No es una simple guerra comercial lo que estamos presenciando. Un
nuevo orden económico mundial se está perfilando y otro mapa político
del Mundo se está dibujando. La decadencia del imperialismo
norteamericano es indetenible. Su principal arma de dominación, el
dólar, ha sido duramente golpeada. En franca desventaja y heridos, los
capitales estadounidenses rasguñan con aumentos de aranceles y amenazan
con guerras e invasiones.
Donald Trump, vocero de turno de los grandes capitales, declaró la guerra comercial a China el 22 de marzo de 2018. Anunció aranceles de 10% y 25% del aluminio y del acero respectivamente. Eximió, no por casualidad, a sus principales socios comerciales: Canadá, México, Brasil, Argentina, La Unión Europea, Australia y Corea del Sur, no así a China, por el contrario, anunció que grabaría con US$ 50.000 millones en aranceles a 1.333 de sus productos y estableció restricciones a las inversiones provenientes de Pekín. Hoy, los aranceles a los bienes chinos ascienden a US$ 200.000 millones. El gigante asiático respondió haciendo lo propio y elevó los aranceles de los productos provenientes de EEUU. Amenazó además con una guerra de divisas al devaluar el yuan y ubicarlo por encima de 7 unidades por dólar.
El robo de tecnología por parte de China a EEUU fue la excusa del inicio de la guerra comercial, la verdadera razón fue el lanzamiento de la triada petro-yuan-oro en marzo del 2018, estrategia que junto con la Nueva Ruta de la Seda está haciendo tambalear el orden unipolar mundial sustentando, desde 1970, en la supremacía del petro-dólar-papel.
China, el principal importador de petróleo a nivel mundial con más de 8 millones de barriles diarios, anunció que a partir del 26 de marzo de 2018 compraría el hidrocarburo en yuanes, por lo que la cotización del crudo comenzará a tener referencia en esa moneda y no solo en dólares, tal como venía ocurriendo luego del acuerdo entre EEUU y Arabia Saudita en la década de los 70´. Adicionalmente anunció que el yuan, a diferencia del dólar, estará respaldado en oro. A la iniciativa se sumaron los rusos. Ambos países son los primeros productores de oro a nivel mundial.
Con la paciencia milenaria que los caracteriza, esperaron el momento oportuno para anunciar los planes de internacionalización de su divisa. Lo hicieron luego de que el Fondo Monetario Internacional decidiese, en octubre de 2016, incluir el yuan en la cesta de monedas que sirve para el cálculo del promedio ponderado del tipo de cambio.
EEUU está en desventaja. Aquí algunas muestras.
Producción
Silenciosamente, mientras EEUU inundaba el mundo de dólares, los chinos fortalecían su economía. Según datos del Banco Mundial, desde 1970 hasta 2018 el producto interno bruto (PIB) per cápita de China aumentó 3288%, en cambio el de los estadounidenses incrementó tan solo 135%. La economía China pasó del puesto 16 en 1970 a ocupar el segundo lugar en 2018. De todo lo que se produce en el Planeta, el 22% se elabora en EEUU, seguido del 13% en China que ha registrado un crecimiento exponencial, siempre positivo desde hace más de 5 décadas. La economía mundial creció anualmente 3,11% en promedio desde 1970, la de EEUU 2,74%, China creció en promedio 9,07%.
Comercio internacional
La cuenta comercial de EEUU, es decir, la diferencia de las exportaciones menos las importaciones, es negativa. Son más los bienes que importa que los que exporta. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), para el año 2017 tenía un déficit comercial de US$ 861.781 millones, de los cuales, el 46%, o sea US$ 396.128 millones corresponden a su principal socio comercial, China.
De todo lo que EEUU importa, el 21,9% llega de China, le sigue México con el 13%, Canadá con el 12%, Japón el 6% y Alemania surte el 5% de las importaciones a los norteamericanos. Con absolutamente todos esos países que son sus principales socios comerciales, sus cuentas están en rojo, incluyendo Rusia y Venezuela.
EEUU depende en 21,9% de los Chinos en cuanto a bienes importados, de los cuales, el 49,81% corresponde a maquinarias, repuestos y tecnología.
Es el caso, que mientras EEUU muestra números rojos en su balance comercial, China registró superávit por US$ 419.577 millones en 2017 según cifras de la OMC. Del total de productos importados, solo el 9% proviene de EEUU.
Deuda externa
La deuda de EEUU alcanzó los US$ 20 billones en mayo de este año, representa el 97% de su PIB. El mayor tenedor de los bonos del Tesoro de EEUU es China con US$ 1,17 billones, le sigue Japón. Ambos han vendido parte de los bonos durante los últimos meses. Japón se deshizo de US$ 82.900 millones lo que representa el 7% de sus tenencias, mientras que China vendió US$ 4.400 millones. Rusia hizo lo propio, se deshizo del 84% de sus tenencias de bonos del Tesoro de EEUU y Turquía del 42%. Lo cambiaron por oro.
En el reordenamiento mundial que vivimos, China cuenta con un arma poderosa. Si decidiera vender los bonos del Tesoro de EEUU y cambiarlos por oro, afectaría de manera importante la economía estadounidense y con ella el dólar.
Venezuela epicentro del conflicto
Hacerse de la primera reserva de petróleo y de oro del Planeta le garantizaría una gran ventaja a EEUU para enfrentar la triada del petro-yuan-oro. Es en territorio venezolano, que en estos momentos, se decide el nuevo orden mundial y la paz del mundo.
Donald Trump, vocero de turno de los grandes capitales, declaró la guerra comercial a China el 22 de marzo de 2018. Anunció aranceles de 10% y 25% del aluminio y del acero respectivamente. Eximió, no por casualidad, a sus principales socios comerciales: Canadá, México, Brasil, Argentina, La Unión Europea, Australia y Corea del Sur, no así a China, por el contrario, anunció que grabaría con US$ 50.000 millones en aranceles a 1.333 de sus productos y estableció restricciones a las inversiones provenientes de Pekín. Hoy, los aranceles a los bienes chinos ascienden a US$ 200.000 millones. El gigante asiático respondió haciendo lo propio y elevó los aranceles de los productos provenientes de EEUU. Amenazó además con una guerra de divisas al devaluar el yuan y ubicarlo por encima de 7 unidades por dólar.
El robo de tecnología por parte de China a EEUU fue la excusa del inicio de la guerra comercial, la verdadera razón fue el lanzamiento de la triada petro-yuan-oro en marzo del 2018, estrategia que junto con la Nueva Ruta de la Seda está haciendo tambalear el orden unipolar mundial sustentando, desde 1970, en la supremacía del petro-dólar-papel.
China, el principal importador de petróleo a nivel mundial con más de 8 millones de barriles diarios, anunció que a partir del 26 de marzo de 2018 compraría el hidrocarburo en yuanes, por lo que la cotización del crudo comenzará a tener referencia en esa moneda y no solo en dólares, tal como venía ocurriendo luego del acuerdo entre EEUU y Arabia Saudita en la década de los 70´. Adicionalmente anunció que el yuan, a diferencia del dólar, estará respaldado en oro. A la iniciativa se sumaron los rusos. Ambos países son los primeros productores de oro a nivel mundial.
Con la paciencia milenaria que los caracteriza, esperaron el momento oportuno para anunciar los planes de internacionalización de su divisa. Lo hicieron luego de que el Fondo Monetario Internacional decidiese, en octubre de 2016, incluir el yuan en la cesta de monedas que sirve para el cálculo del promedio ponderado del tipo de cambio.
EEUU está en desventaja. Aquí algunas muestras.
Producción
Silenciosamente, mientras EEUU inundaba el mundo de dólares, los chinos fortalecían su economía. Según datos del Banco Mundial, desde 1970 hasta 2018 el producto interno bruto (PIB) per cápita de China aumentó 3288%, en cambio el de los estadounidenses incrementó tan solo 135%. La economía China pasó del puesto 16 en 1970 a ocupar el segundo lugar en 2018. De todo lo que se produce en el Planeta, el 22% se elabora en EEUU, seguido del 13% en China que ha registrado un crecimiento exponencial, siempre positivo desde hace más de 5 décadas. La economía mundial creció anualmente 3,11% en promedio desde 1970, la de EEUU 2,74%, China creció en promedio 9,07%.
Comercio internacional
La cuenta comercial de EEUU, es decir, la diferencia de las exportaciones menos las importaciones, es negativa. Son más los bienes que importa que los que exporta. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), para el año 2017 tenía un déficit comercial de US$ 861.781 millones, de los cuales, el 46%, o sea US$ 396.128 millones corresponden a su principal socio comercial, China.
De todo lo que EEUU importa, el 21,9% llega de China, le sigue México con el 13%, Canadá con el 12%, Japón el 6% y Alemania surte el 5% de las importaciones a los norteamericanos. Con absolutamente todos esos países que son sus principales socios comerciales, sus cuentas están en rojo, incluyendo Rusia y Venezuela.
EEUU depende en 21,9% de los Chinos en cuanto a bienes importados, de los cuales, el 49,81% corresponde a maquinarias, repuestos y tecnología.
Es el caso, que mientras EEUU muestra números rojos en su balance comercial, China registró superávit por US$ 419.577 millones en 2017 según cifras de la OMC. Del total de productos importados, solo el 9% proviene de EEUU.
Deuda externa
La deuda de EEUU alcanzó los US$ 20 billones en mayo de este año, representa el 97% de su PIB. El mayor tenedor de los bonos del Tesoro de EEUU es China con US$ 1,17 billones, le sigue Japón. Ambos han vendido parte de los bonos durante los últimos meses. Japón se deshizo de US$ 82.900 millones lo que representa el 7% de sus tenencias, mientras que China vendió US$ 4.400 millones. Rusia hizo lo propio, se deshizo del 84% de sus tenencias de bonos del Tesoro de EEUU y Turquía del 42%. Lo cambiaron por oro.
En el reordenamiento mundial que vivimos, China cuenta con un arma poderosa. Si decidiera vender los bonos del Tesoro de EEUU y cambiarlos por oro, afectaría de manera importante la economía estadounidense y con ella el dólar.
Venezuela epicentro del conflicto
Hacerse de la primera reserva de petróleo y de oro del Planeta le garantizaría una gran ventaja a EEUU para enfrentar la triada del petro-yuan-oro. Es en territorio venezolano, que en estos momentos, se decide el nuevo orden mundial y la paz del mundo.
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