*JUAN MARTORANO.
No son frecuentes las oportunidades para que los colectivos hagamos la historia grande, la que constituye épocas de cambios, la que nos marca rumbos. Son momentos en que los pueblos y los individuos son convocados para lo grande, para lo excelso.
Venezuela, este pueblo que ha parido a uno de los hombres más grandes del mundo, Simón Bolívar, cuna de libertadores y libertadoras, sin duda que es un pueblo privilegiado, varias han sido las oportunidades en las que ha sido llamado para lo extraordinario y siempre se ha presentado a la cita con la historia.
Hoy en Venezuela, con la Revolución Bolivariana vivimos una de esas épocas, hemos sido convocados por la historia de la fundación de un nuevo mundo.
Aquí llevamos la construcción del Socialismo del siglo 21. en primer lugar, por la vía pacífica, con nuestras propias particularidades que sin duda supone transitar un camino inédito, lleno de incertidumbres y retos, de necesidades teóricas, de combate en territorio que sin duda esta dominado y minado además por la ética oligarca.
La humanidad llevada de la mano del capitalismo camina inexorablemente hacia su extinción, esta afirmación ya no es considerada una plegaria de extremistas trasnochados ni es una utopía ni un cuento, ahora es respaldada por la opinión de destacados políticos y cientifícos serios, y si esto fuera poco para decretar la alerta de toda la humanidad, los cambios climáticos que hoy ocurren de manera acelerada: el derretimiento de los polos, los huracanes violentísimos, la extinción de muchas especies de plantas y animales, constituyen presagios incontestables de la debacle que estamos obligados a detener.
El pueblo venezolano, nuestra Revolución Bolivariana está en estos momentos en el centro de la marcha humana, es aquí donde existen todas las condiciones para marcar el rumbo hacia la supervivencia de la especie humana en este planeta.
En nuestro avance hemos llegado a una encrucijada, a un cruce de caminos, uno nos conduce hacia la restauración capitalista, el otro hacia el socialismo. Hoy nos debatimos en este dilema.
Sin duda que en estos nueva años, casi diez, de revolución bolivariana, hemos cometido muchos errores, pero también hemos conseguido importantes éxitos, porque nuestra intención debe ser construir un nuevo mundo y un nuevo humano, aunque a veces caminemos a tientas, nos conduce a la certeza de que este esfuerzo es indispensable para la permanencia de la vida, que siempre debe movernos un profundo amor por la humanidad.
En nuestro avance debemos descubrir las leyes de la revolución pacífica. Una de estas leyes, como lo cita Neftalí Reyes, debe ser la "Ley de la Conciencia Socialista": la principal batalla de la Revolución debe ser la sustitución de la conciencia, de los valores de la ética capitalista egoísta, por la conciencia, los valores, la ética socialista amorosa. Y que esta batalla se da, ocurre en territorio dominado por la espiritualidad enemiga.
Vivimos en medio de la espiritualidad enemiga, que está con nosotros y en nosotros, esto le confiere a la lucha unas características únicas que diferencian la Revolución pacífica de la Revolución no pacífica.
La "ley de la conciencia" nos indica la necesidad de medidas urgentes para dar la batalla por la conciencia.
Es cierto que se han hecho esfuerzos, pero han resultado incompletos e insuficientes. Es necesario estudiar el asunto con la seriedad de lo vital. Lo primero es entender que cualquier paso en esta batalla intentará ser capturado por la espiritualidad oligarca, burocratizarlo, mediatizarlo, despojarlo de acción revolucionaria. Ejemplos nos sobran, no es el caso estudiarlos ahora, mencionaremos sólo escuelas, misiones y motores que han sido atrapados.
Es necesario prepararnos, tomar en cuenta esta ley fundamental, los medios de comunicación revolucionarios, los entes revolucionarios encargados de lo cultural deben estar en esta primera línea de batalla.
Pero es necesario enfatizar que, cualquier esfuerzo estará destinado al fracaso si no viene acompañado con un cambio profundo de la institucionalidad oligarca que sirve de soporte a la espiritualidad capitalista.
Uno de estos cambios urgentes es el sistema electoral, construido para sembrar en el pueblo, egoísmo, individualismo, fragmentación social, estímulo de valores mercantiles, subasta de voluntades, creador de irresponsabilidades.
Hoy transitamos los caminos de la posibilidad, podemos avanzar hacia el Socialismo, pero también existe el riesgo de retroceder hacia el capitalismo, son tiempos de incertidumbre, pero también de esperanzas de posibilidades.
El reto es detectar y determinar lo que nos hace avanzar hacia el socialismo, y los que nos hace alejarnos de la posibilidad socialista. Y emprender con fuerza y decisión los cambios necesarios por difíciles que sean.
Debemos entender en la encrucijada en la que nos encontramos y la responsabilidad de cada uno de nosotros en la determinación del rumbo de esta sociedad y de la humanidad entera.
Debemos estar a la altura del reto histórico, descifrar los obstáculos inéditos que se le presentan a una Revolución cuando es pacífica.
En esta etapa que comienza posterior a las elecciones del 23 de noviembre es necesario cambiar profundamente la institucionalidad que hemos heredado de la oligarquía, crear una institucionalidad revolucionaria.
Es necesario, profundizar en la construcción de la conciencia revolucionaria.
Es necesario fundar una nueva relación con el trabajo, soportada por la propiedad social de los medios de producción.
Los cambios sólo son posibles con un Chávez fortalecido, una revolución fuerte.
Si perdemos la revolución, si perdemos la esperanza, si perdemos al comandate, si matamos la esperanza, a la posibilidad de ir hacia el socialismo, el país se enrumbará por el camino capitalista y ya conocemos lo que eso significa: volver a las épocas de miseria espiritual y material.
Patria Socialista o Muerte!!!
Estamos venciendo!!!
*Abogado, Analista Político y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Moderador de los Programas de opinión, "Micrófono Abierto" y del Tercer Motor: "Moral y Luces", transmitidos de lunes a viernes de 12 m a 2 pm por la Emisora Comunitaria "Llovizna" 104.7 FM, y los días martes de 7 pm a 8 pm por la Emisora Cultural, Informativa y de Entretenimiento, "La Voz de Guayana" 89.7 FM, respectivamente. jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar
miércoles, 26 de noviembre de 2008
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