Morella Cordero Felizzola (*)
Con la ausencia por motivos de salud del presidente Chávez la oposición enloqueció aún más de lo que ya estaba, al realizar la peor guerra mediática de la que, me atrevería a decir, mandatario alguno en este planeta ha sido víctima. Para los oposicionistas cualquier situación es apropiada para intentar generar zozobra y desesperación en la población a través de los medios de comunicación, porque a sus seguidores los tienen enajenados de la realidad, y a los chavistas con la avalancha de mentiras mediáticas, pretenden lograr que se decepcionen del comandante, pero nada que consiguen éxito en su maniático plan.
Toda esta situación la intentan generar para quebrantar la furia presente en nuestra revolución bolivariana, que decaiga su fuerza transformadora, para de esta forma servirnos en bandeja de plata al imperio yanqui.
Con el imperio NO hay concesión posible, sino veámonos en el espejo de Libia, que habiendo nacionalizado sus riquezas hace más de 40 años realizó convenios con EE UU y Europa Occidental, y son quienes en este momento los están exterminando a través de “bombardeos humanitarios”, para expoliarle sus recursos, sin importar que mueran civiles, porque los niños, mujeres y ancianos que están siendo asesinados en ese país no son importantes porque el fin es robarse sus recursos naturales.
En este plan que idearon producto del malestar de Hugo Chávez, pretendieron tocar a militares de alto rango para ver si había alguno que se aventurara a hacerle el trabajo sucio al imperio yanqui, les hicieron la señal de costumbre con el dedo anular.
Toda circunstancia es buena para el objetivo que persigue Estados Unidos. No hay que engañarse, el imperio está desplegando sus planes contra Chávez, seguirán susurrando a militares, continuarán preparando alteraciones del orden público, huelgas de diversos gremios con trasfondo político-golpista más que reivindicativo, es decir, encender al país como en el golpe de Estado de abril del 2002 y el sabotaje petrolero ese mismo año. Además del sabotaje existente en el sector eléctrico, la falta de visión de pocos en la implementación del control obrero en las empresas básicas y aunado a todo esto en los sucesos de El Rodeo ha quedado demostrado por investigaciones del Estado que fueron provocados por ONG y se desmontó un efecto dominó en el resto de las penitenciarías.
La bestia imperial está herida de muerte y en esas circunstancias es más peligrosa que nunca, la crisis económica mundial que afecta a EE UU y a Europa Occidental, el agotamiento de las reservas mundiales de petróleo, la decisión de los países latinoamericanos y caribeños de deslastrarse de la OEA con la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), son hechos que tienen de cabeza al Departamento de Estado y a sus lacayos venezolanos.
Los verdaderos revolucionarios en momentos cuando nuestro líder está recuperándose, debemos preservar la unidad de nuestra militancia chavista -PSUV y Polo Patriótico- por encima de las individualidades, de los intereses mezquinos y cerrar filas por la continuidad de la revolución bolivariana. ¡Necesario es vencer! Ahora como nunca antes: ¡Patria socialista o muerte... venceremos!
(*) Economista, presidenta de la Comisión de Política Interior del Consejo Legislativo del Estado Bolívar (CLEB)
morefelizzola@gmail.com
Con la ausencia por motivos de salud del presidente Chávez la oposición enloqueció aún más de lo que ya estaba, al realizar la peor guerra mediática de la que, me atrevería a decir, mandatario alguno en este planeta ha sido víctima. Para los oposicionistas cualquier situación es apropiada para intentar generar zozobra y desesperación en la población a través de los medios de comunicación, porque a sus seguidores los tienen enajenados de la realidad, y a los chavistas con la avalancha de mentiras mediáticas, pretenden lograr que se decepcionen del comandante, pero nada que consiguen éxito en su maniático plan.
Toda esta situación la intentan generar para quebrantar la furia presente en nuestra revolución bolivariana, que decaiga su fuerza transformadora, para de esta forma servirnos en bandeja de plata al imperio yanqui.
Con el imperio NO hay concesión posible, sino veámonos en el espejo de Libia, que habiendo nacionalizado sus riquezas hace más de 40 años realizó convenios con EE UU y Europa Occidental, y son quienes en este momento los están exterminando a través de “bombardeos humanitarios”, para expoliarle sus recursos, sin importar que mueran civiles, porque los niños, mujeres y ancianos que están siendo asesinados en ese país no son importantes porque el fin es robarse sus recursos naturales.
En este plan que idearon producto del malestar de Hugo Chávez, pretendieron tocar a militares de alto rango para ver si había alguno que se aventurara a hacerle el trabajo sucio al imperio yanqui, les hicieron la señal de costumbre con el dedo anular.
Toda circunstancia es buena para el objetivo que persigue Estados Unidos. No hay que engañarse, el imperio está desplegando sus planes contra Chávez, seguirán susurrando a militares, continuarán preparando alteraciones del orden público, huelgas de diversos gremios con trasfondo político-golpista más que reivindicativo, es decir, encender al país como en el golpe de Estado de abril del 2002 y el sabotaje petrolero ese mismo año. Además del sabotaje existente en el sector eléctrico, la falta de visión de pocos en la implementación del control obrero en las empresas básicas y aunado a todo esto en los sucesos de El Rodeo ha quedado demostrado por investigaciones del Estado que fueron provocados por ONG y se desmontó un efecto dominó en el resto de las penitenciarías.
La bestia imperial está herida de muerte y en esas circunstancias es más peligrosa que nunca, la crisis económica mundial que afecta a EE UU y a Europa Occidental, el agotamiento de las reservas mundiales de petróleo, la decisión de los países latinoamericanos y caribeños de deslastrarse de la OEA con la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), son hechos que tienen de cabeza al Departamento de Estado y a sus lacayos venezolanos.
Los verdaderos revolucionarios en momentos cuando nuestro líder está recuperándose, debemos preservar la unidad de nuestra militancia chavista -PSUV y Polo Patriótico- por encima de las individualidades, de los intereses mezquinos y cerrar filas por la continuidad de la revolución bolivariana. ¡Necesario es vencer! Ahora como nunca antes: ¡Patria socialista o muerte... venceremos!
(*) Economista, presidenta de la Comisión de Política Interior del Consejo Legislativo del Estado Bolívar (CLEB)
morefelizzola@gmail.com
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