*ANTONIA MUÑOZ
En las dos reflexiones anteriores hemos sentado dos premisas: 1. Todavía no estamos en socialismo, sino transitando el camino y sentando las bases para una sociedad basada en los principios bolivarianos y socialistas. Estamos en transición, y 2. El modelo capitalista, muy particularmente su economía, está “haciendo agua” en todo el mundo; comenzando por los Estados Unidos de Norteamérica, que es la cuna del mismo, y continuando con varios países europeos asfixiados con deudas impagables concedidas por organismos como el FMI o BM, que además de préstamos con intereses usureros, les imponen a esos países condiciones de vida inaceptables para los pueblos. No olvidar que a toda Latinoamérica y al Caribe, países imperialistas y por ende capitalistas, trastocaron sus economías. Venezuela está buscando su propio camino y su propio destino político, social y económico. Nuestro proyecto Bolivariano tiene a las y los trabajadores como fuerzas motrices y núcleo de la revolución, y en ese marco, se opone a la explotación del hombre por el hombre a través del control patronal hegemónico de los medios de producción.
En la reflexión de la semana pasada hicimos referencia a las tres primeras de las seis (6) formas de propiedad consideradas en el Modelo Productivo de Transición al socialismo; y por ende señaladas en El Libro Rojo como se presenta a continuación: 1. Propiedad privada monopólica (nacional o extranjera) sobre los medios de producción. A este grupo pertenece cualquiera de las empresas donde los propietarios de los medios de producción terminan siendo millonarios, pero los trabajadores nunca salen de su pobreza material y espiritual 2. Propiedad privada no monopólica con función social. Aquí estarían las empresas privadas que entiende que aunque sean los propietarios de los medios de producción y del capital, ambos les serían inservibles si no contratan trabajadores y trabajadoras para producir. Por lo tanto, deben compartir sus utilidades con sus trabajadores.
3. Propiedad de empresas mixtas con mayoría accionaria del Estado y progresivo control de los trabajadores y trabajadoras, bajo las siguientes condiciones: a. Estado – empresas extranjeras donde a esta última se le establece como condición la transferencia tecnológica y de conocimiento, realización de inversiones sociales correlativas al monto de la inversión, cumplimiento riguroso de las leyes venezolanas y el contrato establecido, garantía de respeto a la madre tierra y la soberanía nacional. Aquí estarían incluidas, entre otras, todas las empresas extranjeras que han firmado convenio con Venezuela para explorar cada uno de los bloques de la faja petrolífera del Orinoco, la misma que los opositores llamaron bituminosa para hacerle creer a los venezolanos que no tenía valor, para como buenos apátridas regalársela al saqueador imperio norteamericano
b. Estado- Consejos Comunales con transferencia progresiva de la propiedad estatal a propiedad comunal, en función de la eficiencia y honestidad en la administración del bien; así como la acumulación comunitaria del excedente económico. Ejemplo de este tipo de propiedad son Las Unidades de Mecanizados Comunales Pedro Camejo, empresas estatales de servicios de mecanización, creadas por la Revolución Bolivariana para atender a los pequeños productores del campo organizados en Consejos Comunales, en la preparación de la tierra para la siembra y luego para la cosecha mecanizada de cultivos como el maíz, arroz y sorgo. Todavía son administradas por el Estado, pero para promover el empoderamiento del Poder Popular, progresivamente los equipos serán administrados por las comunidades con el asesoramiento del Estado a través de la capacitación técnica y financiera. Por ahora, a los operarios, personal de mantenimiento y al personal técnico los paga el Estado, y el ingreso producto de las tarifas solidarias que se les cobra a los productores, sirve para el mantenimiento de las maquinarias. La etapa final del empoderamiento del poder popular se logrará cuando las comunidades tomen el control total de la empresa de servicios, y éstas sean sustentables en el tiempo sin necesidad del financiamiento estatal. Habremos logrado el objetivo último, cuando las comunidades organizadas y conscientes tomen el control económico y sociopolítico de sus vidas.
4. Propiedad comunal, la cual es una forma de propiedad colectiva que sólo puede usufructuarse en comunidad. 5. Propiedad estatal, que es una forma indirecta de la propiedad colectiva. PDVSA, al igual que CANTV son propiedad estatal, e indirectamente son propiedad de todas y todos los venezolanos. 6. Propiedad personal, representada por el patrimonio personal y familiar que no puede usarse para la explotación del trabajo ajeno.
Finalmente, pido a las y los militantes del PSUV, leer y discutir en círculos en grupo hasta entender todo el Libro rojo, y en relación a las últimas reflexiones, leer Las Bases Programáticas, para así poder defender con propiedad las ideas políticas de la revolución Bolivariana, sin caer en arbirtrariedades ni extravagancias. Recuerden que la ignorancia además de ser atrevida, permite a unos cuantos manejar y utilizar a los incautos. ¿Hasta cuándo el pueblo seguirá desoyendo las enseñanzas que nos legó nuestro Libertador? ¿Cuándo será que el pueblo termina de entender que sólo el pueblo salva al pueblo? El 15 de febrero de 1819 Bolívar nos dijo en el Congreso de Angostura lo siguiente: ” … Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza”. Hoy, una vez más le digo al pueblo noble y bravío de Portuguesa y de Venezuela que esta advertencia sigue vigente. La primera independencia a lograr es la independencia política- ideológica, que es la independencia cultural.¡ Sólo así venceremos!
Caracas, 17 de agosto de 2011.
*Dirigente Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
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