Juan Martorano
El día de ayer, 23 de septiembre de 2018, el ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información y vicepresidente sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, realizó una inusual rueda de prensa dominical, donde develó importantes revelaciones sobre el actual status del magnicidio en grado de frustración en contra del Presidente de la República, Nicolás Maduro y las altas personalidades que encabezan las distintas ramas del Poder Público Nacional, el pasado 4 de agosto de 2018, en el marco de los 81 años de nuestra Guardia Nacional Bolivariana.
Para el momento en que escribo estas líneas, han transcurrido 51 días de ese vil hecho, que pudo, en caso de haber tenido éxito en su cometido, hubiese sumido a nuestro país en una espiral de muerte y violencia, además de encontrarse ya invadido e intervenido por potencias foráneas encabezadas por EEUU.
En esta oportunidad, cuando hacemos mención en estas líneas sobre este evento criminal que no debe ser olvidado, es porque el ministro y vicepresidente Rodríguez destacó la reciente captura de Henryberth Rivas, alias "Morfeo", de Ángela Lisbeth Espósito Carrillo, alias "La Perrera" y del coronel Ramón Velasco, alias "Corocoro".
Pero, como el propio Jefe de Estado venezolano lo expresó en su debida oportunidad, si algo debe servir este evento, es para que nuestro pueblo gane conciencia y de sacar las lecciones de lo que hay que cuidar, que no es más que el destino y el futuro de Venezuela, que debe descansar en la paz y el pluralismo político, elementos estos que se vieron seriamente comprometidos en esa fatídica fecha y con ese hecho afortunadamente fallido.
En la mañana del 4 de agosto de 2018, el Presidente Nicolás Maduro a través de su cuenta twitter, publicaba un mensaje alusivo a la fecha de conmemoración de aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana. Lejos estaba de saber lo que acontecería durante la tarde de ese día sábado. Apoyado en esta oportunidad de una cronología realizada por la periodista y camarada Teresa Maniglia, trataré de enlazar algunas fechas y eventos que contribuirían a marcar esa fatídica fecha.
En fecha 3 de mayo de 2013, en una asamblea celebrada en los patios del Metro de Caracas, ubicados en Propatria (Distrito Capital), el Presidente Nicolás Maduro denunciaba planes por parte del gobierno de Estados Unidos, en ese entonces dirigido por Barack Obama, para eliminarlo físicamente. Gracias a la labor de los cuerpos de inteligencia venezolanos, en el mes de septiembre de ese año, fueron detenidos dos ciudadanos de nacionalidad colombiana, cuya misión era efectuar una acción criminal y de magnicidio en la persona del entonces presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello y del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante el mes de septiembre-octubre de ese año.
Denuncias y advertencias similares fueron formuladas por el Primer Mandatario Nacional en el marco de una marcha del Movimiento por la Paz y la Vida el 15 de marzo de 2014 en el paseo monumental de Los Próceres, en la ciudad de Caracas, señalaba que extremistas de la administración Obama le colocaban sobre el escritorio del presidente estadounidense las opciones de asesinato en contra del Jefe de Estado venezolano.
El 23 de enero de 2015, Nicolás Maduro nuevamente denunciaba los planes de atentar contra su vida por parte del gobierno de Estados Unidos, en el marco de una movilización de víctimas de la oligarquía que culminó en la Plaza O Leary de Caracas.
El 13 de abril de 2016, en el marco de un Congreso de delegados y delegadas del Congreso de la Patria celebrado en el Poliedro de Caracas, una vez más, el Presidente Nicolás Maduro denunciaba los planes que se preparan desde Estados Unidos para acabar con su vida.
El 20 de septiembre de 2017, se procedió a una nueva denuncia sobre los planes magnicidas en contra del jefe del Ejecutivo Nacional, en el marco de reunión con gobernadores y gobernadoras en el Palacio Blanco, en el marco de reuniones del Consejo Federal de Gobierno.
Importante es de destacar, que el 4 de agosto de 2018, en la emblemática Avenida Bolívar de Caracas, ubicada en el municipio Libertador del centro de Caracas, capital de la República Bolivariana de Venezuela, nombre propuesto por el entonces constituyentista y camarada Eliecer Otaiza (asesinado en extrañas circunstancias el 26 de abril de 2014), para enaltecer la gesta gloriosa del Padre de la Patria, Simón Bolívar, y consta en el capítulo número 1 de la Constitución Nacional, texto aprobado por primera vez por decisión popular, se desarrollaron los abominables hechos contra el presidente Nicolás Maduro Moros, que sin lugar a dudas representan el más horrendo crimen en grado de frustración que se haya perpetrado en la historia política y criminal de ¿Qué estaba ocurriendo? Sin lugar a dudas algo muy grave.
La historia macabra comenzó exactamente a las 5 y 41 minutos de la tarde del sábado. En ese instante, hablaba del censo de transporte que se realizaba en el país y las intentonas de la derecha política violenta para sabotearlo.
Venezuela.
Para el pueblo venezolano decir avenida Bolívar es sinónimo de Revolución Bolivariana y es pensar en el comandante Hugo Chávez. Allí cerró su primera campaña electoral para la presidencia el 2 de diciembre de 1998 y su última campaña el 4 de octubre de 2012. Fue su escenario predilecto de centenares de eventos con el pueblo a lo largo de todo su mandato.
El 17 de mayo de 2018, Nicolás Maduro cerró su campaña electoral como candidato a la reelección, apoyado por el Frente Amplio de la Patria, en esta avenida y el día 20 resultó electo con el 68% del voto del pueblo. Desde entonces, no se realizaba un acto público en el lugar hasta el 4 de agosto cuando se desarrolló la ceremonia por el octogésimo primer aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, evento que por primera vez ocurría fuera de los tradicionales espacios castrenses.
Ya casi estaba finalizando el acto y el presidente Nicolás Maduro ofrecía su discurso, que se transmitía en cadena de radio y televisión, cuando de pronto detonan un primer artefacto volador frente a la tarima presidencial y segundos después un segundo artefacto en algún lugar cercano detrás de la misma tarima. En televisión, las imágenes que se observan son muy rápidas y preocupantes; todos recuerdan al presidente hablando, el rostro de asombro de la Primera Combatiente Cilia Flores que estaba viendo algo terrible y la escena fugaz de "romper filas" de la parada militar. La transmisión fue cortada abruptamente.
"Yo llamo a los venezolanos a hacer oídos sordos de los llamados de la derecha a sabotear el censo porque como siempre, quien atiende los llamados de la derecha termina perjudicado por ella misma, quien tenga un vehículo automotor, moto, carro, autobusete, autobús de uso privado, de uso familiar, de uso público, sea para transporte de público o tenga vehículos de transporte de carga, debe acudir al censo. Yo lo quiero decir claro pero bien claro, quien no se inscriba en el censo de transporte, queda por fuera de la política de subsidio, de protección y apoyo para la nueva política de precios de los hidrocarburos internos ¿Ustedes me entienden, verdad?
Está bien, si usted quiere atender al llamado de la derecha y no inscribirse en el censo, cuando venga la nueva política necesaria, justa y equilibrada de precios internos a los hidrocarburos usted quedara por fuera, y tendrá que darle las gracias a Julio Borges, a Ramos Allup y compañía, y a sus consejos.
Yo le hago un llamado a la Venezuela honesta, trabajadora, a la Venezuela consciente, vamos apostar por el bien de nuestro país, ha llegado la hora de la recuperación económica…" (Interrupción).
La incertidumbre informativa, ante la gravedad de este acontecimiento, comienza a generar todo tipo de especulación especialmente a través de las redes sociales que son las primeras en activarse: Mataron al presidente, intentaron matar al presidente, lo sacaron tapado de la avenida Bolívar, está herido, no está herido, hay heridos, ¿Dónde está Maduro?…
A las 7 y 4 minutos de la noche, desde el Palacio de Miraflores el vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, ofrece el primer informe.
"Nuestro presidente Nicolás Maduro Moros me pide conversar con el país a efectos de informar, y también dar tranquilidad a todo nuestro pueblo (…) se escucharon unas detonaciones que las averiguaciones ya establecen con claridad que correspondían a artefactos voladores de tipo dron (aeronave compacta que vuela sin tripulación) que contenían una carga explosiva que detonó en las cercanías de la tarima presidencial y en algunas zonas del desfile (…) todo el trabajo que se ha hecho inmediatamente después ha permitido establecer ya, con evidencia, que se trata de un atentado en contra de la figura del Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, que para tranquilidad de todas y de todos ha resultado completamente ileso y se encuentra en este momento en reunión con el alto mando político, los ministros, y el Alto Mando Militar (…).
Lamentablemente esas detonaciones generaron algunas heridas en siete efectivos de nuestra Guardia Nacional Bolivariana que se encontraban en el lugar del desfile, todos y todas están siendo atendidos (…). El presidente Nicolás Maduro se dirigirá al país para informar —de forma más detallada— acerca de estos eventos contra la tranquilidad, contra la paz de la República, que no evidencian sino desesperación que ya veníamos notando en algunos voceros de la ultraderecha venezolana (…) y siendo derrotados en todos los frentes que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no cesan en recurrir a prácticas criminales, brutales, arteras (…) Fracasaron y seguirán fracasando".
No es la primera vez que al ministro Rodríguez le corresponde informar sobre planes que atenten contra la vida del presidente de la República, aunque la naturaleza de esta situación es diferente porque estuvo a punto de materializarse, antes también alertó de acciones en gestación.
La primera vez que Jorge Rodríguez denunció planes de estas características fue el 28 de mayo de 2014, donde denunció la existencia de un plan de Golpe de Estado acompañado de magnicidio. En aquella oportunidad, Rodríguez vinculó a los dirigentes de la oposición María Corina Machado, Julio Borges, Diego Arria, Gustavo Tarre, Robert Alonso, Eligio Cedeño, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Withaker y Henrique Salas Romer.
Asimismo, el 18 de enero de 2018, Jorge Rodríguez denunció los planes magnicidas en contra del Presidente Nicolás Maduro. En esa oportunidad, además de Julio Borges y elementos de la administración Trump, Rodríguez implicó al entonces presidente del gobierno español, Mariano Rajoy y al ex policía Oscar Pérez, en el contexto de la denominada Operación Fénix.
Esta operación, no olvidemos, fue implementada el 6 de agosto de 2017 con el ataque paramilitar al Fuerte Paramacay en Naguanagua (Carabobo), liderado por el insubordinado capitán de la Guardia Nacional Bolivariana, Juan Carlos Caguaripano, seis días después de la elección de los y las integrantes a la Asamblea Nacional Constituyente.
Pocos meses después, de ese mismo año, Oscar Pérez lideró el asalto a un puesto de la Guardia Nacional en Los Teques (Miranda), donde sometió a efectivos de este cuerpo castrense, y les robó algunos armamentos.
Pero, volviendo a los hechos del magnicidio en grado de frustración del pasado 04 de agosto de 2018, a las 9 de la noche el presidente Nicolás Maduro se dirige al país.
(Extractos tomados del mensaje a la nación ofrecido desde el salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores. La transmisión fue presentada en cadena nacional de radio y televisión).
"Precisamente en el momento en que me encontraba denunciando el plan golpista contra el pueblo de Venezuela que han ido adelantando y anunciando los factores de la ultraderecha venezolana, la ultraderecha bogotana, colombiana, la ultraderecha mayamera, en un plano de desesperación total, que teníamos tiempo que no veíamos esas declaraciones maximalistas, pudiéramos llamar premonitorias de tragedia (…) teníamos tiempo que no veíamos cómo se alineaban las declaraciones de un Juan Manuel Santos (presidente de Colombia), por ejemplo, diciendo Venezuela está al borde del final del régimen, Maduro está al borde del final de su vida, Estamos en los días finales de Maduro. Y si lo dice Juan Manuel Santos que es parte de la oligarquía asesina bogotana, ¿qué se puede esperar?
Teníamos tiempo que no escuchábamos a los voceros de Miami, enloquecidos por las redes sociales, y la ultraderecha de aquí enloquecidos, anunciando tiempos finales con dramatismo.
Cuando yo estaba convocando al pueblo a inscribirse en el censo (…) y estaba diciendo: ´No bajemos la guardia porque la conspiración ha retornado´, en ese mismo momento explotó frente a mí un artefacto volador, ¡una gran explosión! Mi primera reacción fue de observación, de serenidad (…) Inclusive, llegué en el primer momento a pensar que algo había pasado con algún juego pirotécnico, algún explosivo de estos de final del acto, pero observé que todos los soldados estaban firmes y en ese mismo momento, de segundos, hubo una segunda explosión por detrás de unas tarimas donde estaban familiares y oficiales del lado derecho mío (…) hay gente que sale corriendo porque siente la onda explosiva (…) y el resto del personal encuadrado también se resguarda (…).
Todo esto genera en su momento confusión, y yo observando para ver qué sucedía (…) todo el operativo de seguridad y protección se activó para garantizar mi resguardo, el resguardo de todos los presentes en el acto y la retirada. En ese momento se cortó la comunicación y empezaron las investigaciones de inmediato (…).
Tengo que informar que han sido capturados parte de los autores materiales del atentado contra mi vida el día de hoy y se encuentran ya procesados. Ha sido capturada parte de la evidencia y no voy adelantar más pero ya la investigación está muy avanzada (…) hemos despejado la situación en tiempo récord y se trata de un atentado para matarme, han intentado asesinarme el día de hoy y no tengo duda que todo apunta a la derecha, a la ultraderecha venezolana en alianza contra la ultraderecha colombiana y que el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado, no tengo dudas.(…) Los primeros elementos de investigación apuntan a Bogotá, por eso los anuncios dramáticos del final de Maduro, final del régimen. Juan Manuel Santos entrega la presidencia el 7 de agosto y no se puede ir sin hacerle un daño, una maldad a Venezuela".
"No es costumbre venezolana los magnicidios (…) Los venezolanos dirimimos nuestras diferencias con la palabra, con el debate, con el voto popular, y están introduciendo a la vida política del país elementos que no son venezolanos, la quema de seres humanos hace un año, la violencia para tratar de imponer razones que no pueden imponer por la política, intentos de golpes de Estado, todos frustrados y ahora un atentado contra el Presidente de la República, ¡grave! (…).
¿Qué hubiera pasado si hubiera tenido éxito este atentado contra mi vida? ¿Qué estaría pasando hoy en las calles de Venezuela? No quiero dramatizar pero sin lugar a dudas es muy grave, se pasaron y se comieron la luz la ultraderecha venezolana, en su odio, en su desesperación
(…) A todos nuestros amigos en el mundo entero les digo, estoy bien y les puedo decir, después de este atentado, estoy más decidido a luchar, a hacer la revolución y a vencer por el único camino que tenemos: El camino de la paz, la Constitución. La Revolución Bolivariana sigue su camino y hoy estoy más decidido que nunca a seguir ese camino.
(…) las investigaciones van a ir al fondo, caiga quien caiga. El Fiscal General es un hombre capaz, inteligente y valiente, y estoy seguro que con los avances que tenemos irá hasta el final, no hay vaca sagrada, no hay apellido sagrado aquí. Y también solicitaremos a los responsables que estén viviendo en el exterior, sobre todo en los Estados Unidos de Norteamérica. Ya las primeras investigaciones nos indican que varios de los responsables intelectuales, financistas de este atentado contra mi vida viven en Estados Unidos, en el estado de Florida; espero que el gobierno del presidente Donald Trump, esté dispuesto a combatir grupos terroristas que pretenden cometer magnicidios o atentados contra países pacíficos de nuestro continente, en este caso Venezuela.
(…) ¿Qué desespera a estos grupos? ¿Por qué han tomado la opción de la conspiración otra vez? ¿Por qué han tomado la opción máxima de un atentado y asesinato al Presidente de la República? ¿Qué buscan? (…) Yo estoy seguro que un elemento que los desespera mucho, mucho, mucho, es el programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica que he activado y que el 20 de agosto va a tener un momento especial con la reconversión monetaria y una reconversión económica, financiera y fiscal integral (…) ellos han evaluado los anuncios y preanuncios y están muy desesperados porque saben que el programa de recuperación económica es la respuesta que necesita Venezuela.
(…) Es mucha la locura que se ha desatado en el odio mayamero y colombiano, la locura total, de quienes se acostumbraron en Colombia a matar al oponente, a capturarlo, a torturarlo, a ponerle bombas; cómo mataron a Gaitán hace 70 años, cómo mataron a los jefes revolucionarios de las guerrillas en los años 50, 60, 70, a todos los dirigentes del M-19, a los dirigentes de la Unión Patriótica, más de 5 mil asesinados ¿Cuántos asesinados llevan ahora después del acuerdo de paz con la FARC?".
"Si de algo sirva este atentado criminal, ordenado desde Bogotá, y ejecutado por sicarios que ya están capturados, para la reflexión nacional, es para fortalecer nuestra conciencia venezolanista de paz (…) se los digo a las oligarquías, han vuelto a fracasar, y en Venezuela tiene que haber justicia con los que han atentado contra mi vida y contra la vida de las altas autoridades que se encontraban en ese momento.
Justicia. ¡Máximo castigo! Y no va a haber perdón. Los que se han atrevido a ir hasta el atentado personal que se olviden de perdón, los perseguiremos y los capturaremos a donde se vayan a esconder. Lo juro por el pueblo. Lo juro por el futuro de la patria".
Durante su intervención, el presidente Nicolás Maduro refiere que desde el atentado en Los Próceres de Caracas a Rómulo Betancourt no se registraba en el país una situación semejante.
Importante es de destacar que el 11 de mayo de 2018, el entonces Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró y casi que preconizaba que se daría "muy pronto" un cambio de régimen en Venezuela. Estas declaraciones fueron formuladas por el mandatario neogranadino en Budapest (Hungría).
Y el 30 de julio de 2018, cinco días antes de la ocurrencia del evento que denunciamos en este artículo, en declaraciones recogidas para la Agencia AFP, Santos señalaba que "veía muy pronto" la caída del régimen venezolano. ¿Qué sabía Santos en ese entonces que nosotros desconocemos?
Importante es de destacar que Colombia ha estado signada por un sangriento conflicto interno que tiene casi 7 décadas desangrando al vecino país, producto del asesinato del 9 de abril de 1948 del dirigente político y casi presidente de ese país, Jorge Eliécer Gaitán. Igualmente, cabe destacar que el 24 de noviembre de 2016, el entonces gobierno de Juan Manuel Santos y la plana mayor del Secretariado de las FARC-EP (hoy Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) firmaban un acuerdo de paz, con el fin de poner fin a este conflicto interno. En dicha firma estuvo presente el presidente Nicolás Maduro, quien fue el ejecutor en su momento de los lineamientos e instrucciones del Comandante Chávez que hicieron posible la obtención de esta frágil paz que hoy tiene el país neogranadino.
En la historia de Venezuela, desde el punto de vista histórico y oficial, se han registrado tres intentos de magnicidio en contra de la figura de Jefe de Estado venezolano (uno exitoso y dos fallidos). El primero, ocurrido en la persona del entonces presidente de la Junta Militar de Gobierno, Coronel Carlos Delgado Chalbaud, quien fue secuestra asesinado el 13 de noviembre de 1950 en una casa en Las Mercedes (Baruta). El segundo, ocurrido el 24 de junio de 1960 en contra del entonces Presidente de la República de Venezuela, Rómulo Betancourt, quien a las 9:25 am de esa mañana, una explosión en el vehículo en el que se dirigía el entonces mandatario para dirigirse a la conmemoración del día del ejército venezolano, casi acaba con su vida. Se menciona como autor intelectual de ese magnicidio en grado de frustración al dictador dominicano, Rafael Leónidas Trujillo. Y el tercero, evidentemente el ocurrido la tarde del 4 de agosto de 2018 en contra de la figura del Presidente Nicolás Maduro y los titulares de las ramas del Poder Público Nacional, afortunadamente fallido.
Cuando el presidente se pregunta ¿Qué hubiera pasado si hubiera tenido éxito el atentado? Es importante destacar que en la tarima presidencial ubicada en la avenida Bolívar, Nicolás Maduro estaba con su esposa, la Primera Combatiente Cilia Flores, con el alto mando político, el alto mando militar, todos los jefes de Poderes Públicos, centenares de efectivos militares, porque era un evento de la Guardia Nacional Bolivariana, y pueblo que asistió al acto.
¿Qué hubiera pasado? Estaríamos hablando de algo más grande que el magnicidio porque el plan de los sicarios era masacrar a toda la plana mayor del Estado venezolano.
Por ahora lo dejaremos hasta aquí, pero pendientes, que esto se va a tornar interesante.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
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