ANA ELISA OSORIO
Cuando se consagró en la Constitución de 1999 el nombre de la República Bolivariana de Venezuela no creo que muchos tuviéramos plena conciencia de lo que ello significaba. Recuerdo largas conversaciones con el profesor Jesús Rivero, quien me daba múltiples elementos sobre la trascendencia del cambio de nombre de nuestra República que contenía en sí mismo la esencia de nuestra Revolución.
Asumir el legado de Simón Bolívar, el bolivarianismo, comporta: nacionalismo, antiimperialismo y socialismo y ello podemos encontrarlo en proclamas, manifiestos, cartas del Libertador que fueron expresando su fervor por la libertad, la soberanía, la justicia social y que fue capaz en 1829, con su extraordinaria visión dictaminar “… losEstados Unidos que parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad”. Ya, en 1815 cuando, en la carta de Jamaica, convoca el Congreso anfictiónico de Panamá tuvo el cuidado de no invitar a los EE.UU. pues, el Libertador soñaba con un bloque de naciones que se consolidara frente al gigante que estaba ya tomando cuerpo.
También Bolívar vislumbró el gobierno más perfecto “… es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”. ¿No se parece ello al socialismo, a la Justicia Social que proclama nuestra Revolución?
Los venezolanos y venezolanas tenemos que nutrirnos con el legado de nuestro Libertador que después de 228 años de su nacimiento tiene plena vigencia, por ello debemos leerlo, analizarlo, discutirlo y así robustecer nuestra propuesta de socialismo bolivariano, venezolano.
Es tan revolucionario el pensamiento de Bolívar que provocó la reacción de los golpistas el 12 de abril del 2002 cuando en el decreto espurio que le entregaba la presidencia al dictador también mutilaban el nombre de nuestra República al cercenar Bolivariana y para que no quedaran dudas del terror que les inspira, nuestro Libertador, sacaron su retrato del salón del Miraflores donde se realizaba el acto ilegitimo.
¡Viva la Revolución Bolivariana! ¡Bolívar Vive!
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