Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
Los obreros de SIDOR están en huelga, piden mejoras, retroactivos. La fábrica está paralizada, las noticias copan la prensa, nunca se vio tanta energía y decisión de estos dirigentes, nunca le hemos oído una defensa del gobierno revolucionario, de la Revolución, del Socialismo, sólo aparecen para cumplir su papel de gestores de su mundito.
SIDOR es una alerta para la rectificación de la filosofía, de las grandes líneas de la Revolución, es una señal de que algo anda mal, muy mal en el diseño, y debe ser corregido. Veamos.
Lo que demuestra SIDOR es que las formas económicas y sociales parceladas, fragmentadas, necesariamente se enfrentan a los intereses de toda la sociedad, son apoyos para el capitalismo. Lo que hacen esos líderes sindicales, que dicho sea de paso, son legítimos, es comportarse de acuerdo a la tradición, no podía ser de otra manera, la Revolución no educó a esos obreros en otra visión de la realidad, los dejó consumirse en el egoísmo propio del sindicalista tradicional: luchar por reivindicaciones, y el economicismo. No supo la Revolución elevarlos a su papel histórico, a líderes de la clase obrera y no de un puñito de obreros, a su papel de ser puntales del cambio social. En resumen,los dejamos en manos de la espiritualidad capitalista.
Eso debe ser rectificado, el fundamento de la práctica revolucionaria debe ser revisado. Lo que pasa en SIDOR, es reflejo de lo que pasará en el resto de la sociedad, cada segmento luchando por sus intereses, y al final, en la cumbre de esta rapiña, aparecerá el temido “estallido”, que no es otra cosa que la suma de esos egoísmos llevados a la desesperación, al paroxismo.
Es necesaria la organización social, nacional, de la economía y de la espiritualidad. Acabar con los espejismos de unidades económicas aisladas, como SIDOR, o las comunas, o los consejos comunales, que funcionan como unidades enfrentadas a la sociedad toda. Es necesario un tejido económico-social-espiritual que abarque a toda la Sociedad, sólo así, la sociedad será dueña, conductora de su destino, eso es en pocas palabras el Socialismo.
Por supuesto, que nuestras veleidades, coqueteos con el capitalismo, influyen en lo que pasa en SIDOR, y con lo que pasará en las Comunas, en los Consejos Comunales, y con lo que ya pasa en las candidaturas a alcalde. El capitalismo sea de donde sea, trae consigo una forma egoísta, mezquina, competitiva, de relacionarse los hombres, prestigia las salidas individuales, desconoce a la sociedad. Esa es la espiritualidad hegemónica en esta sociedad, no hemos podido ni querido superarla, de esa superación depende el destino de esta Revolución.
SIDOR es un toquido de alarma para rectificar, aún hay tiempo, pero no es mucho, pero sin rectificar estamos condenados a la derrota. No hay dinero que valga, que alcance para calmar las apetencias patológicas, seremos victimas del egoísmo que nosotros mismos estimulamos. Ya se siente el rumor de los lobos insaciables.
Sin rectificar, si seguimos con una sociedad fragmentada, egoísta, todos los problemas se amplificarán, no tendrán solución. Un simple desabastecimiento tambaleará al gobierno, una oportunidad de apropiarse de unos dólares producirá una estampida hacia el exterior, una dificultad pequeña y pasajera, será motivo para agredir a la Revolución, una apetencia monetaria será excusa para tirar por la borda la esperanza, el gobierno revolucionario será bueno mientras sea proveedor.
Es necesario rectificar, aún hay tiempo… los dirigentes tienen la palabra, háganlo ahora, o lloremos mañana en el stadium nacional.
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