Lucero Benítez.
Néstor Francia en su más reciente artículo decía “¿Podemos imaginar algo más ineficiente que un gobierno que para tomar sus decisiones espere a reunir a todo el mundo en todas partes todo el tiempo a fin de consultarles cada paso que dé?” Y escribo este artículo de respuesta para decirle que difiero completamente de su opinión. En un proceso revolucionario y en un proceso de transición al socialismo, el ejercicio democrático constituyente debe ser permanente, es el pueblo trabajador quien debe discutir todas las grandes decisiones económicas que se tomen en el país, pues somos nosotros quienes sufrimos de manera más directa las consecuencias de este tipo de medidas.
Si hubo algo en lo que Chávez marcó y ha marcado diferencia con respecto al resto de los gobernantes de la historia de este país, ha sido en su convocatoria a la reactivación del poder constituyente, del poder originario, de la discusión democrática de cómo, quiénes y de qué manera se gobierna este país. Si lo vemos desde el punto de vista de la historia contemporánea, el proceso constituyente de 1998 y 1999 ha sido uno de los mayores cambios en la cultura política y por supuesto, en el sistema político que ha tenido Venezuela.
Aún cuando no se mencionaba la palabra socialismo por ninguna parte, debemos afirmar que ese hecho ya de por sí fue una Revolución sólo por ir firmemente en contra de todos los parámetros de la democracia burguesa representativa que había estado instalada en este país por 40 años. Una Revolución en el Régimen que dio paso a la nueva Constitución Bolivariana: con Referendo "previo y posterior".
Y por si no fuera poco el reactivar el poder constituyente y otorgarle a este pueblo bolivariano la capacidad de decidir sobre todos y cada uno de los aspectos tácticos y estratégicos del país, el mismo Chávez se sometió de nuevo a una elección presidencial.
A partir de ese momento en la cabeza de todas las personas de este país se instaló que aquí las grandes decisiones las tomábamos en discusión y debate con el pueblo trabajador. Ya no resultaban tan importantes las declaraciones de altos funcionarios o intelectuales, importantes resultaban las asambleas donde opinaba la misma gente que salió el 27 de Febrero a luchar en contra del puntofijismo.
Le recuerdo a Nestor Francia que ya hace más de diez años tuvimos una experiencia de debate constituyente donde discutimos todo y decidimos todo, y salimos después de eso plenamente fortalecidos con un pueblo civil y uniformado que se dispuso a dar la vida por Chávez, que lo rescató, reordenó el proceso revolucionario e hizo otra revolución a fuerza de confraternización, movilización, debate y democracia directa constituyente. Y seguro estarían en puerta otros 13 de abril de presentarse una situación parecida. A mi parecer, quienes tienen suficiente criterio para dar la vida por este proceso revolucionario y por Chávez, y no enconcharse y huir en tiempos de enfrentamiento (como hicieron muchos), son quienes tienen suficiente autoridad como para decidir: el Pueblo Bolivariano a la vanguardia como expresión de una mayoria del Soberano, el Poder Originario. Sólo así, recuperando las claves constituyentes del proceso bolivariano, garantizaremos la unidad y la fuerza necesaria para darle continuidad a la revolución.
¡TODOS SOMOS CHÁVEZ Y TODOS DECIDIMOS!
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