La
incapacidad de la población de acceder a la cesta básica por la aguda
disminución de la capacidad de compra que ha conducido a la elevada
inflación viola un derecho humano primordial, el de comer en cantidades
suficientes” (El Nacional, titular de primera página. 16/08/2016). La
misma intención política que le permite a quien dirige El Nacional decir
una verdad (que nuestra capacidad de compra ha disminuido), no le
permite decir, (en un gazapo inexplicable), que no comemos, sino sólo
que no lo hacemos en “cantidades suficientes”. Tragedia editorial. Lo
cual hace que este diario se desmienta a sí mismo cuando se une a la
campaña mundial que intenta demostrar que en Venezuela existe una crisis
de carácter humanitario que justifique una intervención internacional
en nuestro país.
No le permite decir que morimos de hambre (en un arranque de ética periodística inusitado) pero sí le permite citar (en el mismo titular) al diario estadounidense The New York Times afirmando en su editorial una mentira terrible, que suma argumentos para justificar la intervención extranjera: que en Venezuela hay “un estado autoritario paria”. Estado paria significa que está “fuera de las normas internacionales de comportamiento”. “Es un término usado casi exclusivamente por Estados Unidos en referencia a aquellos estados hostiles a sus intereses geoestratégicos y sobre los que pretende imponer un aislamiento internacional con mayor o menor éxito”, se lee en la enciclopedia libre internet. Imposible una definición más ajustada a la realidad mundial.
Ese mismo Estado paria, según el diario gringo “fuera de las normas internacionales de comportamiento”, acaba de ganar una medalla de plata y dos de bronce en los Juegos Olímpicos de Río. Ese mismo Estado paria conserva, a pesar de la crisis y de la guerra económica que nos afecta producto de la baja de los precios del barril de petróleo, la inversión en programas sociales. Ese mismo Estado Paria mantiene pensionados a más de tres millones de personas y ha entregado más de un millón de viviendas a gente sin techo propio (por mencionar logros permanentes) e importa millones de toneladas de alimentos para impedir precisamente, una crisis humanitaria.
Sin duda un Estado que haga todo eso no le interesa geoestratégicamente a los Estados Unidos. El Estado venezolano no está apegado, ciertamente, a las “normas de comportamiento” de los gringos. Este “Estado paria” es un malísimo ejemplo para los pueblos del mundo. Y nos permite afirmar que si hay un Estado paria, ese es Estados Unidos, pues ellos sí han demostrado con su política guerrerista e imperial el nulo respeto que le tienen a la vida y a los derechos humanos. Nuestros resultados están a la vista porque no se pueden ocultar tres medallas olímpicas, más de un millón de casas, millones de pensionados, ni que la mayoría come todos los días. Las fechorías de los gringos parias también están a la vista en decenas de países con miles de muertos y desplazados producto de su política internacional. Quienes dirigen El Nacional y The New York Times son unos cínicos. Sigamos.
No le permite decir que morimos de hambre (en un arranque de ética periodística inusitado) pero sí le permite citar (en el mismo titular) al diario estadounidense The New York Times afirmando en su editorial una mentira terrible, que suma argumentos para justificar la intervención extranjera: que en Venezuela hay “un estado autoritario paria”. Estado paria significa que está “fuera de las normas internacionales de comportamiento”. “Es un término usado casi exclusivamente por Estados Unidos en referencia a aquellos estados hostiles a sus intereses geoestratégicos y sobre los que pretende imponer un aislamiento internacional con mayor o menor éxito”, se lee en la enciclopedia libre internet. Imposible una definición más ajustada a la realidad mundial.
Ese mismo Estado paria, según el diario gringo “fuera de las normas internacionales de comportamiento”, acaba de ganar una medalla de plata y dos de bronce en los Juegos Olímpicos de Río. Ese mismo Estado paria conserva, a pesar de la crisis y de la guerra económica que nos afecta producto de la baja de los precios del barril de petróleo, la inversión en programas sociales. Ese mismo Estado Paria mantiene pensionados a más de tres millones de personas y ha entregado más de un millón de viviendas a gente sin techo propio (por mencionar logros permanentes) e importa millones de toneladas de alimentos para impedir precisamente, una crisis humanitaria.
Sin duda un Estado que haga todo eso no le interesa geoestratégicamente a los Estados Unidos. El Estado venezolano no está apegado, ciertamente, a las “normas de comportamiento” de los gringos. Este “Estado paria” es un malísimo ejemplo para los pueblos del mundo. Y nos permite afirmar que si hay un Estado paria, ese es Estados Unidos, pues ellos sí han demostrado con su política guerrerista e imperial el nulo respeto que le tienen a la vida y a los derechos humanos. Nuestros resultados están a la vista porque no se pueden ocultar tres medallas olímpicas, más de un millón de casas, millones de pensionados, ni que la mayoría come todos los días. Las fechorías de los gringos parias también están a la vista en decenas de países con miles de muertos y desplazados producto de su política internacional. Quienes dirigen El Nacional y The New York Times son unos cínicos. Sigamos.
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