Luisana Colomine.
Siempre he creído (y lo sostengo) que el mejor Bolívar llevado a la pantalla ha sido el que personificó el lamentablemente desaparecido actor venezolano, Mariano Álvarez, en aquella serie inolvidable, "Bolívar", de la cineasta estadounidense-venezolana Betty Kaplan.
Se trata de una serie producida durante el gobierno del presidente de la República, Luis Herrera Campíns, en 1983, que fue vetadapor considerarse que ese Simón era demasiado "humano". ¡Vaya!. Mariano nos regaló a un Bolívar de carne y hueso, flaquito y enjuto, apasionado y enamorado, que se arrechaba como cualquier mortal, que podía dictarle a su edecán hasta cinco y seis cartas al mismo tiempo sin perder el hilo de ninguna y que lloró como nadie la muerte del Abel de América, Antonio José de Sucre, el "inmaculado". Un Bolívar muy distante al de esa voz acartonada y reverberante de los avisos oficiales. Mucho tiempo después el presidente Hugo Chávez ordenó desempolvar la producción y la volvieron a transmitir por VTV canal 8. En este post cuelgo uno de sus capítulos.
Hoy vimos "Libertador", del cineasta venezolano Alberto Arvelo y con actuaciones realmente memorables. Una superproducción para la cual se unieron Venezuela ( Producciones Insurgentes) y España (San Mateo Films), con la cooperación de nuestra Villa del Cine y la musicalización de Gustavo Dudamel.
El joven actor Edgar Ramírez, hizo su mejor esfuerzo. Personificar a Simón Bolívar es de las cosas más difíciles que se le pueden exigir a un actor, especialmente por lo que significa El Libertador. Edgar logra un personaje de fuerza, humano y carismático en casi toda la cinta aunque a veces se debilita, pero sólo por momentos. Además, físicamente no se parece en nada a ese hombrecillo pequeño que nos han pintado. Ramírez (que está como quiere) es todo lo contrario al Bolívar que la historia nos ha mostrado, pero eso, más bien, abona al film. Francamente no molesta y uno hasta se olvida del Bolívar que excelsos pintores nos legaron.
María Teresa
En casi ninguna película sobre El Libertador se habían ocupado de su única esposa, María Teresa del Toro, y esta vez, Arvelo recrea esa historia con una plasticidad que enternece, mostrando a dos jóvenes enamorados que pronto la desdicha sorprende.
Dos cosas destaco de este trabajo: el paso de Los Andes, de un dramatismo que impacta y emociona, y la Batalla de Boyacá. Excelente fotografía, paisajes de ensueño, muy buenas actuaciones, en especial de Francisco Denis (Simón Rodríguez), Erich_Wildpred (Antonio José de Sucre) y Juana Acosta (Manuela Sáenz). El que no me convenció fue Manuel Porto (Francisco de Miranda) porque no disimuló su acento cubano.
La película sugiere que Simón Bolívar fue asesinado y que la tuberculosis es producto de un rumor difundido por sus enemigos (para justificar su temprana muerte). Arvelo deja allí la duda (la misma que tuvo Chávez).
Libertador es un canto de libertad y de amor Nuestroamericano, con sentido nacionalista y que además permea a otros países latinoamericanos, dejando claro el ideal bolivariano. Sin duda, Alberto Arvelo logra transmitir el sentimiento patriótico, muy venezolano. Es una excelente producción para verla varias veces. Orgullo del cine venezolano. ¡No se la pierdan! (Olviden “Pelo Malo”)
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