lunes, 8 de junio de 2009

La nodriza opositora de Julieta.


Andreina Gutierrez


Durante el paro petrolero vi a una señora siendo entrevistada por un canal de televisión durante una de las tantas marchas de esos desgraciados días. El periodista le preguntaba a la señora con bandera en mano, por qué protestaba, y ella, gritando a voz en cuello, agarrando el micrófono y acercándose a la cámara para ocupar todo el espacio de la pantalla, decía llena de rabia: “¡¡Es que no tenemos libertad de expresión en este país, no nos dejan hablar...!!!!” . Aquella tamaña contradicción, aquella falta absoluta de toda lógica de hacer algo y negarlo en el mismo acto de hacerlo, me hizo recordar un pequeño momento en Romeo y Julieta de William Shakespeare, cuando Julieta le pide a su nodriza que vaya a averiguar noticias de su Romeo, y ésta al llegar, viendo la desesperación de Julieta por saber las noticias, decide “vacilársela” con el siguiente dialogo: ACTO II, Escena IV JULIETA: ¡Vamos, habla, te lo ruego! ¡Querida, querida Nodriza, habla! NODRIZA: ¡Jesús, que prisa! ¿No podéis aguardar un rato? ¿No veis que estoy sin aliento? JULIETA: ¿Cómo estás sin aliento, si tienes aliento para decirme que te hallas sin él? Hagamos aquí algunas consideraciones sobre lo que parece entender la oposición, y en especial los medios de comunicación, acerca de qué es la Libertad de Expresión. Sabemos de los desmanes que han cometido los medios de comunicación en los últimos años, pero también de lo que han hecho siempre: manipular, engañar, tergiversar y estimular valores antimorales, antivenezolanos y extranjeros. Lo lamentable de todo es que tales valores ciertamente hayan calado en nuestra sociedad y por eso tenemos la crisis moral y de antivalores que tenemos, porque los propios ciudadanos están alienados y muchos, sobretodo en la oposición, no tienen verdadera conciencia de las ideas y conceptos que manejan. El ejemplo más representativo es el del manejo manido, maniqueo y a conveniencia que le dan al concepto de Libertad de Expresión. Al parecer cada quien la entiende a su manera y en diferentes grados o niveles de aplicación, y eso hasta cierto punto es lógico y aceptable, sólo que como dice el dicho, hay que practicar lo que se predica, es decir la libertad de expresión no puede ser unidireccional: si yo puedo hablar, usted también, si yo no puedo hablar, usted tampoco. Es lo más justo, aunque suene drástico. Y para que eso sea así tienen que existir leyes que regulen a todos los ciudadanos sin privilegiar a unos por encima de otros. Pero la oposición no lo entiende así, sino que por el contrario para ellos es acomodaticia la libertad de expresión, según lo que les convenga o no decir o que se diga, ésta existe o no. El caso de Globovision es emblemático en este sentido. Siendo un medio de comunicación, llora anticipadamente su propia muerte, como lo hizo en su momento RCTV, con la diferencia de que la sentencia de "Globo" no ha sido firmada, lo que nos haría pensar que la lloradera será eterna entonces. Parecen desear que llegue al fin esa estocada final, y no es absurdo pensarlo, pues hay periodistas que declaran estar esperando que en el país suceda un derramamiento de sangre para ellos poder decir 'te lo dije'. Eso es lo que llaman la profecía autocumplida, mientras más usan la libertad de expresión que tienen, más invocan el cierre. Pero esta libertad de expresión que tanto exigen se les permita (?) es la libertad para ofender, ya no solo al gobierno sino al ciudadano común que lo apoya; es la libertad para autoproclamarse de mejor clase, compararse con los demás y concluir que ellos sí tienen la razón; libertad para vociferar y gritar por todo el mundo que no se les concede el derecho a la libre expresión. Como la nodriza de Julieta, tienen aliento para decir que no lo tienen.

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