jueves, 21 de febrero de 2013

Chávez de carne y hueso.

ASALIA VENEGAS S.


La máxima felicidad posible se sintió en el país entre el viernes y el lunes pasados
La máxima felicidad posible se sintió en el país entre el viernes y el lunes pasados. El pueblo batallador, que soportó estoicamente 70 días de ataques mediáticos, donde lo peor de la imaginación necrofílica opositora afloró, salió a las calles en todas las regiones a reír, a llorar de alegría, por el retorno de nuestro Presidente al suelo patrio.

Previo a su sorpresiva llegada, en la madrugada del lunes, voceros del Ejecutivo presentaron el viernes cuatro fotos del Presidente en La Habana, en compañía de sus hijas mayores, que desataron sentimientos negativos de la derecha radical opositora y de los medios que les sirven de vías de expresión. Esta derecha, desesperada, ha pedido la fe de vida de H. Chávez, oír su voz, un video, que escriba, todo como subterfugios en el plan desestabilizador que adelantaron.
El Nacional puso el sábado en su mancheta: "Fotomentira". El Universal reportó: "Del photoshop al show de las fotos". Tal Cual regurgitó y escribió en primera página: "Fotos insensatas". Antes, Las Verdades de Miguel había titulado, también en primera página: "¿Por qué mienten? Chávez no vuelve a Miraflores". Esta derecha obtusa manipula a los estudiantes manitos blancas que hicieron huelga de hambre en la OEA y protestaron frente a la Embajada de Cuba.

Los manitos blancas llaman a su acción: "Operación soberanía contra la injerencia cubana en el país". Los más disociados, agrupados en una junta patriótica, con Pablo Medina a la cabeza, publican desde hace días costosísimos avisos bajo el lema "Fuera la ocupación cubana de nuestra patria". Tal Cual editorializa y acusa a los chavistas de hacer de la enfermedad del presidente una "piñata mediática". Piñata la de ellos y totalmente ciegos, no logran dar con el objetivo.


Ni show, ni photoshop; ni fotos falsas o insensatas, ni retoques, ni ausencias absolutas, ni pruebas de ADN. La oposición se quedó de una pieza. Tendrá que tragar grueso. Todas sus especulaciones y conjeturas, sus perversos deseos necrofílicos por una tal transición, se cayeron. H. Chávez regresó, está acá. La euforia del pueblo es indescriptible. Es la conciencia hecha amor por un hombre que ha dado todo por su pueblo. Sí. Chavezcandanga se disparó ese día. Llegó a los 4 millones de seguidores.
Periodista/Profesora UCV

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