martes, 1 de marzo de 2011

La anti-política y el conformismo: Un gran obstáculo para la construcción del Socialismo.

Omar Gabriel Vazquez



La democracia representativa y la sociedad capitalista en general, convierten a las clases subalternas: trabajadores, campesinos, desempleados, indígenas, entre otros sectores; en simples objetos de la historia, que no participan en los procesos de decisiones públicas y sociales.
El único papel o rol político que permiten los burgueses en las “democracias” electorales, consiste en legitimar el orden capitalista, que incentiva la acumulación de riquezas en pocos y mantiene en condiciones de pobreza a la inmensa mayoría; mediante el periódico voto y el cotidiano conformismo con la realidad. Por lo tanto, la hegemonía cultural burguesa logra que el pueblo y la clase trabajadora, explotada y excluida del disfrute de las riquezas por el modelo de organización social capitalista; legitimen esa situación inoculando en el sentido común popular, es decir, en las conciencias de las grandes mayorías: el conformismo y la anti-política.
“no hay mal, que por bien no venga”…”la vida es así, no la he inventado yo”…”Si yo no trabajo no como, a mi ni el gobierno ni la oposición me dan nada”…”la política siempre es sucia y corrupta”
Esas frases que escuchamos en muchas oportunidades, realmente, coadyuvan al mantenimiento del orden burgués; propagando en las mayorías populares posiciones conformistas y rechazo a la política. Situación que debemos combatir, en el marco del debate democrático, desarrollando actividades de propaganda, agitación y educación revolucionaria que nos permitan desmontar la cultura burguesa y potenciar en el pueblo y los trabajadores: sus capacidades y condición de sujeto político e histórico, es decir, un Poder Popular que transforme la realidad social capitalista; construyendo el socialismo.
Al mismo tiempo, en el caso venezolano, cuando un dirigente del proceso bolivariano no cumple sus compromisos con el pueblo y los trabajadores; así como, en las oportunidades que asume un cargo público a pie y alquilado, pero lo termina con un carro de lujo y una vivienda en las zonas más caras de la ciudad; también, se está incentivando un reflujo y una desmovilización de los sectores populares que apoyan organizados y movilizados a la construcción del socialismo.
Entonces, para derrotar el conformismo y la anti-política venga de donde venga, debemos partir de la afirmación del camarada Antonio Gramsci: “Hay que pensar con el pesimismo de la razón, pero actuar con el optimismo de la voluntad”; es decir, estudiar con mucho cuidado la realidad y vislumbrar las evidentes contradicciones y los escenarios negativos; siempre actuando, empleando la praxis revolucionaria, organizándonos y movilizándonos para avanzar en la construcción del socialismo y lograr la derrota de la miseria y la pobreza.
No nos quedemos con el pesimismo conformista y desmovilizador, desarrollemos un optimismo revolucionario que incentive la organización y la acción política. En palabras del camarada Ernesto “Che” Guevara: “Seamos realistas, soñemos lo imposible”. 
ogvh_21@hotmail.com
(*) Militante Comunista.

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