miércoles, 20 de febrero de 2013

Viveza criolla, falta de supervisión e impunidad: una combinación explosiva.


ANTONIA MUÑOZ.


Hoy necesito escribir sobre las causas y las consecuencias de la llamada devaluación por unos y “ajuste cambiario” por otros. Estoy en problemas, porque al no ser conocedora de la materia económica, no me siento capaz de tomar posición en este asunto, que hasta discusión semántica pudiera generar. Les aseguro a mis lectores que no me gusta escribir sobre materia que no domino, pero también les confieso que necesito opinar  para  hacer algunas preguntas que me revolotean en la cabeza y para hacer unas sugerencias por si sirven de algo. Recordando a mis viejos, digo yo aquí en mi ignorancia, que la  excesiva vivarachería criolla ya pareciera estar influenciada  por tanta perversidad capitalista, que ha logrado trastocar en lo más profundo nuestra idiosincrasia, por lo que en nuestra cada vez mayor adoración por el Dios dinero nos importa poco el daño que le hacemos a la Patria. Ante tanta impotencia  me provoca decir con el poeta peruano Carlos Garrido Chalén: No SE LEER PERO ME ESCRIBEN /los productores del campo que no entienden/ cómo es que éllos que invierten y esperan/ reciben 15 por un kilo/ y quienes no arriesgan casi nada/ obtienen más ganancias…rolo è vivos
 Quienes estamos medianamente informados sabemos que con  dólares asignados por CADIVI, para supuestamente realizar una actividad lícita, como enviar remesa a familiares estudiando en el exterior o realizar viajes de negocio o de placer, más de un vivaracho se ha enriquecido. Algunos se dedican a robar al país como agentes viajeros, por lo que su oficio es contratar “turistas de mentira”, a quienes le pagan el pasaje y parte de los dólares correspondientes a los gastos y el resto lo venden a precio usurero en el mercado paralelo. Otros se dedican a importar  lo que sea, y por supuesto no importan un carrizo, o lo hacen parcialmente y especulan con los dólares sobrantes. Por otro lado, tengo testimonios de personas que de verdad trabajan con productos importados y según éllos han tenido dificultad para obtener los dólares que asigna CADIVI y se ven en la necesidad de comprar divisas en el mercado paralelo, donde las y los vivarachos descritos anteriormente venden a precios usureros los dólares obtenidos con trampas, disfrazadas de actividad lícitas. Este es uno de los tantos mecanismos usados por venezolanos inescrupulosos para desquiciar la economía.
Ante esta realidad, uno se pregunta ¿No habrá alguna forma o  manera de hacerle un seguimiento a quienes se les asigna dólares de CADIVI para una actividad comercial lícita cualquiera? Supongamos que los dólares son asignados para importar repuestos de vehículos o piezas de rodamiento que no se fabrican en el país. Es posible saber cuánto cuesta la mercancía en el país de origen; por lo tanto es posible fijar el precio máximo de venta al público si se establece una ganancia razonable, por encima de la cual, al importador se le considera usurero  y se le aplica la ley sin contemplación. Todos estamos de acuerdo con que se combata el burocratismo y que se aplique aquello de la simplificación de los trámites administrativos: También estamos de acuerdo que no se obstruya y haga paquidérmica la administración con controles excesivos e innecesarios. Sin embargo ¡No puede ser que  a todo se le encuentre la vuelta para hacerle trampa al Estado venezolano y desquiciar la Economía del país y a los responsables nunca les pase nada¡
Finalmente, preocupa que con la nueva tasa de cambio la historia vuelva a repetirse. ¡No veo las razones para que los parásitos de siempre no continúen en sus andanzas¡ NO SE LEER PERO ME ESCRIBEN/ los venezolanos que aman a esta Patria/ y se preguntan si  será la impunidad / que no deja que Venezuela salga de estas lacras. Con la aplicación estricta de las acciones y nuevas medidas económicas, ¡Viviremos y venceremos!


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