Pasqualina Curcio
[1] Curcio, P. (2015) Desabastecimiento e Inflación en Venezuela. http://idea.gob.ve/admin/img_noticias/desa.pdf
y Curcio, P. (2015). La Mano Visible del Mercado (II). Guerra Económica
en Venezuela (2012-2016). ¿Control de precios o boicot en el
suministro? https://es.scribd.com/doc/310376048/La-Mano-Visible-Del-Mercado-II
[2] Para más detalles, ver Gráfico 3 del trabajo de Curcio, P. (2015). La Mano Visible del Mercado (I). Guerra Económica en Venezuela (2012-2016). Manipulación del tipo de cambio e inflación inducida. https://es.scribd.com/doc/307118877/La-Mano-Visible-Del-Mercado-i-Trabajo-completo.
Sin pretender restar
importancia al malestar que implica el tener que hacer colas para
adquirir algunos de los bienes de la canasta básica[1],
consideramos que es la inflación el principal problema que ha estado
afectando a más del 80% de la población ocupada en Venezuela, es decir, a
la clase trabajadora quienes perteneciendo a estratos socioeconómicos
bajos, medios o altos, son asalariados.
El factor determinante de la inflación
en Venezuela ha sido, históricamente, el valor de la moneda, es decir,
el tipo de cambio. Y en los casos en los que han regido políticas con
tipo de cambio fijo, el valor que ha influido sobre los niveles de
precios internos, es aquel que marca el mercado paralelo e ilegal. En el
gráfico se observa cómo los niveles de precios en Venezuela han seguido
la tendencia del tipo de cambio paralelo e ilegal.
El hecho de que en Venezuela el tipo de
cambio del mercado ilegal determine los niveles de precios internos,
está asociado a por lo menos dos razones: en primer lugar, a la alta
dependencia a las importaciones tanto de bienes de consumo final, como
de maquinarias, repuestos, insumos, materias primas y tecnología.
Alrededor del 20% de los bienes importados se dirige al consumo final,
es decir, se refiere a los bienes listos para el consumo que no pasan
por un proceso de producción interno sino que van directamente a los
mercados. El 58% corresponde a importaciones para el consumo intermedio,
las materias primas e insumos necesarios para los procesos de
producción. Y el 21% se destina a la formación bruta de capital fijo, es
decir, se refiere a las maquinarias y equipos necesarios para la
producción.
Por lo tanto, el 79% de los bienes
importados se incorporan a los procesos de producción y forman parte de
las estructuras de costos de las empresas. El porcentaje que han
representado las importaciones con respecto al total de la producción
nacional es otro indicador del peso de los bienes importados en la
economía. Desde 1999 hasta 2013, las importaciones representaron en
promedio, el 35% del PIB.
En segundo lugar, a la alta
concentración de las importaciones en pocas empresas constituidas como
monopolios u oligopolios, las cuales teniendo el poder de marcar los
precios de los bienes importados, realizan la conversión de dólares a
bolívares tomando como referencia el tipo de cambio más alto (el del
mercado ilegal) aunque los hayan adquirido a tasa preferencial.
En Venezuela, las importaciones dependen
de pocas empresas. De acuerdo con cifras del último censo económico
realizado por el Instituto Nacional de Estadística en 2008, el total de
unidades económicas a nivel nacional era 322.845. Por otra parte, según
información publicada por la Comisión de Administración de Divisas,
organismo encargado de la asignación de divisas para la importación,
entre 2004 y 2012, las divisas fueron entregadas a 10.374 empresas, es
decir, el 3% del total de unidades económicas censadas.
De estas razones se desprende la
afirmación que el tipo de cambio paralelo e ilegal en Venezuela ha
servido de marcador y de referencia para la fijación de los precios
internos de la economía. Mientras más alto sea este tipo de cambio, más
altos serán los niveles de inflación (Ver Ejemplo más abajo).
Estas condiciones, como hemos
mencionado, son históricas y estructurales. Han constituido, sin duda,
un problema y una debilidad para la economía venezolana. Debilidad que
pareciera estar siendo aprovechada por parte de quienes, conscientes de
la relación de determinación del tipo de cambio ilegal sobre la
inflación, han estado posicionando mediáticamente, a través de portales
web, valores del tipo de cambio paralelo que no guardan relación ni con
las variables económicas, ni con los niveles de reservas
internacionales, ni con la cantidad de bolívares que circulan en la
economía venezolana[2]. Alterando, de esta manera, los niveles de precios en la economía e induciendo la inflación.
No deja de sorprender el comportamiento
de este tipo de cambio paralelo e ilegal a partir de finales de 2005,
momento en que comienzan a posicionarse, con distintos nombres,
marcadores del valor de la moneda a través de portales web y redes
sociales. En el Gráfico 2 se muestran las variaciones intermensuales del
tipo de cambio ilegal desde el año 2003, momento en el que inicia el
control de cambio en Venezuela, hasta julio 2016.
El tipo de cambio paralelo e ilegal
muestra un patrón en su comportamiento. Resalta el hecho de que las
variaciones intermensuales son positivas y cada vez mayores los meses
previos a aquellos en los que se celebraron procesos electorales o en
los que el pueblo venezolano vivió momentos de alta tensión política.
Inmediatamente después del evento político o de haber acudido a las
urnas electorales, se registran variaciones que se van haciendo cada vez
menores, aunque generalmente positivas, y en algunos casos llegan a ser
negativas.
¿Habrá alguna intencionalidad de
influir sobre el comportamiento de los votantes y de los resultados
electorales por la vía de la manipulación del tipo de cambio paralelo e
ilegal y su consecuente efecto sobre la inflación?
Desde mediados de 2012 este patrón se ha
intensificado. A partir de ese momento, las variaciones fueron, la
mayoría de las veces, positivas, pero además muy elevadas. El dólar
paralelo e ilegal aumentó 10.940% entre agosto 2012 y junio 2015,
pasando de 9,42 Bs/US$ a 1.040 Bs/US$. Las variaciones más altas se
registraron los meses de octubre 2012 (momento que coincide con las
elecciones presidenciales en las que vence Hugo Chávez), diciembre del
mismo año (cuando se realizaron los comicios para elegir gobernadores en
los 24 estados del país), abril 2013 (al realizarse nuevamente
elecciones presidenciales como consecuencia del fallecimiento del
presidente Hugo Chávez), diciembre 2013 (durante las elecciones
municipales). A partir de finales del año 2013, el incremento del dólar
paralelo ha sido sostenido y desproporcionado hasta enero de 2016.
Llama la atención, que luego de los
comicios para elegir los Diputados a la Asamblea Nacional el 6 de
diciembre de 2015, comenzó a descender la velocidad de variación del
tipo de cambio paralelo a pesar de la importante disminución de los
precios del barril de petróleo, principal ingreso en divisas en
Venezuela. En este contexto de caída del precio del crudo, era de
esperar, por el contrario, un aumento del tipo de cambio paralelo. Eso
no ocurrió. Lo que si se evidenció fue un comportamiento similar al
patrón histórico, es decir, un alza importante en los momentos pre y
electorales y una disminución de la velocidad de las variaciones luego
de los comicios.
Podría pensarse que estas variaciones
del dólar paralelo e ilegal responden a las expectativas al alza del
tipo de cambio en procesos electorales. Sin embargo, y si así fuese, por
qué no se evidenció este fenómeno durante el Referendo Revocatorio de
agosto de 2004, o las elecciones Regionales de octubre de 2004, o las
Municipales de agosto de 2005. Durante el período 2003-2005 ya se
encontraba vigente la política de tipo de cambio fijo, no obstante, las
variaciones del dólar paralelo que se registraron entre esos años
coinciden exclusivamente con las devaluaciones. ¿Será quizás porque en
ese momento no estaban posicionados mediáticamente los portales web que
han tenido el poder de incidir sobre la publicación de un tipo de cambio
paralelo e ilegal?
La causa del problema no ha sido
el control de cambio, sino la brecha entre el tipo de cambio controlado
y el paralelo e ilegal que hemos estado observando, muy especialmente
desde agosto de 2012. Brecha que se hace cada vez mayor en
momentos electorales y políticos, consecuencia de las manipulaciones
mediáticas del dólar paralelo.
Si el problema no ha sido el control de
cambio, pues liberar el mercado cambiario en Venezuela no es la
solución. Entre otras razones porque el 99% del total de las divisas que
ingresan al país corresponden a las exportaciones petroleras. Las
divisas son propiedad de todos los venezolanos por el hecho de habitar
sobre tierras que cubren la mayor reserva de petróleo del Planeta.
Liberar el mercado cambiario traerá como consecuencia la apropiación por
parte de unos pocos de dichas reservas, quienes históricamente han
concentrado las grandes riquezas y capitales. Estos pocos harán uso de
las divisas de acuerdo con sus intereses individuales. Es por esta
razón, que en Venezuela, las divisas deben ser administradas y asignadas
de manera controlada por el Estado, atendiendo a los intereses de todos
los venezolanos. En este marco, el Estado debe establecer mecanismos
transparentes en la asignación y sobre todo ejercer mayor control al
momento de la liquidación y de la solicitud de rendición de cuentas a
los importadores.
La manipulación del tipo de cambio
paralelo e ilegal pareciera estar actuando como un arma que de manera
masiva ha hecho daño a un pueblo entero en el marco de la guerra no
convencional. Estrategias de este tipo, posiblemente han sido probadas y
usadas en otros contextos. Al respecto, sería interesante hacer un
análisis similar del comportamiento del dólar blue en Argentina
desde el año 2011, y analizar si existe relación entre los valores de
este dólar y las elecciones legislativas, bianuales o presidenciales.
Para finalizar, y con el anhelo de
equivocarnos, alertamos que ante próximos eventos electorales o de mayor
tensión política en Venezuela, el dólar paralelo e ilegal, de mantener
el patrón histórico en su comportamiento, podría iniciar una nueva
escalada, repercutiendo sobre la inflación y consecuente pérdida del
poder adquisitivo de los venezolanos.
Para controlar la inflación en Venezuela
se hacen necesarias acciones políticas que garanticen que los enemigos
del pueblo depongan la manipulación del dólar paralelo e ilegal.
Ejemplo. Si el
importador de repuestos para vehículos de transporte pagó 100,00 US$ por
el producto en el mercado internacional y el tipo de cambio paralelo e
ilegal es 1.100,00 Bs/US$, colocará el repuesto en el mercado nacional
en 110.000,00 Bs., aunque los dólares los haya recibido, de parte del
Gobierno a tasa preferencial de 10,00 Bs/US$, siendo lo correcto vender
el repuesto en 1.000,00 Bs. La diferencia de precios será cada vez mayor
dependiendo de la brecha entre el tipo de cambio paralelo y el
preferencial. Los repuestos de vehículos para transporte forman parte de
las estructuras de costos de la mayoría de los procesos productivos,
por no decir todos. De allí, y aguas abajo, se modifican todos los
precios internos de la economía. Al igual que los repuestos, las
maquinarias, los insumos y la materia prima, en su gran mayoría
importados por monopolios u oligopolios, tienen un peso importante en
las estructuras de costos de producción nacional.
.
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Referencias |
[2] Para más detalles, ver Gráfico 3 del trabajo de Curcio, P. (2015). La Mano Visible del Mercado (I). Guerra Económica en Venezuela (2012-2016). Manipulación del tipo de cambio e inflación inducida. https://es.scribd.com/doc/307118877/La-Mano-Visible-Del-Mercado-i-Trabajo-completo.
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