Antonio Blanco Sequera.
El carácter fascista de un sector de la dirigencia de oposición aglutinada en la MUD trató por todos los medios, que en Venezuela se generaran escenarios violentos y de desesperanza en la población para crear una ruptura entre la sociedad y el gobierno, pero así como no todos en la dirigencia opositoras son fascista, entre sus seguidores también hay quienes apuestan a la paz y estabilidad de este país.
Una vez más se impuso la razón ante la barbarie, el discurso fatalista, de golpe de Estado y de odio de clase fueron los grandes derrotados en esta contienda electoral, el día 9 de Diciembre amaneció una Venezuela con esperanza en el futuro, reunificada en los valores democráticos.
El Presidente Maduro dio muestras de un liderazgo fuerte, que tiene como objetivo esencial la defensa del pueblo trabajador (sectores medios incluidos) acertando mediante medidas económicas, duros golpes a una burguesía comercial especuladora y a otros sectores de la economía comprometidos en la guerra económica. El pueblo que en algún momento de la coyuntura tenía una percepción de debilitamiento de su gobierno y se sentía desprotegido, asumió con firmeza y madurez política este nuevo zarpazo de la derecha apátrida, el chavismo se creció en su moral y demostró que es mayoría de paz.
La derecha fascista jamás descansara en su pretensión de acabar con la revolución bolivariana y utilizará los espacios de poder ganados para este objetivo, la guerra económica seguirá.
Parafraseando a Meszaros, “la carga de este tiempo histórico que nos desafía” un tiempo en el que las sociedades están en constantes transformaciones y los procesos se complejizan cada vez más, el gran desafió del gobierno revolucionario en esta fase es el de continuar con el proceso de equilibrar la economía desde lo estructural.
Nuestra economía tiene grandes debilidades y es vulnerable ante factores como la escasez y la dependencia, pero el tema de mayor complejidad es el tipo de cambio y la fortaleza del bolívar este será el centro de los ataques en contra del proceso.
El discurso del Presidente Maduro, de los voceros del partido y todos los actores políticos debe enfocarse en primer lugar en la elevación del debate político y en segundo, agregar elementos que atraigan a los sectores medios (que entiendan quien realmente defiende sus intereses) y así disminuir a los sectores violentos.
Los sectores opositores y su dirigencia tienen la oportunidad de avanzar para convertirse en una disidencia verdaderamente democrática y racional, el Presidente Maduro ya dio señales, para tender un puente al dialogo, pero un dialogo de altura por la patria en el marco del camino señalado y ratificado por el pueblo, el socialismo, y así adecentar al país que le heredaremos a nuestros hijos.
Una vez más se impuso la razón ante la barbarie, el discurso fatalista, de golpe de Estado y de odio de clase fueron los grandes derrotados en esta contienda electoral, el día 9 de Diciembre amaneció una Venezuela con esperanza en el futuro, reunificada en los valores democráticos.
El Presidente Maduro dio muestras de un liderazgo fuerte, que tiene como objetivo esencial la defensa del pueblo trabajador (sectores medios incluidos) acertando mediante medidas económicas, duros golpes a una burguesía comercial especuladora y a otros sectores de la economía comprometidos en la guerra económica. El pueblo que en algún momento de la coyuntura tenía una percepción de debilitamiento de su gobierno y se sentía desprotegido, asumió con firmeza y madurez política este nuevo zarpazo de la derecha apátrida, el chavismo se creció en su moral y demostró que es mayoría de paz.
La derecha fascista jamás descansara en su pretensión de acabar con la revolución bolivariana y utilizará los espacios de poder ganados para este objetivo, la guerra económica seguirá.
Parafraseando a Meszaros, “la carga de este tiempo histórico que nos desafía” un tiempo en el que las sociedades están en constantes transformaciones y los procesos se complejizan cada vez más, el gran desafió del gobierno revolucionario en esta fase es el de continuar con el proceso de equilibrar la economía desde lo estructural.
Nuestra economía tiene grandes debilidades y es vulnerable ante factores como la escasez y la dependencia, pero el tema de mayor complejidad es el tipo de cambio y la fortaleza del bolívar este será el centro de los ataques en contra del proceso.
El discurso del Presidente Maduro, de los voceros del partido y todos los actores políticos debe enfocarse en primer lugar en la elevación del debate político y en segundo, agregar elementos que atraigan a los sectores medios (que entiendan quien realmente defiende sus intereses) y así disminuir a los sectores violentos.
Los sectores opositores y su dirigencia tienen la oportunidad de avanzar para convertirse en una disidencia verdaderamente democrática y racional, el Presidente Maduro ya dio señales, para tender un puente al dialogo, pero un dialogo de altura por la patria en el marco del camino señalado y ratificado por el pueblo, el socialismo, y así adecentar al país que le heredaremos a nuestros hijos.
Politólogo, Investigador articulista del diario Ciudad Caracas y Correo del Orinoco, secretario político del MEP en el Municipio Sucre estado Miranda
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