ERNESTO VILLEGAS POLJAK.
Es competencia de la Alcaldía Metropolitana de Caracas coordinar y planificar políticas públicas de protección y saneamiento ambiental. Un eje de acción fundamental de nuestra gestión será la construcción de una política pública integrada y coordinada para el tratamiento y aprovechamiento de desechos sólidos entre los cinco municipios del Área Metropolitana de Caracas y el Ejecutivo Nacional
Es competencia de la Alcaldía Metropolitana de Caracas coordinar y planificar políticas públicas de protección y saneamiento ambiental. Un eje de acción fundamental de nuestra gestión será la construcción de una política pública integrada y coordinada para el tratamiento y aprovechamiento de desechos sólidos entre los cinco municipios del Área Metropolitana de Caracas y el Ejecutivo Nacional.
Hablamos de aprovechamiento porque tenemos el reto de incorporar políticas de reciclaje de desechos plásticos, metálicos y orgánicos que en vez de ser desechados, puedan ser reutilizados para fines armónicos con nuestro maltratado planeta. Para ello se requerirá aplicar un plan piloto que contemple, entre otros aspectos, la disposición suficiente y el mantenimiento de contenedores identificando áreas problemáticas de la ciudad, garantizar el barrido y la limpieza permanente de calles y veredas y aumentar la eficiencia en la recolección. Se necesita generar un cambio cultural para que desde hogares, escuelas y demás instituciones públicas y privadas se comience a clasificar los desechos y logremos una disposición final que preserve el ambiente y mejore nuestra calidad de vida. Una política en este sentido nos asoma una oportunidad económica: la generación de fuentes socioproductivas. Hay que comenzar a ver cierta basura no como material de desecho, sino como material de provecho. Mi papá, campesino de los Valles del Tuy devenido en albañil en Caracas, recogía cuanto clavo doblado se le atravesaba en el camino. Luego, en casa, se ponía junto con sus hijos -nosotros- a enderezarlos con un martillo. De ese modo, nos decía, el clavo recuperaba su valor de uso. Fue, quizá, mi más temprana experiencia en materia de reciclaje.
La tarea es compleja, pero con voluntad política y diálogo sincero, sin agendas de antagonismo irracional, generaremos una gestión participativa en función de mejorar la calidad de vida de las caraqueñas y los caraqueños.
@VillegasPoljakE
Hablamos de aprovechamiento porque tenemos el reto de incorporar políticas de reciclaje de desechos plásticos, metálicos y orgánicos que en vez de ser desechados, puedan ser reutilizados para fines armónicos con nuestro maltratado planeta. Para ello se requerirá aplicar un plan piloto que contemple, entre otros aspectos, la disposición suficiente y el mantenimiento de contenedores identificando áreas problemáticas de la ciudad, garantizar el barrido y la limpieza permanente de calles y veredas y aumentar la eficiencia en la recolección. Se necesita generar un cambio cultural para que desde hogares, escuelas y demás instituciones públicas y privadas se comience a clasificar los desechos y logremos una disposición final que preserve el ambiente y mejore nuestra calidad de vida. Una política en este sentido nos asoma una oportunidad económica: la generación de fuentes socioproductivas. Hay que comenzar a ver cierta basura no como material de desecho, sino como material de provecho. Mi papá, campesino de los Valles del Tuy devenido en albañil en Caracas, recogía cuanto clavo doblado se le atravesaba en el camino. Luego, en casa, se ponía junto con sus hijos -nosotros- a enderezarlos con un martillo. De ese modo, nos decía, el clavo recuperaba su valor de uso. Fue, quizá, mi más temprana experiencia en materia de reciclaje.
La tarea es compleja, pero con voluntad política y diálogo sincero, sin agendas de antagonismo irracional, generaremos una gestión participativa en función de mejorar la calidad de vida de las caraqueñas y los caraqueños.
@VillegasPoljakE
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