*JUAN MARTORANO.
El síndrome pernicioso que ha llevado al antichavismo a respaldar todo cuanto contrarie al proyecto de país que los venezolanos y venezolanas nos hemos propuesto seguir adelante, está tocando insólitos fondos de ignominia. el más reciente capítulo de este interminable viaje a su barranco moral ha sido el intento de disfrazar el desnudamiento de Manuel Rosales como uno de los corruptos más descarados del país, para convertirlo en una presunta gesta por la democracia.Todo se vale si usted es de la derecha, incluso robar los fondos públicos. Cuando sea descubierto habrá coronado con éxito una parte importante de su plan, pes entonces tendrá a su disposición toda una caballería de medios privados, de empresas comunicacionales de la derecha, diciéndole al país que usted no sólo es inocente, sino que además es un héroe perseguido por una dctadura.
La actitud del ahora prófugo ex-alcalde de Maracaibo revela cuanta falsedad hay en todo su discurso que habla de valentía y de demócratas perseguidos.Igual que sucedió con Pedro Carmona, Carlos Ortega,Patricia Poleo y otros solicitados por las autoridades, en su debida oportunidad aseguraron que enfrentarían con valentía cívica y sin marcharse del país las acusaciones en su contra.Poco tiempo después se tragaron sus promesas de lucha feroz por defender su inocencia y escaparon al amparo de la noche, y también al amparo de las autoridades cómplices que les facilitaron las cosas. Va siendo hora, además, de poner bajo el microscopio de la justicia verdadera al circuito de cuerpos de seguridad venezolanos, pues es obvio que ni Rosales, ni Lapi, ni Poleo, ni Ortega ni los otros pudieron haber huido sin mojarles las manos a varios funcionarios.Nadie escapa por la frontera de un país sin ser identificado, sin someterse a controles que requieren de algún rigor.En el caso de Rosales,muchos funcionarios aeroportuarios y de otros espacios de salida tendrán que explicarle al país como es que este ladrón que se pretende paladín de la democracia apareció un día en Perú.Escaparse a un país vecino al nuestro es cuestión de un corto viaje y una maniobra de burla a guardias fronterizos.Pero declarar un día en Venezuela y "aparecer" una semana después en Perú ya es un asunto que incluso tienen que explicar muy bien las autoridades del país receptor.
Así como la derecha venezolana ha respaldado masacres (todas las de Israel), burlas contra nuestra soberanía, ataques despiadados de países títeres del imperio, de la misma forma ahora se propone esconder casos de corrupción y presentarlos como si fueran actos de lucha contra "la tiranía".Una tiranía que sigue permitiéndoles abusos y excesos mediáticos y conductuales, por lo cual habrá también que reclamarles a los entes del Estado más energía a la hora de enfrentar el enemigo ideológico de nuestra Revolución.
Pero, de vez en cuando a la derecha venezolana le da por ser honesta consigo misma y con la fracción del país que todavía cree en sus postulados. En esas raras ocasiones suelen "salirles" confesiones como la que el pasado lunes 27 de abril engalanó la primera página de El Universal: "Los partidos no estamos a la altura de los acontecimientos". La declaración la formuló un Solórzano, Secretario General de un partido en vías de extinción llamado Copei (ahora le ha dado agregarle una coletilla que reza "partido popular", como si llamarlo de esa forma convocara efectivamente al pueblo) y el hecho de que haya merecido el titular más importante del periódico favorito de las dictaduras del siglo XX venezolano (Gómez, Pérez Jiménez, AD-COPEI) confirma el lamentable estado espiritual y colectivo en que se encuentra la clase política que aspira a controlar nuevamente al país.
El análisis del señor de Copei es un canto al desconsuelo, y el texto periodístico en el cual lo hace público comienza así: "hace un año, Luis Carlos Solórzano, Secretario General de COPEI Partido Popular, vaticinó en estas mismas páginas que el país se le iba a parar a Chávez si el mandatario trataba de imponer la reforma constitucional derrotada en 2007". Falló en su cálculo.Hoy, sin disimular su frustración y su angustia, Solórzano dice hablar como ciudadano antes que como dirigente político y pone las alternativas en blanco y negro: "O nos calamos esta situación y nos quedamos callados viendo uno de los dos canales radicales de TV que tenemos en Venezuela- uno a favor de la oposición y otro a favor del Gobierno- o decidimos participar sin seguir esperando que llegue un gran mesías". ¿Que mensaje crifrado está oculto detrás de ese "decidimos participar"?¿Habrá querido decir el pobre aspirante a líder que en vista de la imposibilidad de derrotar al chavismo en elecciones hay que intentarlo por otra vía? ¿Le habrá dolido la lengua al decir eso de "o nos calamos esta situación", como si imitar el lenguaje del pueblo lo acercara al pueblo?En otra parte de sus lamentaciones suelta: "el diálogo se acabó y eso hay que decírselo a la gente". ¿Creerá que el difunto en pena como es Copei es el llamado a decretar cuando se dialoga y cuando comienza la guerra en este país?
La importancia de revisar esa entrevista no está en lo que dice sino en lo que revela.
Nada que haga o diga una entidad insignificante como el tal Copei puede alarmar a nadie.Pero lo que revela el sujeto en su histeria, reflejo de una situación más amplia dentro de la oposición, es una sospecha muchas veces confirmada: que la desesperación está llevando al antichavismo, nuevamente por el camino de la confrontación violenta. Ni falta hace decir que, si vienen como el 11...
Patria Socialista o Muerte!!!
Venceremos y Estamos Venciendo!!!
*Abogado, Analista Político y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Moderador de los Programas Informativos y de Opinión, "Micrófono Abierto", "Lo que se Habla" y "Caminos Libres", transmitidos de lunes a viernes de 12 m a 2 pm por la Emisora Comunitaria "Llovizna" 104.7 FM, y los días martes de 7 pm a 8 pm y los domingos de 8 pm a 9 pm, por la Emisora Cultural, Informativa y de Entretenimiento perteneciente a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG, Corporación para el Socialismo) y del Sistema Nacional de Medios Públicos, "La Voz de Guayana" 89.7 FM, respectivamente. jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar
El síndrome pernicioso que ha llevado al antichavismo a respaldar todo cuanto contrarie al proyecto de país que los venezolanos y venezolanas nos hemos propuesto seguir adelante, está tocando insólitos fondos de ignominia. el más reciente capítulo de este interminable viaje a su barranco moral ha sido el intento de disfrazar el desnudamiento de Manuel Rosales como uno de los corruptos más descarados del país, para convertirlo en una presunta gesta por la democracia.Todo se vale si usted es de la derecha, incluso robar los fondos públicos. Cuando sea descubierto habrá coronado con éxito una parte importante de su plan, pes entonces tendrá a su disposición toda una caballería de medios privados, de empresas comunicacionales de la derecha, diciéndole al país que usted no sólo es inocente, sino que además es un héroe perseguido por una dctadura.
La actitud del ahora prófugo ex-alcalde de Maracaibo revela cuanta falsedad hay en todo su discurso que habla de valentía y de demócratas perseguidos.Igual que sucedió con Pedro Carmona, Carlos Ortega,Patricia Poleo y otros solicitados por las autoridades, en su debida oportunidad aseguraron que enfrentarían con valentía cívica y sin marcharse del país las acusaciones en su contra.Poco tiempo después se tragaron sus promesas de lucha feroz por defender su inocencia y escaparon al amparo de la noche, y también al amparo de las autoridades cómplices que les facilitaron las cosas. Va siendo hora, además, de poner bajo el microscopio de la justicia verdadera al circuito de cuerpos de seguridad venezolanos, pues es obvio que ni Rosales, ni Lapi, ni Poleo, ni Ortega ni los otros pudieron haber huido sin mojarles las manos a varios funcionarios.Nadie escapa por la frontera de un país sin ser identificado, sin someterse a controles que requieren de algún rigor.En el caso de Rosales,muchos funcionarios aeroportuarios y de otros espacios de salida tendrán que explicarle al país como es que este ladrón que se pretende paladín de la democracia apareció un día en Perú.Escaparse a un país vecino al nuestro es cuestión de un corto viaje y una maniobra de burla a guardias fronterizos.Pero declarar un día en Venezuela y "aparecer" una semana después en Perú ya es un asunto que incluso tienen que explicar muy bien las autoridades del país receptor.
Así como la derecha venezolana ha respaldado masacres (todas las de Israel), burlas contra nuestra soberanía, ataques despiadados de países títeres del imperio, de la misma forma ahora se propone esconder casos de corrupción y presentarlos como si fueran actos de lucha contra "la tiranía".Una tiranía que sigue permitiéndoles abusos y excesos mediáticos y conductuales, por lo cual habrá también que reclamarles a los entes del Estado más energía a la hora de enfrentar el enemigo ideológico de nuestra Revolución.
Pero, de vez en cuando a la derecha venezolana le da por ser honesta consigo misma y con la fracción del país que todavía cree en sus postulados. En esas raras ocasiones suelen "salirles" confesiones como la que el pasado lunes 27 de abril engalanó la primera página de El Universal: "Los partidos no estamos a la altura de los acontecimientos". La declaración la formuló un Solórzano, Secretario General de un partido en vías de extinción llamado Copei (ahora le ha dado agregarle una coletilla que reza "partido popular", como si llamarlo de esa forma convocara efectivamente al pueblo) y el hecho de que haya merecido el titular más importante del periódico favorito de las dictaduras del siglo XX venezolano (Gómez, Pérez Jiménez, AD-COPEI) confirma el lamentable estado espiritual y colectivo en que se encuentra la clase política que aspira a controlar nuevamente al país.
El análisis del señor de Copei es un canto al desconsuelo, y el texto periodístico en el cual lo hace público comienza así: "hace un año, Luis Carlos Solórzano, Secretario General de COPEI Partido Popular, vaticinó en estas mismas páginas que el país se le iba a parar a Chávez si el mandatario trataba de imponer la reforma constitucional derrotada en 2007". Falló en su cálculo.Hoy, sin disimular su frustración y su angustia, Solórzano dice hablar como ciudadano antes que como dirigente político y pone las alternativas en blanco y negro: "O nos calamos esta situación y nos quedamos callados viendo uno de los dos canales radicales de TV que tenemos en Venezuela- uno a favor de la oposición y otro a favor del Gobierno- o decidimos participar sin seguir esperando que llegue un gran mesías". ¿Que mensaje crifrado está oculto detrás de ese "decidimos participar"?¿Habrá querido decir el pobre aspirante a líder que en vista de la imposibilidad de derrotar al chavismo en elecciones hay que intentarlo por otra vía? ¿Le habrá dolido la lengua al decir eso de "o nos calamos esta situación", como si imitar el lenguaje del pueblo lo acercara al pueblo?En otra parte de sus lamentaciones suelta: "el diálogo se acabó y eso hay que decírselo a la gente". ¿Creerá que el difunto en pena como es Copei es el llamado a decretar cuando se dialoga y cuando comienza la guerra en este país?
La importancia de revisar esa entrevista no está en lo que dice sino en lo que revela.
Nada que haga o diga una entidad insignificante como el tal Copei puede alarmar a nadie.Pero lo que revela el sujeto en su histeria, reflejo de una situación más amplia dentro de la oposición, es una sospecha muchas veces confirmada: que la desesperación está llevando al antichavismo, nuevamente por el camino de la confrontación violenta. Ni falta hace decir que, si vienen como el 11...
Patria Socialista o Muerte!!!
Venceremos y Estamos Venciendo!!!
*Abogado, Analista Político y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Moderador de los Programas Informativos y de Opinión, "Micrófono Abierto", "Lo que se Habla" y "Caminos Libres", transmitidos de lunes a viernes de 12 m a 2 pm por la Emisora Comunitaria "Llovizna" 104.7 FM, y los días martes de 7 pm a 8 pm y los domingos de 8 pm a 9 pm, por la Emisora Cultural, Informativa y de Entretenimiento perteneciente a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG, Corporación para el Socialismo) y del Sistema Nacional de Medios Públicos, "La Voz de Guayana" 89.7 FM, respectivamente. jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar
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