Eliades Acosta Matos
Una mala noticia recorre los pasillos de los discretos edificios donde radica el Estado Mayor de la contrarrevolución mundial. Es posible que estén momentáneamente desalentados los chicos creativos que trabajan para garantizar el cíclico lanzamiento de revoluciones de colores “autóctonas” invasiones humanitarias”, raros movimientos separatistas o guerrilleros y “golpes de estado democráticos”, lo mismo en Irán que en el Líbano” Ucrania, Cuba, Honduras, Paraguay, Venezuela, el Congo o Bolivia. Y no es para menos: Twitter, uno de sus juguetes preferidos, ha caído en manos “del enemigo”.
Aquí, como en las viejas historias del aprendiz de brujo, del Dr Fausto y del Dr Frankestein, la realidad ha terminado castigando a los intrusos, a esos que intentaban utilizarla contra natura. Con un mensaje de apenas 100 caracteres, 40 menos que lo permitido en Twitter, Hugo Chávez, y con el la revolución mundial, han dado un gigantesco paso adelante, refutando el estigma de que socialismo y cambios, socialismo y nuevas tecnologías, son incompatibles.
Chavezcandanga, como se identifica la cuenta de Chavez en Twitter, apareció on line, el pasado 27 de abril, a las 9.43 de la noche. “Epa, qué tal? –decía ese primer mensaje– Aparecí, como lo dije: a la medianoche. Pa’ Brasil me voy. Y muy contento, a trabajar por Venezuela. Venceremos”. En apenas cinco días, ya Chávez contaba con una legión de seguidores: el 2 de mayo, a las 10.00 pm, sumaban 175 990. Y la cuenta no cesa de crecer, tan arrolladora como mismo es la Revolución Bolivariana. Se estima que, a ese paso, antes del mes rebasará la cifra de un millón de usuarios de este servicio de microbloggins que seguirán a Chávez desde sus cuentas en Twitter. Y eso, precisamente, es lo que tiene muy preocupados a esos chicos creativos de la contra global que, hasta la fecha, habían utilizado tan jubilosamente todas las herramientas, incluyendo las redes sociales en Internet, para derrocar sistemas y gobiernos, como quien derriba piezas del contario sobre un tablero.
Desde el pasado 27 de abril las guerras culturales de nuestro tiempo entran en una nueva fase. Ya no sólo las tecnologías servirán para promover falsos estrellatos y comentar qué cereal es el que prefiero a la hora del desayuno. Tampoco para otorgar sus quince minutos de fama a disidentes de todas las nacionalidades, como preparación artillera previa al otorgamiento de jugosos premios internacionales por sus servicios, como el medio millón de dólares del premio “Milton Friedman” que se acaba de conceder a un disidente iraní, que de economía probablemente solo conozca los rudimentos requeridos para comprar la canasta familiar del mes.
Desde que apareció en el ruedo @chavezcandanga, no solo se redime Twitter, sino que también se purifica el uso de las tecnologías para el bien de las mayorías. Y con ese paso, aparentemente trivial, el socialismo retoma aquella senda leninista, tan olvidada, tan ignorada, tan arrinconada después, de que socialismo es electrificación más colectivización de la agricultura, o sea, la unión de la más avanzada tecnología con formas de propiedad y economía al servicio de los trabajadores, no en su contra. Hoy, y lo acaba de demostrar Chavez, socialismo es Internet y formas audaces de organizar la producción y hacer colectiva la propiedad, sin excluir la privada o cooperativa. Y es, además, audacia, espíritu de ofensiva y creatividad.
En Cuba, ya Cubadebate, entre otros medios electrónicos ha estado usando Twitter para divulgar sus artículos, especialmente las Reflexiones de Fidel, pero este paso de Chávez es algo más, es la comprensión cabal de que esas armas tecnológicas, en los nuevos escenarios de combate ideológico y cultural, no se pueden dejar en manos del enemigo, y que brindan, por primera vez en la historia, la oportunidad de que la voz de los sin voz, de los oprimidos y humillados de siempre, se pueda escuchar a bajo costo y casi de inmediato, en todo el mundo. No digo yo si tiene sobrados motivos de preocupación los chicos creativos que las monopolizaban, precisamente, con fines imperialistas.
Ya ha empezado otra guerra alrededor del tema. Ya se han iniciado los intentos de invisibilizar, trivializar o esconder el paso arrollador y el ejemplo que acaba de dar Hugo Chávez, como mismo se ha intentado invisibilizar y esconder la inmensa obra de la Revolución cubana. Twitter tiene un servicio de trending, o sea, de selección de cuentas que muestren un avance o crecimiento exponencial y que generen palabras claves que se usen mucho en su tráfico diario. Por supuesto que Chavezcandanga no aparece entre ellas, como si lo hace, por ejemplo, una cantante conocida como Lady Gaga. No os asombréis de nada, quizás sea así como los chicos creativos piensan quedar vengados.
Lo cierto es que ya se ha puesto una pica en Flandes. Ya las tecnologías usadas antes para elaborar y reelaborar la versión digital de las estrategias de poder suave e inteligente del imperio, de generar consenso y aceptación, de trabajar sobre los jóvenes, sus principales usuarios, han sido revolucionariamente tomadas por asalto. No exagero si digo que se trata de un nuevo ataque al Palacio de Invierno, esta vez, digital.
Y no importa si los chicos creativos imperiales empiezan a molestar. Lo que los revolucionarios de todos los países, los hombres y mujeres de buena voluntad, los que aman la justicia y la igualdad debemos hacer es unirnos a Chavezcandanga en Twitter, como mismo nos unimos desde siempre en la Comuna de Paris, en la defensa de la República española, en las guerras de independencia. Hoy el internacionalismo es también digital, y si global es el enemigo, global ha de ser la lucha de culturas e ideas.
Twitteros revolucionarios de todos los países: uníos.
Una mala noticia recorre los pasillos de los discretos edificios donde radica el Estado Mayor de la contrarrevolución mundial. Es posible que estén momentáneamente desalentados los chicos creativos que trabajan para garantizar el cíclico lanzamiento de revoluciones de colores “autóctonas” invasiones humanitarias”, raros movimientos separatistas o guerrilleros y “golpes de estado democráticos”, lo mismo en Irán que en el Líbano” Ucrania, Cuba, Honduras, Paraguay, Venezuela, el Congo o Bolivia. Y no es para menos: Twitter, uno de sus juguetes preferidos, ha caído en manos “del enemigo”.
Aquí, como en las viejas historias del aprendiz de brujo, del Dr Fausto y del Dr Frankestein, la realidad ha terminado castigando a los intrusos, a esos que intentaban utilizarla contra natura. Con un mensaje de apenas 100 caracteres, 40 menos que lo permitido en Twitter, Hugo Chávez, y con el la revolución mundial, han dado un gigantesco paso adelante, refutando el estigma de que socialismo y cambios, socialismo y nuevas tecnologías, son incompatibles.
Chavezcandanga, como se identifica la cuenta de Chavez en Twitter, apareció on line, el pasado 27 de abril, a las 9.43 de la noche. “Epa, qué tal? –decía ese primer mensaje– Aparecí, como lo dije: a la medianoche. Pa’ Brasil me voy. Y muy contento, a trabajar por Venezuela. Venceremos”. En apenas cinco días, ya Chávez contaba con una legión de seguidores: el 2 de mayo, a las 10.00 pm, sumaban 175 990. Y la cuenta no cesa de crecer, tan arrolladora como mismo es la Revolución Bolivariana. Se estima que, a ese paso, antes del mes rebasará la cifra de un millón de usuarios de este servicio de microbloggins que seguirán a Chávez desde sus cuentas en Twitter. Y eso, precisamente, es lo que tiene muy preocupados a esos chicos creativos de la contra global que, hasta la fecha, habían utilizado tan jubilosamente todas las herramientas, incluyendo las redes sociales en Internet, para derrocar sistemas y gobiernos, como quien derriba piezas del contario sobre un tablero.
Desde el pasado 27 de abril las guerras culturales de nuestro tiempo entran en una nueva fase. Ya no sólo las tecnologías servirán para promover falsos estrellatos y comentar qué cereal es el que prefiero a la hora del desayuno. Tampoco para otorgar sus quince minutos de fama a disidentes de todas las nacionalidades, como preparación artillera previa al otorgamiento de jugosos premios internacionales por sus servicios, como el medio millón de dólares del premio “Milton Friedman” que se acaba de conceder a un disidente iraní, que de economía probablemente solo conozca los rudimentos requeridos para comprar la canasta familiar del mes.
Desde que apareció en el ruedo @chavezcandanga, no solo se redime Twitter, sino que también se purifica el uso de las tecnologías para el bien de las mayorías. Y con ese paso, aparentemente trivial, el socialismo retoma aquella senda leninista, tan olvidada, tan ignorada, tan arrinconada después, de que socialismo es electrificación más colectivización de la agricultura, o sea, la unión de la más avanzada tecnología con formas de propiedad y economía al servicio de los trabajadores, no en su contra. Hoy, y lo acaba de demostrar Chavez, socialismo es Internet y formas audaces de organizar la producción y hacer colectiva la propiedad, sin excluir la privada o cooperativa. Y es, además, audacia, espíritu de ofensiva y creatividad.
En Cuba, ya Cubadebate, entre otros medios electrónicos ha estado usando Twitter para divulgar sus artículos, especialmente las Reflexiones de Fidel, pero este paso de Chávez es algo más, es la comprensión cabal de que esas armas tecnológicas, en los nuevos escenarios de combate ideológico y cultural, no se pueden dejar en manos del enemigo, y que brindan, por primera vez en la historia, la oportunidad de que la voz de los sin voz, de los oprimidos y humillados de siempre, se pueda escuchar a bajo costo y casi de inmediato, en todo el mundo. No digo yo si tiene sobrados motivos de preocupación los chicos creativos que las monopolizaban, precisamente, con fines imperialistas.
Ya ha empezado otra guerra alrededor del tema. Ya se han iniciado los intentos de invisibilizar, trivializar o esconder el paso arrollador y el ejemplo que acaba de dar Hugo Chávez, como mismo se ha intentado invisibilizar y esconder la inmensa obra de la Revolución cubana. Twitter tiene un servicio de trending, o sea, de selección de cuentas que muestren un avance o crecimiento exponencial y que generen palabras claves que se usen mucho en su tráfico diario. Por supuesto que Chavezcandanga no aparece entre ellas, como si lo hace, por ejemplo, una cantante conocida como Lady Gaga. No os asombréis de nada, quizás sea así como los chicos creativos piensan quedar vengados.
Lo cierto es que ya se ha puesto una pica en Flandes. Ya las tecnologías usadas antes para elaborar y reelaborar la versión digital de las estrategias de poder suave e inteligente del imperio, de generar consenso y aceptación, de trabajar sobre los jóvenes, sus principales usuarios, han sido revolucionariamente tomadas por asalto. No exagero si digo que se trata de un nuevo ataque al Palacio de Invierno, esta vez, digital.
Y no importa si los chicos creativos imperiales empiezan a molestar. Lo que los revolucionarios de todos los países, los hombres y mujeres de buena voluntad, los que aman la justicia y la igualdad debemos hacer es unirnos a Chavezcandanga en Twitter, como mismo nos unimos desde siempre en la Comuna de Paris, en la defensa de la República española, en las guerras de independencia. Hoy el internacionalismo es también digital, y si global es el enemigo, global ha de ser la lucha de culturas e ideas.
Twitteros revolucionarios de todos los países: uníos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario