrazo, mis respetos, y de momento, sin más nada que agregar, le doy un hasta luego, un servidor chavista que siempre estará a sus gratas órdenes.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano
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