sábado, 22 de septiembre de 2018

Presidente, pese a los riesgos, debe acudir al debate en la Asamblea General de Naciones Unidas.

*JUAN MARTORANO.
Desde el pasado martes 18 de septiembre, se inició el 73 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, tal y como lo mandata el reglamento y estatutos del referido organismo internacional. Ya en un artículo anterior mencionábamos y advertíamos sobre el lobby internacional que se activaría en contra de Venezuela en el marco de este organismo, y los acontecimientos que se han venido suscitando en el marco de la misma y paralela a ésta han venido confirmando nuestra hipótesis.
Este período de sesiones, para dar conocimiento a los lectores y lectoras, sesiona en una primera instancia a partir de la tercera semana de septiembre y hasta el mes de diciembre, y culmina una vez agotado el temario propuesto, que generalmente es un poco antes de la apertura del siguiente período ordinario de sesiones.
Uno de los temas a discutir en este período que estamos estudiando, tiene que ver con aquella teoría que la constituyente, colega abogada y comunicadora y extraordinaria amiga, María Alejandra Díaz Marín nos ha venido advirtiendo desde hace rato. Sobre la teoría de la necesidad de proteger y los crímenes de lesa humanidad. Es evidente que gobiernos de países del denominado Grupo de Lima, y otros aliados de EEUU pretenden que el tema de la supuesta crisis humanitaria que afronta Venezuela, todo ello para continuar impulsando el relato que contribuya a legitimar una acción armada en contra de la Patria de Bolívar y Chávez.
Pero, en las vísperas del inicio de este período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU, no hay que perder una serie de acontecimientos, que a mi juicio es necesario mencionar y destacar, para poder ubicarnos en contexto.
El lunes 17 de septiembre, se dio la reunión informal de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, con agentes externos del mismo, fundamentalmente de la oposición venezolana (Julio Borges, David Smolansky, Carlos Vecchio, Mercedes de Freitas, Tamara Sujú) para aplicar la denominada “fórmula Arria”, la cual en el artículo donde advertíamos de cómo se utilizaría este período de sesiones para continuar construyendo la narrativa de una intervención de tipo “humanitario” sobre Venezuela, explicamos en que consiste la misma, y como fue utilizada para legitimar la intervención en los Balcanes, desmembrar la República de Yugoslavia y contribuir al derrocamiento del entonces mandatario de dicha Nación, Slodoban Milosevic.
A la par de esto, el actual canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, visitaba Bruselas (Bélgica), donde sostuvo una reunión con la principal representante de la política exterior y seguridad de la Unión Europea, Federica Mogherini, y cuya reunión se dio nada más y nada menos que en la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza militar de la que el país neogranadino es miembro, y con ello se busca, la obtención de los recursos financieros y logísticos para una eventual intervención militar internacional sobre Venezuela.
De hecho, Holmes Trujillo sugirió que la Unión Europea, que no en balde ha otorgado en su ayuda más reciente un poco más de 45 millones de dólares para tratar el asunto de la “migración venezolana”, conformase una comisión técnica como la conformada por la Organización de Estados Americanos (OEA), presidida por David Smolansky, y que motivó la reciente visita de su Secretario General, Luis Almagro, a la ciudad de Cúcuta en Colombia, con el fin de generar las condiciones para propiciar un incidente fronterizo en el corredor colombo- venezolano (falso positivo), que justifique la tan ansiada intervención.
Asimismo, la designación del ex vicepresidente guatemalteco, Eduardo Stein, como parte de una Comisión designada por la Oficina de atención a los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), busca también utilizar las referidas plataformas para impulsar la injerencia y el intervencionismo en contra del país.
Es importante destacar, y como forma del funcionamiento de este 73 período ordinario de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, que el debate, que es igual al inicio de los discursos de los diferentes jefes de Estado y de gobierno de los 193 países integrantes de Naciones Unidas, arranca el próximo martes 25 de septiembre. Ese día, iniciará con el discurso de Michel Temer, actual mandatario de facto de Brasil (cuyo gobierno es enemigo de Venezuela) y de Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos de Norteamérica. El debutante mandatario colombiano. Ivàn Duque dará su discurso el miércoles 26 de septiembre, por lo que habrá que estar muy atentos ante por lo menos las palabras que puedan dirigir estos mandatarios sobre nuestra Nación.
Pero es importante advertir, que previo al inicio a la apertura del debate de los mandatarios y de sus discursos que pronunciarán ante el máximo foro internacional; en el caso venezolano, continuar destacando algunas advertencias, y de hacer la propuesta- objetivo que me ha motivado indudablemente a escribir estas líneas dirigidas al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, esperando que las mismas puedan llegarle.
El mandatario estadounidense Donald Trump tiene contemplado un encuentro bilateral con su homólogo chileno, Sebastián Piñera, y uno de los temas de su agenda es la de tratar el tema de Venezuela. Paralelamente a ello, Mike Pence, vicepresidente de EEUU conversó con el presidente de la República de Ecuador, Lenin Moreno, sobre este tema.
Asimismo, el día de la apertura del debate en la Asamblea General de la ONU, que inicia el 25 de septiembre y se prolongará durante 9 días hábiles, es decir, hasta el 8 de octubre, fecha que se conmemora la caída en combate de Ernesto “Ché” Guevara, los gobiernos de Argentina, Perú, Paraguay, Colombia y Chile tienen previsto un show mediático, no como integrantes del Grupo de Lima, sino supuestamente basados en el Estatuto de Roma, interponer una “denuncia” ante la fiscalía de la Corte Penal Internacional, a Nicolás Maduro, por supuesta violación de Derechos Humanos y la comisión de “crímenes de lesa humanidad”.
En este orden de ideas, el denominado Centro Cívico Venezolano ha procedido a convocar una serie de manifestaciones el 27 de septiembre de 2018, para “visibilizar” el tema migratorio y la “crisis humanitaria” en Venezuela, desde las afueras de la sede de las Naciones Unidas.
A la par de ello, gobiernos de países del denominado Grupo de Lima han propuesto una resolución condenatoria de la situación en materia de Derechos Humanos Venezuela en el marco del desarrollo del 39 período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la cual actualmente es dirigida por la ex mandataria chilena, Michelle Bachelet. Esta propuesta de resolución sería votada entre el 27 y 28 de septiembre de la clausura de la misma. Por lo tanto: ¿Será casualidad la convocatoria a jornadas de protesta en las afueras de la sede de la ONU, cuando se estaría votando una resolución que puede afectar a nuestro país?
Es evidente que todo esto forma parte de la labor de lobby y aumento de presiones internacionales con el fin de generar las condiciones proclives y que puedan justificar la conformación de una fuerza multilateral encabeza por la administración Trump, con la finalidad de intervenir en Venezuela.
Es por ello, y en ese sentido, que me planteo a realizarle en el marco del respeto al Jefe de Estado y Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, la siguiente sugerencia.
Sin dejar de desconocer las informaciones que usted como jefe del Ejecutivo Nacional y director de nuestra política exterior pueda tener por parte de los organismos de inteligencia respecto a eventuales planes en contra de su integridad física motivados por su presencia ante el foro de Naciones Unidas, no obstante, habrá que evaluar concienzudamente y muy bien hasta qué punto sería conveniente que usted no asista a dar su discurso ante Naciones Unidas.
Inicialmente, y no lo niego, era uno de los que me planteaba la hipótesis, luego de las infelices y desacertadas declaraciones del representante de Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo, donde lo amenazó a usted de muerte, de que probablemente los que asistirían en representación de nuestro país pudiera ser la actual Vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, o nuestro canciller, Jorge Arreaza. Sin embargo, luego de una evaluación más profunda, le confieso que he cambiado de parecer.
Me parece señor Presidente, y a pesar de los riesgos y amenazas hacia su persona e integridad física, pienso que, si debería asistir a Naciones Unidas, no solo a pedir el apoyo de este foro internacional de 500 millones de dólares para el Plan “Vuelta a la Patria”, sino además para llevar la verdad de Venezuela y denunciar a Donald Trump y sus lacayos en sus planes militares contra Venezuela. Sé que es un hombre valiente y no es de los que rehúye de los combates, como digno hijo y heredero del legado del Comandante Inolvidable.
Algunos gobiernos que rigieron durante muchísimos años en África, adoptaban la estrategia esos mandatarios de no asistir a la ONU, y el tiempo confirmo que tal acción constituyo un error de carácter estratégico, que, a mi juicio, en estos momentos no debemos cometer.
No olvide al Comandante Fidel Castro Ruz, quien en no menos de 700 oportunidades, la CIA tratò de diversas maneras y formas acabar con su vida (todas fallidas, afortunadamente), además de afrontar circunstancias complejas y duras como el bloqueo a Cuba y el periodo especial, por solo mencionar algunas. No obstante, pese a las asechanzas y amenazas que le tocó afrontar, Fidel nunca dejo de ir cada vez que pudo y cuando las circunstancias así se lo permitieron, de acudir a la sede de Naciones Unidas, para denunciar la política genocida y criminal que no menos de 10 administraciones gubernamentales que rigieron Estados Unidos aplicaban en contra de su país. En estos momentos, ese espacio del foro internacional sería una extraordinaria trinchera de combate a nivel internacional que no debería usted desaprovechar señor Presidente.
  No es cierto que, si usted pisa territorio estadounidense, y posteriormente la sede de Naciones Unidas (el cual, de acuerdo a los tratados, acuerdos y convenios internacionales, es territorio neutral). Usted sería detenido, como lo ha solicitado la ex fiscal Luisa Ortega Díaz, y el grupo de abogados en el exilio que pretenden usurpar funciones de magistrados de nuestro Tribunal Supremo de Justicia. Usted como Primer Mandatario Nacional de Venezuela, y por convenios internacionales, goza de inmunidad diplomática como Jefe de Estado.
Y en el supuesto, negado para nosotros, pero supuesto al fin, que las amenazas proferidas por el embajador Trujillo se llegasen a materializar en contra de su persona, la administración Trump cometería uno de los errores más estúpidos e inexcusables que gobierno estadounidense alguno haya cometido en sus más de 270 años como surgimiento como Nación. Si se llegase a materializar alguna acción o atentado contra su integridad física a su llegada a Nueva York, se confirmarían las tesis y los planes no solo de su asesinato, sino de los planes de intervención contra nuestro Estado- Nación y de saquear nuestras riquezas y recursos.
No formo parte de su equipo de asesores, ni pretendo ser parte de él. Pero gracias a la espléndida libertad de opinión y expresión que se respira en nuestro país, y de lo que uno recoge de las evaluaciones en la calle y una visión estratégica la cual usted cumple como Jefe de Estado y de Gobierno y director de nuestra política exterior. Es que me he permitido, con el respeto y consideración debidas hacia usted y a la alta investidura que hoy ostenta, hacerle este planteamiento, en el marco de no desaprovechar el llevar la verdad de Venezuela ante los organismos internacionales y así defender nuestra independencia y soberanía, como parte del primer objetivo histórico del Plan de la Patria.
Pero al final, y luego de su evaluación, será usted el que tomará la decisión de asistir o no a la ONU, y de igual manera se respetará la misma.
Ahí se la dejo.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado y Analista Político, defensor de Derechos Humanos. Miembro de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC). www.juanmartorano.blogspot.comwww.juanmartorano.wordpress.com . @juanmartorano. Facebook: Juan Martorano Castillo, IG: @juanmartorano. jmartoranooster@gmail.comj_martorano@hotmail.com y juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar  

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