Roberto Hernández Montoya
No sé qué burrada ha cometido hoy el majunchismo porque esto lo escribí ayer. Pero nuestra oposición, lo peor que tiene el gobierno, nos ha entrenado para no menos de una diaria. Las mujeres votarán por el candidato porque es «chocolate nuevo», tira en la basura unas cartas de solicitud de ayuda, esconden encuestas, los europeos no usan desodorante, etc.
¡Regresa, Rosales, estás perdonado! Rosales metía la pata, pero al menos dejaba correr más tiempo entre necedades. Los demás candidatos también eran escasones, pero divertían con humor tosco, como María Corina Pocahontas Machado o el proctólogo Pablo Pérez.
Los políticos de la IV República, Betancourt, Leoni, Caldera, no metían la pata tan seguido. Rómulo Betancourt usaba un vocabulario exuberante y provocador, pero no rodaban tan feo, salvo cuando dijo «disparen primero y averigüen después» o «hay que distraer al ladrón mientras llega la policía». Padre de la Democracia. Caldera escribió de su puño y letra avocar cuando correspondía abocar. Con dos agravantes: era jurista y académico de la lengua. Jamás aceptó el yerro porque ha sido el único venezolano infalible. Lusinchi confesó que «nos engañó la banca» en el «mejor refinanciamiento del mundo» y «a mí no me jodes tú». Pero eran burradas salpicadas, no diarias ni tan tupidas.
Porque no solo la riega el candidato, sino sus aláteres. María Corina amenaza con quitar el apoyo de Pdvsa a Pastor Maldonado y después lo niega a lo descarado. Pero su pirómano jefe de campaña dice que celebrar el triunfo de Pastor es cosa de idiotas. Impecable.
La oposición ha obrado varios portentos: ha demostrado que el ser humano sí es capaz de perfección y que la perfección es perfectible. Y ha aportado al ajedrez un lance que nadie ha logrado desentrañar: el autojaque mate. Esta burrada de Pastor es perfecta, difícilmente se pueda hallar otra peor, como cuando dijeron para el Referendo de 2004 que solo aceptarían el veredicto de la OEA y del Centro Carter, y ambos fallaron en favor del Presidente. O cuando los manitas blancas y nalgas ventiladas fueron a la Asamblea Nacional y salieron corriendo largando el guion. Tres momentos de perfección que solo podrá superar la oposición. Naufragio sin fin.
Y todavía falta trecho hasta el 7 de octubre…
roberto.hernandez.montoya@gmail.com
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