Antonia Muñoz
En el marco de un Sistema Superior de
Abastecimiento, el gobierno nacional ha diseñado un Registro Biométrico,
que no es otra cosa que un registro permanente y voluntario que exige
como requisito la cédula de identidad y la huella digital, con la única
intención de buscar un abastecimiento seguro de la población a través de
los establecimientos Mercal, PDVAL y Bicentenario. Este sistema
permitirá a las y los venezolanos que así lo deseen, tener una tarjeta
de afiliación para comprar alimentos a precios regulados (PDVAL) y
subsidiado (MERCAL) sin necesidad de pasar horas en colas. No conozco
más detalles, pero apoyamos este plan, que entre otras cosas, es un
intento de frenar a las y los “caribes” a quienes lo único que les
importa es hacer dinero fácil, sin importarles el daño que les causen a
sus conciudadanos y mucho menos a la economía del país. El martes 01 de
abril de 2014 comenzó el registro en 156 puntos del país.
No conocemos más detalles del plan, pero
recalcamos que es opcional, lo cual significa que nadie está obligado a
registrarse. Asimismo, recordamos que el sistema es permanente, por lo
cual nadie tiene que irse a media noche o de madrugada para amanecer en
los primeros lugares de una cola. De lo que sí estamos absolutamente
seguros, es que será virulentamente atacado por la derecha en general.
Sin embargo, las y los venezolanos razonables y no envenenados,
entenderán que algo había que hacer para evitar el saqueo con visos de
desangramiento del que está siendo objeto el país por quienes cada día o
cada semana hacen compra de alimentos regulados y subsidiados una y
otra vez, directamente o a través de miembros del grupo familiar, e
incluso a través de ciudadanos que reciben pago por realizar tal tarea
de saqueo, que sólo beneficia a una red de acaparadores que en forma
inescrupulosa se dedica a revender a precios especulativos o usureros
dentro y fuera del país.
A quienes critican todo sin mayor
análisis, nos atrevemos a preguntarles ¿Qué idea tienen ustedes para
frenar a la cantidad de “pájaros bravos” que viven del contrabando de
extracción de productos subsidiados, los cuales revenden a precios
usureros en Colombia, Brasil, Guyana, Curazao, Aruba y Bonaire; y quién
sabe a donde más? Qué hacemos con la cantidad de ciudadanos que en sus
casas y en la calle como comerciantes informales revenden a Bs. 55 y 35,
respectivamente, aceite y harina precocida comprada en Mercal? ¿Cómo
hacemos para frenar esa “caribera” que no tiene escrúpulos ni Patria, y
al único Dios que le rinde culto es al Dios dinero? Quien tenga alguna
enjundiosa idea que la presente! Y no nos vengan a recomendar dejar la
economía en brazos de la ley de la oferta y la demanda, porque ustedes
gobernaron 40 años y tuvieron tiempo de sobra para demostrar que tal
teoría funcionaba. No hay testimonios de que lo hayan hecho; por lo cual
nos permitimos recordarles, que sólo se enseña con ejemplo; lo demás es
puro saboteo y habladera de pistoladas. A las y los revolucionarios,
les recuerdo una vez más: defendamos el legado de nuestro amado
Comandante Chávez, trabajando con la gente y por la gente para lograr un
país de ciudadanas y ciudadanos conscientes y críticos, lo cual no es
sinónimo de criticones. Seamos honestos, eficientes, respetuosos y
tolerantes, sin ser alcahuetes. CHÁVEZ VIVE, LA LUCHA SIGUE.
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