domingo, 28 de junio de 2009

A debate en la ONU, delitos sexuales en las guerras.


Leticia Puente Beresford

“Si la violencia sexual no es totalmente tratada en los ceses al fuego y procesos de paz, no habrá paz para las mujeres”, dijo el secretario general para asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Jan Egeland, en la sede de este organismo, durante una reunión de alto nivel donde se abordó el tema de las negociaciones de paz.En un comunicado de prensa, el Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) informa que Egeland, junto con eminentes mediadores, expertos y mujeres dedicadas a los derechos humanos, se reunieron del 22 al 24 de junio para tratar el tema por primera vez. El asunto es delicado y ha sido poco abordado al plantear soluciones de cómo tratar el conflicto relacionado con la violencia sexual en los procesos y acuerdos de paz.UNIFEM investigó que, desde el término de la Guerra Fría, sólo diez países --fuera de aproximadamente 300 acuerdos de paz examinados en 45 acuerdos de conflictos-- han mencionado a la violencia sexual. Entre las regiones de conflicto señaladas están: Uganda, Sudán/Darfur, Nepal, Indonesia/Aceh, Burundi, República Democrática del Congo, Filipinas, Chiapas (México) y Guatemala. En los casos de cese al fuego, la violencia sexual es raramente mencionada o monitoreada.Durante la reunión, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se pronunció por la necesidad de que la violencia sexual sea incluida y tratada tempranamente, de manera comprensiva en los procesos de paz. “Nuestra primera prioridad debe ser incluir a las mujeres en la paz y hablar totalmente de manera igual que sus compañeros. Si no lo hacemos --si ignoramos los crímenes sexuales-- cometeremos un atropello a los principios de responsabilidad, de reconciliación y de paz… Perderíamos no sólo a las mujeres, sino a todo el mundo”, dijo.En décadas recientes, la violencia sexual en los conflictos se ha incrementado en gran escala y de manera brutal en todo el planeta. Es utilizada como táctica de guerra, armando grupos, y en algunos casos, organizados por comandos, aterrorizando a las comunidades, forzando a la población a pelear y apoyando políticas genocidas.De acuerdo con el comando mayor general de las Fuerzas de la ONU, Patrick Cammaert, “probablemente es más peligroso ser mujer que soldado en un conflicto armado”.La violencia sexual deberá ser tratada en los diálogos de paz, porque deriva en impunidad. “Si no se ve claramente una señal de que la violencia sexual es una medida prohibida de pelea, si su persecución no es inmediatamente priorizada, si no se enjuicia a los perpetradores, y si éstos se mueven a los gobiernos o posiciones de liderazgo militar, el clima de impunidad está creado”, afirmo Inés Alberdi, directora ejecutiva de UNIFEM.Los procesos de paz están entrando al punto de quebrar el ciclo de impunidad y violencia. Los emisarios de paz pueden planear, a futuro, respuestas judiciales por violencia sexual, reparación de daño, y por un nuevo orden de respeto a la mujer.

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