miércoles, 7 de septiembre de 2011

Caos en el Sur de Venezuela Caso MINERVEN, en la agenda de “El Guayanazo”

*Yasmin Chauran



En mayo de este año, en el marco del Encuentro Nacional por el Control Obrero y los Consejos Socialistas de Trabajadoras y Trabajadores realizado en SIDOR, fui entrevistada por la camarada periodista Osly Hernández, para el programa Dando y Dando. En esa oportunidad, denuncié públicamente que la agenda desestabilizadora de la derecha en el Estado Bolívar estaba encaminada a una explosión social-laboral que perseguía un “Guayanazo”, con la clara intensión de minar el camino hacia la reelección del camarada Chávez en el 2012.

A cuatro meses de aquellas afirmaciones, ha quedado demostrada la veracidad de las mismas, pero responsablemente debo reconocer que hay un error de forma en el análisis político desarrollado. Inicialmente se planteaba que era la derecha exógena quien liderizaba esta agenda, apoyada directa o indirectamente por la derecha endógena; esa que se encuentra enquistada en altos niveles de poder político y económico dentro de nuestro partido (PSUV) y/o dentro del Gobierno.

Pero ahora está meridianamente claro que la situación es más grave de lo denunciado, pues la agenda desestabilizadora desarrollada por los operadores políticos y peones de estos grupos en ALCASA, VENALUM, Ferrominera Orinoco, SIDOR y MINERVEN no dejan lugar a dudas que se trata de una agenda siniestra y criminal planificada, dirigida, ejecutada y supervisada por estos sectores infiltrados en nuestras filas revolucionarias; y lamentablemente en ellos se encuentran desde ministros y funcionarios regionales, pasando por la complicidad de algunas alcaldías, hasta “sindicalistas” de carrera, que se prestan para confundir y manipular a una parte de la clase trabajadora.

Esto explica los paros injustificados en ALCASA, con pérdidas millonarias para la región y el país, con el apoyo directo y público de las autoridades regionales “cooptadas” del PSUV. El saboteo y secuestro de la propuesta del Control Obrero en VENALUM causando una desmoralización sin precedentes a la clase obrera y creando condiciones para paros criminales y costosos. La violencia en los portones de FMO hasta lograr el lamentable asesinato de un trabajador. Los ataques a la gestión revolucionaria y al avance del Control Obrero en SIDOR, pasando por la defensa velada de la mafia de las cabillas. Los más de 180 días de paro en MINERVEN, en los últimos 2 años, perpetrados por sindicalistas inescrupulosos, algunos de los cuales no han ocultado su vinculación directa con sectores de oposición (particularmente con Andrés Velásquez). Y todo esto ocurre en el estado con el principal potencial para la economía no petrolera del país, y con un ministro que intentaba estar bien con los sectores revolucionarios y también con los reaccionarios, hasta que finalmente se decidió por los últimos; al menos ya la situación está más clara.

Aunque cada uno de estos casos, y otros de menor impacto político, permitirían escribir un libro, el caso MINERVEN activa todas las alarmas revolucionarias. No sólo lograron disminuir la producción a niveles impensables a fuerza de paralizaciones nada “cívicas”, pues los tiroteos, quema de vehículos de la empresa y violencia física a trabajadoras, trabajadores y consejos comunales fueron parte permanente de su agenda, sino que también utilizaron al PSUV, valiéndose de sus cargos “cooptados”, para convocar a parte de nuestra militancia de base en su objetivo de destituir a un presidente de empresa, sólo para ubicar otro que les resultara menos incómodo. Pero lo peor, estaba por venir con la Comisión Interventora, pues el ministro mago (aparece y desaparece sin dar tiempo de reacción alguna), se prestó para entregarles en bandeja de plata o más bien “de oro”, la dirección de esta empresa tan estratégica a un grupo de tomistas desestabilizadores, que tienen como misión desarrollar la agenda contra la reelección del camarada Chávez, aunque digan otra cosa.

Si alguien tiene alguna duda, debe trasladarse a MINERVEN y ubicar en la Gerencia de Personal una lista de 500 trabajadoras y trabajadores que están siendo objeto de amenazas de despido, sólo por haber defendido la empresa durante los paros criminales. Se ha desatado en Minerven una auténtica persecución sobre quienes no apoyan la actual administración por considerar que muchos de quienes hoy dirigen la empresa son los responsables del caos en que se encuentra, y lo más grave, es que todo esto lo hicieron y lo siguen haciendo en nombre de la revolución, valiéndose de sus espacios de poder.

Debemos aclarar que nuestra Revolución, la que estamos impulsando desde el pueblo con el camarada Hugo Chávez a la cabeza, no tiene nada que ver con esta agenda de desestabilización, improductividad, saqueo, repartición de cuotas de poder y oportunismo de la derecha endógena. A ese sector minoritario en las filas del PSUV, que ha venido acumulando mucho poder político, económico y policíaco-militar, le preocupa el avance revolucionario, por ello no pueden permitir la reelección del presidente Chávez y desde las sombras conspiran contra él. Sin embargo, se visten de rojo rojito para mimetizarse entre nuestra militancia y poder desarrollar su agenda de traición. Total, quien traiciona una vez, tiende a hacerlo nuevamente.

Como pueblo no olvidamos las caretas que se cayeron por las traiciones de algunos altos funcionarios en abril de 2002, lamentablemente dos de ellos lo hicieron desde Bolívar, y uno aún se mantiene en el poder. No traicionaron al pueblo, pues nunca han estado de nuestro lado, pero traicionaron al presidente, quien le dio su confianza a estos traidores. Hoy, nuevamente arremeten contra el pueblo, contra la clase trabajadora y traicionan al camarada Chávez. Patean al pueblo y sólo nos buscan en procesos electorales, tal como hacían AD y Copei. Están en el poder sólo porque Chávez les ha apoyado, sino estarían muy lejos de Bolívar, estado que sólo les interesa para negocios y privilegios.

Ahora más que nunca debemos luchar por la profundización de la Revolución Bolivariana hasta alcanzar el Socialismo. Tenemos como reto superar la lógica del capital y la política imperial que la sostiene, pero al mismo tiempo debemos vencer el obstáculo interno de la quinta columna que dirige el Guayanazo, quienes pretenden seguir saqueando nuestras empresas. Conciencia, organización y movilización son nuestras armas emancipadoras contra la derecha endógena y exógena. Tenemos la responsabilidad de impulsar el Control Obrero, desde las bases, con la clase trabajadora y la comunidad organizada; esa es nuestra agenda revolucionaria y el único camino a seguir.

La derecha vestida de rojo no pasará, pues nuestra conciencia será nuestra fuerza para seguir avanzando hasta la victoria revolucionaria definitiva. Prohibido olvidar.

*Militante de la lucha de los pueblos 




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