viernes, 21 de noviembre de 2008

La crisis mundial (oficializada) y el agotamiento de los mercados

Alberto Lovera


En estos días conversaba con un amigo sobre las gigantescas dimensiones sociales (económicas, políticas, culturales, sociales) de la crisis o recesión financiera mundial. Comentábamos sobre el reciente viaje del Presidente de China a Latinoamérica y el viaje del Presidente de Vietnam a Venezuela con una delegación de más de cien empresarios.
Analizábamos estos eventos como acciones manifiestas de la estrategia de ambos países, para incrementar la penetración y la participación de los capitales de sus países y su realización a través de la oferta de bienes y servicios en los mercados locales.
Sí eso es así, y la realidad pareciera confirmarlo, entre las múltiples consecuencias en el corto y mediano plazo una de ellas será la dramática reducción de la capacidad adquisitiva de los consumidores en todo el mundo, y por supuesto la reducción de los mercados, entendiendo este concepto como el lugar de realización de las mercancías (productos o servicios), en aquella célebre ecuación de oferta y demanda.
Será altamente interesante ver como las empresas transnacionales en competencia con las locales, intentarán incrementar sus niveles de participación en aquellos centros de oferta y demanda que les permitan su sobrevivencia, pareciera que estamos a las puertas de un ejercicio de competencia nunca visto desde que tengo uso de razón, además es importante acotar que los mercados preferenciales tales y como son los Estados Unidos y Europa se están viendo impactados de manera inmediata por una reducción significativa de la demanda, quizás ésta situación sea uno de los elementos que determinó los viajes de los Presidentes antes mencionados a Latinoamérica.
Ahora bien es vital recordar la práctica agresiva y común de los gobiernos de Europa y Estados Unidos, de subsidiar productos estratégicos de exportación, para incrementar las capacidades de competencia de sus productos en mercados externos, además de las firmas de tratados binacionales de libre comercio, lo cual por supuesto juega en contra de los intereses de los capitales locales al no poder competir con los precios de dichos productos.
Es decir que pareciera que realmente que el modelo de acumulación y reproducción del capital como lo conocemos hasta ahora se ha agotado, lo cual no considero que significa el fin del capitalismo, ya que para ello tendrían que cambiar radicalmente las relaciones de producción y la propiedad de los medios de producción, lo cual no pareciera estar planteado en ningún caso, ya que la intervención de los gobiernos tanto de los Estados Unidos como de los países europeos en los distintos sectores de la economía, no se han planteado la socialización de la propiedad de las empresas intervenidas.
Sin embargo la gran cantidad de trabajadores que han perdido y los que los perderán en los próximos tiempos, podrían plantearse la colectivización de la propiedad de aquellas empresas impactadas directamente por la crisis, lo cual sí le daría un viraje al sistema revolucionario al modelo de acumulación que hasta hoy conocemos. Un hecho de ésta naturaleza podría significar el principio del fin del sistema capitalista, sin embargo tiene pertinencia la reflexión que nos hacíamos en días pasados y tiene que ver con la capacidad de ejercicio de poder que tienen los oponentes a una situación como la antes planteada.
Ya para concluir, considero que la agudización de la situación actual ofrecerá elementos que podrían incrementar la viabilidad para la realización de operaciones estratégicas, destinadas a cambiar radicalmente el modo de producción capitalista, sin embargo una vez más la organización social será determinante para lograr éste cambio.
loar42@hotmail.com

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