domingo, 6 de mayo de 2012

Estamos obligados a ver lo que no se ve.


ANTONIA MUÑOZ


En su alocución al país, el 30 de abril del 2012, con motivo de anunciar la aprobación de la Ley Orgánica del Trabajo (LOT), el Presidente Chávez en un momento dejó de dirigirse sólo al país en general, y con tono de enérgico se dirigió muy particularmente a los partidos de la revolución y al Gran Polo Patriótico. Habló del peligro que representa el imperio norteamericano para la Revolución Bolivariana y la necesidad de conjurar tal peligro. En este sentido, textualmente expresó lo siguiente: “No perdamos de vista esto: No se trata sólo de la organización del partido, de los partidos, del Gran Polo patriótico, del Registro Electoral, de la capacitación de los testigos, de las mesas, de ir a votar. No se trata solamente de eso. Debemos ser capaces de ver lo que no se ve a simple vista y de neutralizar el plan imperial. Desde ya nosotros alertamos y estamos alertando a los países hermanos de este continente, del Caribe, de Centro América, de Sur América y otros países, otros gobiernos más allá de Asia, de África acerca de este plan, al que hay que desenmascarar, enfrentar y derrotar por toda la línea y asegurar la paz de Venezuela. Con el favor de Dios y el esfuerzo de todos nosotros habrá paz en Venezuela, y continuaremos el programa de Desarrollo Integral, el proyecto Nacional Simón Bolívar; es decir; el desarrollo del Proyecto Constitucional…
El Presidente nos llamó a no dedicar todo nuestro tiempo, a no poner todos nuestros sentidos en prepararnos para unas elecciones presidenciales. El Presidente nos alertó sobre el plan B de la oposición venezolana para el 7 de octubre, donde jugará un papel estelar su jefe imperial, que detrás de bastidores siempre planifica y ejecuta. Nos referimos al halcón del norte, siempre al acecho para hincarle sus potentes garras a todo país con gobierno progresista que cometa la osadía de pretender salir de su tutela, de caminar con sus propios pies. Ante la creencia que estamos compitiendo con unos partidos con talante democrático, mucha gente pudiera creer que el peligro no existe. En este sentido tendríamos que preguntarnos, ¿Cómo prepararnos contra un zarpazo del imperio norteamericano? Necesario es conocer al enemigo y sus mecanismos de acción.
El Presidente nos recuerda sin mencionarlo expresamente, que como nos dijera Bolívar: Unidos seremos invencibles. Sin duda el Presidente nos sugiere que les informemos a los países de latino América y el Caribe, con quienes desde siempre hemos compartido lazos de hermandad, ahora potenciados y concretados con múltiples proyectos integracionistas, de la situación política en cierne. Los hermanos somos hermanos, los vecinos somos vecinos en las buenas y en las malas; por lo tanto, está demás decirles a los países del Alba, de UNASUR, de PetroCaribe, de la CELAC que contamos con su solidaridad activa. El Presidente nos pide que formalmente enteremos al mundo todo, con quienes tenemos y con quienes no tenemos relaciones comerciales; con quienes tenemos simplemente relaciones diplomáticas, que nuestro Proyecto Bolivariano está seriamente amenazado por el país, que como advirtiera nuestro Libertador en 1829, “parece estar destinado por la providencia a plagar la América toda de miseria en nombre de la libertad”.
Internamente, sin ser alarmistas ni parecer paranoicos, estamos obligados a informar a los militantes de la Revolución Bolivariana y a la población en general, sobre los planes desestabilizadores de la oposición, siempre dirigidos por sus jefes del norte. Utilizar diversos mecanismos para que la ciudadanía entienda que como en el 2002, los Medios de Comunicación privados serán los grandes instrumentos usados para magnificar y tergiversar cualquier falla, conflicto o situación que enfrente el gobierno bolivariano desde el nivel nacional hasta el comunal.
Como el primer paso para solucionar un problema es: identificarlo y reconocerlo, se hace necesario que los ciudadanos comunes y corrientes entiendan cómo actúa los Estados Unidos. La forma más didáctica y aleccionadora es permitiendo que la ciudadanía conozca a través de películas y videos cómo ha actuado con sus vecinos, ese país desde que existe. Lo que se busca es que las y los venezolanos concluyan que “cuando veamos la barda (cerca de madera) o barba (como decimos en Venezuela) de nuestros vecino arder pongamos la nuestra en remojo. Simplemente hay que conocer al enemigo y saber cómo actúa, para que no andemos por ahí de “come flores”, creyendo que el imperio no existe. El imperio existe, no tiene amigos sino intereses, pero lo que si tiene son unos tremendos colmillos y muerde duro cada vez que necesita apropiarse de los recursos naturales, renovables o no renovables del país elegido. Cada vez que un país de cualquier parte del mundo se le ocurre tratar de ser soberano. Ellos no creen en autodeterminación de los pueblos, ni en democracia ni en nada que no sean sus propios intereses.
Finalmente, por ahora, es necesaria la unidad del pueblo revolucionario para enfrentar con fuerza ideológica los embates de la oposición golpista y su patrono el imperio norteamericano, quienes tienen entre sus planes salir de la Revolución Bolivariana. En este sentido, nos permitimos recordar que la unidad del pueblo revolucionario no se decreta, sino que se construye con respeto y reconocimiento del otro. Así mismo, el uso del poder para servir obedeciendo en función de las necesidades más sentidas del pueblo, crea un lazo de afecto indestructible entre el pueblo y su gobierno. Este lazo de amor, respeto y reconocimiento entre el pueblo y su líder existe desde el por ahora del 4 de febrero de 1992 y se ha venido fortaleciendo con las acciones del líder en el tiempo. Nos toca a los seguidores y equipos políticos de la revolución demostrarle al pueblo venezolano, que lucharemos por defender el poder que éllos nos han delegado, porque lo necesitamos para servirle y darle sustentabilidad en el tiempo al Proyecto Bolivariano.
San Juan de los Morros, 02 de mayo de 2012.

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