El frente sindical del PSUV admite en una manifestación de calle la inutilidad de la CVG para resolver el tema de las contrataciones colectivas vencidas y las inversiones. Los dirigentes repudiaron la posición del ministro Ricardo Menéndez de condicionar la negociación contractual a la productividad de las empresas, cuando estas atraviesan su peor estado operativo. Exigen al funcionario que se abra al diálogo con los sindicatos.
crangel@correodelcaroni.com Fotos Demetrio Karaindros Durante tres horas los dirigentes de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores lanzaron críticas en medio de la calle contra el ministro de Industrias, Ricardo Menéndez. En un semicírculo en los alrededores de la redoma de Bauxilum (mejor conocida como La Piña), decenas de trabajadores, en su mayoría sidoristas y dirigentes de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT), dedicaron su discurso a reprender al sucesor del ex ministro de Industrias, José Khan, quien -la semana pasada- invitó a los trabajadores a sobreponer el interés nacional sobre los reclamos reivindicativos. Ya el sábado se había pronunciado de “emergencia” un sector de la central, escandalizado por la orden ministerial de posponer la discusión de los contratos colectivos hasta que las empresas recuperen su productividad. Un discurso reiterado por el Ejecutivo y definido con crudeza el 15 de mayo de 2010 por el presidente Hugo Chávez: “A mí me daría pena estar reclamando dividendos de unas empresas que no dan dividendos, yo no lo haría, aun cuando están firmados en contratos colectivos. ¡Cómo van a estar pidiendo dividendos, donde no los hay, chico!”, dijo en Alcasa, en el bautizo del control obrero frente a los mismos protestantes de este lunes. Aquella reprenda del “comandante” incluyó un exhorto a renunciar a los beneficios: “¡Qué van a estar cobrando, chico, si lo que dan son pérdidas!”. Dos años después a la dirigencia le asombra el planteamiento ministerial. Sacrificados La diferencia, señalaron algunos líderes en la protesta, radica que en los últimos cinco años los trabajadores lo han dado todo. “Nos han pedido paciencia y hemos tenido paciencia, nos han pedido conciencia y hemos tenido conciencia”, señaló Leandro González, de Refractarios Orinoco. La tolerancia -expusieron- está llegando al límite. Algunos voceros dicen estar conscientes de que, en la condición en la que están las empresas, es inviable una discusión contractual. De manera que lo que reclaman no es la discusión de las 11 convenciones colectivas vencidas, sino la consideración de la central para un debate sobre las condiciones de una nueva prórroga. El sábado, cuando el presidente de la central, Antonio Rivas, replicó al planteamiento ministerial, se le preguntó: - ¿Cuál es la diferencia entre el escenario de sacrificio planteado por el presidente Chávez en el 2010 y ahora, cuando la industria está operativamente peor? - ¿Cuántas reuniones hicimos con El Chino Khan, buscando, presentando alternativas? ¿Cuántas hemos hecho con Menéndez? Ni una. Esa es la diferencia, que las decisiones con El Chino eran con los sindicatos, fue consensuado (…) Si algo tienen los trabajadores de las empresas es conciencia, que entendemos: ‘¿un contrato colectivo? ¿y cómo está la empresa?’, bueno… Ok, pero sentémonos y que sean los trabajadores quienes decidan, no un carajo con una varita. ¡No, así no! Los pecados capitales del ministro, por ahora, se circunscriben a la decisión “unilateral” de nombrar a Franco Díaz como presidente de Venalum y la reciente declaración sobre los contratos colectivos. Las decisiones inconsultas asumidas por el Ejecutivo, tal parece no sólo afectan a la dirigencia sino al presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), Rafael Gil Barrios, con quien la dirigencia fijó posición en el nombramiento del dirigente Ángel Marcano, como presidente de Alcasa. “Podemos irnos a CVG pero nadie nos va a parar y ¿saben por qué? Porque la CVG es otro elefante blanco y el compañero Gil Barrios (presidente de la CVG) no juega ningún papel ahí ya, porque todo lo están direccionando desde Caracas y allí no hacemos nada”, expuso Rivas. Pregón obrerista Y aunque todos los reclamos estuvieron dirigidos hacia el ministro, ninguno de los directivos planteó directamente su destitución; sólo un dirigente de Orinoco Iron, Raúl Bastardo, condicionó el apoyo al presidente Hugo Chávez: “Nosotros le vamos a dar el apoyo al presidente Chávez el 7 de octubre, pero él también nos tiene que dar el apoyo para sacar al ministro”, dijo. Los dirigentes señalaron a un grupo que, para congraciarse con el ministro Menéndez, intentan desconocer a los sindicatos. “Esquiroles”. Así les llamó el coordinador nacional de la central, José Gil, quien hizo referencia a la presencia de traidores dentro del movimiento sindical, sectores que –acusó- están buscando la eliminación de los sindicatos. Gil insistió en una idea: la creación de Ministerio de los Trabajadores. Bueno es un gobierno obrerista, dijo, pero mejor es un gobierno de los trabajadores. La dirigencia sindical se despidió con la amenaza de un paro general si no son tomados en cuenta. “Apenas estamos enseñando los dientes, es solamente enseñarle los dientes porque para el próximo evento le vamos a sacar el tajo (…) vamos a ver si el carajo es más arrecho que los trabajadores de Guayana”, cerró Rivas. EN AGENDA La Central Socialista de Trabajadores convocó a toda la dirigencia a una reunión para hoy, a las 9:00 de la mañana, en la sede del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera Orinoco (Sintraferrominera).El objetivo es definir una agenda conjunta para las próximas movilizaciones que darán en la ciudad. |
martes, 29 de mayo de 2012
Sindicatos oficialistas arremeten contra Ministerio de Industrias.
Etiquetas:
Control Obrero,
Trabajadores en Lucha
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