Antonia Muñoz
Algunas expresiones que encierran
mensajes moralizantes, consejos, enseñanzas o críticas, con el uso se
convierten en un adagio, proverbio o refrán, que no siendo lo mismo, las
repetimos sin someterlas al mayor análisis, ya que el tiempo y la
costumbre se encargaron de colocarlas en el imaginario colectivo; por lo
tanto, el pueblo las usa en el momento o circunstancia apropiada. Nadie
pondrá en duda la sabiduría que encierran estas expresiones. Hoy
decidimos referirnos a varios temas, pero no queríamos que el mensaje
luciera como una colcha de retazos; por lo tanto, decidimos acudir a una
de estas expresiones que es muy común en mi querido Barlovento; y se
aplica a la gente que se descubre sola, que deja al desnudo sus
verdaderas intenciones, cuando se da por aludida o reacciona en forma
desproporcionada ante un mensaje o una medida, cuya aplicación va
dirigida a todos, pero a nadie en particular. La expresión “el delito
acusa”, tiene una connotación similar a “el que se pica es porque ají
come” o “el que no la debe no la teme”.
Si en una asamblea se observa que uno o
varios miembros de un grupo se oponen a que los participantes voten en
forma secreta para decidir sobre la adopción de una medida o selección
de las o los candidatos para alguna función, cualquiera puede estar
seguro que esa o esas personas esconden un interés o propósito no
expresado abiertamente. Probablemente se trata de alguien que utiliza la
coacción, el chantaje o la amenaza, para controlar la decisión de la
asamblea, pero manteniendo su ropaje y discurso de demócrata.
Actualmente es muy común que gente que se queja de la inseguridad en un
determinado sector, si se despliegan los cuerpos de seguridad y se deja
apostamiento de la Guardia Nacional Bolivariana en el sector, no falta
quien haga la acusación de que se está militarizando el país. Ud. puede
estar seguro que quien así reacciona, no tiene interés o por alguna
razón no le conviene que el Estado controle la inseguridad.
Debería llamar la atención que unas
cuantas voces se hayan levantado en forma virulenta en contra del uso de
capta huellas para realizar un control biométrico y determinar la
frecuencia con la cual cada familia compra los alimentos de primera
necesidad o consumo masivo. Una primera razón para tal reacción es que a
algunos de esos ciudadanos se les terminaría el negocio. Una segunda
razón, es que a más de uno no le conviene que se controle una de las
causa de la escasez y de la inflación. Quienes reaccionaron con
estridencia saben que la medida nada tiene que ver con violación de los
derechos humanos, ni con racionamiento al estilo cubano, ni con
humillación a las y los venezolanos por el uso del capta huellas. Eso es
lo que quieren hacer creer, pero siempre “se les ve el bojote”, porque
el delito siempre acusa. Del mismo tenor, pero todavía más sorprendente,
es la reacción de algunos ante las medidas para controlar el
contrabando de extracción en los estados fronterizos; muy especialmente
en Táchira y Mérida. El contrabando sólo les conviene a quienes se
lucran con ese delito y a quienes lo utilizan para desestabilizar la
economía del país y para sacarle dividendo político. Hay un grupo que
obtienen ambos beneficios: el pecuniario y el político.
Todos sabemos que los recursos
provenientes de la venta del petróleo, son la principal fuente de
financiamiento para el Proyecto de Presupuesto de la Nación. Cada año
las mismas voces de la oposición se levantan para quejarse porque el
Gobierno Bolivariano para elaborar el presupuesto, toma como precio base
del barril de petróleo, 40 ó 50 dólares ($) y en el año 2014 tomó $60,
aún cuando el precio de la cesta venezolana llegó hasta $130 en el 2008.
La oposición acusa al gobierno de querer utilizar el diferencial en
gastos superfluos y sin ningún control, cuando ese excedente, en buena
parte se distribuye en créditos adicionales para los estados y
municipios. Si en el 2008 se hubiese calculado el presupuesto a $ 100 o
más el barril, la situación financiera hubiese sido aún más comprometida
de lo que fue, ya que ese año los precios del barril de petróleo
venezolano tuvieron una abrupta caída. Los voceros de la oposición,
además de alegrarse, hubiesen dicho que quienes manejaban las finanzas
eran unos irresponsables. Así que la verdadera razón para la crítica, es
que ante la caída de los precios del petróleo no se pueda cumplir con
el proyecto de presupuesto, lo cual se utilizaría como bandera de
descalificación para el gobierno.
Definitivamente, en muchas oportunidades
los seres humanos no expresamos nuestros verdaderos deseos, temores o
sentimientos, pero siempre “el delito nos acusa”. En política hay que
tener cuidado para que no se vean estas costuras, y hay que aprender a
dar correcta lectura a lo que se dice, porque en política no siempre lo
que se dice es lo que tenemos en la mente y en el corazón. CHÁVEZ VIVE.
LA LUCHA SIGUE!
San Juan de los Morros, miércoles 22 de octubre de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario