Richard Canán
Entre tantos eventos de solidaridad y apoyo hacia Venezuela, como fueron la reunión ministerial del Movimiento de Países No Alineados (120 países) y la edición XXV del Foro de Sao Paulo (con delegados de 70 países), casi que pasa debajo de la mesa un nuevo episodio de las tragicómicas desventuras de la oposición venezolana.
Pues sí, las molestias con Guaidó siguen creciendo de manera exponencial entre los líderes opositores. La afanosa manera de ponerle el diente a cuanta "ayuda humanitaria" en metálico aparezca en cualquier parte del planeta es totalmente espeluznante. Esta gente padece de codicia pura. Esto es incurable.
Son unos inmorales. Para nada guardan las formas o un mínimo de legalidad en sus crecientes raterías. El oficio de golpista ha generado unos cuantos millonarios, como el sibarita de Julio Borges o toda la camada de sifrinos "autoexiliados" de Voluntad Popular. Son chuleadores profesionales. Unos parásitos. Viven paseando por todo el planeta, mascullando sus "desgracias" para dar lástima y poder martillar con fuerza, siempre entre el tintineo del whisky fino y la buena mesa.
Han llegado al descaro total. No disimulan ni ocultan el bulto lleno de dinero. Tienen enormes grietas en todos los bolsillos por el peso de los copiosos fajos de dólares que el Tío Bolton les ha lanzado. Están buchones. Tremenda estafa les están metiendo a los gringos. Todo un paquete chileno.
Pero alerta. Sin tener claro cómo la derecha va a devolver el "empréstito" (los gringos nunca dan nada gratis), los medios norteamericanos han revelado que por orden del mismísimo patrón Donald Trump, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), "desviará cerca de 42 millones de dólares de ayuda para el desarrollo en Guatemala y Honduras con el fin de apoyar a Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, en sus gastos, incluido el pago de salarios".
Guaidó, con su cara de impúber recién bañado, es tremendo avión. Un jet supersónico. Un zamuro rapiñero (cuidado con la cartera al pasarle cerca). Está más que contento, con los bolsillos a reventar. Calculadora en mano, ya distribuyó caleta cada millón, cada centavo de dólar. Por eso guarda silencio sepulcral y se hace el musiú ante las revelaciones de los medios. Está claro que no tiene en lo absoluto ninguna cualidad constitucional para administrar ayudas extranjeras. Los recursos asignados para supuestamente mejorar su capacidad de "gobernanza" (la actividad golpista) irán directo a los insaciables bolsillos de la cúpula de Voluntad Popular.
El descaro es total. La USAID confiesa abiertamente que entregará los recursos a Guaidó (su empleado del mes) para que pueda seguir en su desinflada agenda golpista. Así, distribuye los millones de dólares generosamente para "cubrir los salarios y estipendios del gobierno interino, los viajes laborales; a organizaciones no gubernamentales con el fin de crear contenidos para los medios y tiempo en antena para llegar a los ciudadanos venezolanos; a apoyar los esfuerzos diplomáticos del equipo de Guaidó en las negociaciones con Maduro".
Para evitar que se repita el desfalco de Cúcuta y para garantizar la "transparencia" en el uso de los millonarios recursos otorgados por el generoso Imperio Norteamericano, de seguro los sesudos asesores del espurio Guaidó, le recomendarán presentar el correspondiente formulario ante la Oficina Nacional de Presupuesto para registrar las partidas de gasto (4.98.00.00.00 Rectificaciones al presupuesto) bajo el proyecto 001: Financiamiento del Golpe de Estado. Más descarados imposible.
No es broma. Este método de golpe administrativo es inédito en el Continente. Por primera vez una fuerza política opositora ejerce abiertamente sus acciones de quiebre del hilo constitucional presentándose y reconociéndose como asalariados de una potencia extranjera. Este es un nivel superior de golpismo. De seguro que al pasar los años, los fracasados apátridas y lacayos pitiyanquis pedirán su respectiva pensión ante el "Social Security". Todas estas acciones representan delitos de traición a la patria, peculado de uso, corrupción y mucho más.
Lo peor, es que en medio de la crisis migratoria en la frontera con Estados Unidos, Trump le quita los recursos al tumultuoso "Triángulo Norte", Guatemala, Honduras y El Salvador que bien podrían utilizarse en proyectos productivos que permitan minimizar las causas económicas de la enorme migración centroamericana hacia Norteamérica.
En fin, bien fea se mantiene la disputa en la maltrecha oposición. La desconfianza por el manejo del botín va creciendo. Más cuando la ingente cantidad de millones de dólares circulando en los bolsillos del "equipo" Guaidó, no se ven concretados en acciones reales que permitan alcanzar la prometida "transición". Tampoco comparten la cochina con sus supuestos socios. Guaidó es una insaciable grieta que engulle con placer todos los "donativos" recibidos.
Guaidó parece un carro con el caucho espichado. No sirve para rodar (nada que avanza) y no tiene repuesto (está estancado). Ahora es una carga pesada, un bulto, que deben mantener sus apologistas, financistas y promotores mediáticos hasta enero del año 2.020. Este es otro experimento que no le cuaja a la maltrecha derecha.
Sociólogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario