Carta a el Jefe en una tarde de sol.

Astrid Valentina.

Ya ha pasado más de un año desde que te fuiste, mira cuantas cosas hemos pasado.

 Nicolas no ha descansado, a veces me provoca abrazarlo desde el televisor, como no puedo, le doy ánimos desde donde estoy y le echo mil bendiciones porque  se ve en su rostro todo el trabajo, cuantas horas sin dormir, cuantas preocupaciones, cuantas cosas, mil cosas en la cabeza !! 

Yo camino por alli y oigo a algunas gentes quejarse y decir vainas, pero siempre sale alguien y es como escucharte, una voz diciendo, reflexionando, dando animos.. Es que tú nos diste conciencia !!

Esta mañana me cai a piñas con un escuálido en el tuiter, le di hasta con el tobo.. Tu puedes creer Comandante que a estas alturas, todavia nos vienen con el cuento de la cubanización ? Se me sube una cosa, asi como un ventarron y comienzo a decirles de todo, se me salen las palabras, hasta por los oídos y no los dejo hablar y hasta me dicen disociada ! Y te lo juro por mi hija que no me importa, lo que piensen esos sin vergüenzas ... Porque mira yo no me puedo quedar callada, aunque sean guarimberos .. no puedo ! Esa gente esta enferma de odio y uno, ay Chavez uno dando esta pelea por puro amor a la patria. 

Te extraño mucho... lo sabes !! Sobre todo tus salidas jocosas, tu verbo fuerte, tu manera tan maravillosa de leer al pueblo, tu sonrisa hermosa y picara a la vez. 

Extraño al Chavez lector, que sacaba un libro y nos leí un párrafo y ese libro lo volvías el primero en ventas a nivel mundial, te acuerdas ? jijiji (me río como tu) 

Esa parte física tuya la extraño mucho, pero la verdad es que en días como hoy

andas por aquí cerquita y entonces te me apareces en cualquier lectura o en ese árbol grandote o el aguacero de anoche con truenos y relámpagos... Siempre eres lluvia y la maravilla de su olor y el rió crecido y ese trueno en la ancho terraplén anunciando el aguacero... 

Te amo mucho Jefe, tu lo sabes... Y sabes también que no he hecho aun lo que me corresponde en esta revolución. por eso te pido sabiduría y te pido me sigas hablando en ese constante realismo mágico que fue, que sigue siendo tu historia ...

Saluda a mi Mamá que también se me aparece en flores morada sencillas y silvestres y en esos apamates que salen de la nada en medio del camino, dile que también  la amo mucho, que no la olvido, que su amor infinito me sigue cuidando en esta distancia de no verlos... Ustedes son mis guardianes en esta lucha revolucionaria que es la vida de verdad. 

Ay Chavez no se como terminar esta carta, porque mi conversa contigo es tan diaria y tan presente que despedirme me parece absurdo, así pues creo que es oportuno un hasta luego y sólo decirte una vez más.. 

Sigamos juntos Comandante, sigamos juntos ... Hasta la Victoria Siempre ! 

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