Mirna Sojo.
Quien iba a pensar que ese slogan de los años 50 de la novedosa harina
deshidratada iba a costarnos caro en este siglo XXI. Y con él se nos fue
la memoria de lo que fue la cotidianidad de moler el maíz para hacer
las arepas. Claro, el desarrollo... y no faltará quien diga que queremos
volver “al guayuco”, pero si volver al guayuco significa nuestra
liberación entonces ¡Bienvenido!.
Mariátegui dice que el socialismo nuestroamericano debe ser creación
heroica, es decir un pueblo que se las inventa para asumir los medios de
producción, pero tenemos un gobierno que...cree en el poder popular,
entonces hagamos heroísmo y seamos el bravo pueblo.
Soñamos con empresas, pequeñas industrias (así le decía Simón Rodríguez a
las pequeños acometimientos) regadas por todo el país, en las casas, en
las calles, en las cuadras, en las comunas, en las
barriadas...urbanizaciones...y sigamos contando...
Un espacio limpio, una cocina, un molino, y el insumo principal. El Maíz
Pilao, que puede obtenerse, si nos organizamos bien en algún
establecimiento donde haya un molino que lo pile (existen ya las
máquinas que lo hacen por montones...tecnología popular) y pueda ser
distribuido por los establecimientos de la molienda...
Luego, un espacio donde ese maíz se cocina y se muele (tecnología
popular que ya existe) para que la gente compre la masa. Y si no quiere
la masa se le hacen las arepas envasadas al vacío...en el
firmamento...el la galaxia como la pidamos y al alcance de todos.
La arepa al alcance de todos.
Y... Lorenzo que siga sacando su maíz deshidratado para los paladares solidarios de su burguesía.
Militante del Movimiento Pedagógico Revolucionario (MPR)- Escuela Social Rodrigueana Latinoamericana y del Caribe (ESRLC). Maestra normalista, Licenciada en Educación.
omt991.2@gmail.com
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