*JUAN MARTORANO.
Recientemente hemos podido
observar como el Secretario de Estado de los EE.UU., Rex Tillerson, ha
realizado una reciente gira que lo llevó a países como Argentina, Perú,
Colombia, México y Jamaica y Venezuela como su gran preocupación.
No obstante, hubo una gira menos
publicitada, aunque no por ello menos peligrosa. Fue la gira realizada por el
Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien además funge como ministro
de relaciones exteriores de ese país.
Hay algunos elementos que, aunque
parezcan mentira, son coincidentes en ambas giras. Cuando Netanyahu realizó
esta gira por América Latina (La primera de un jefe de gobierno israelí por
estos lares) en el período comprendido del 13 al 17 de septiembre de 2017, el
proceso de diálogo entre el Gobierno Bolivariano e interlocutores de la
oposición venezolana se iniciaba en República Dominicana. Cuando Tillerson
inicio la suya a finales del mes de enero y comienzos de febrero de 2018, el
proceso de diálogo venezolano fue dinamitado. ¿Coincidencia o parte de la
estrategia?
Una de las razones de la visita
de Benjamín Netanyahu, además de evadir terribles casos de corrupción que
estallaron en su país y la “búsqueda de socios” de este lado del mundo, tiene
que ver con una ofensiva a objeto de debilitar el denominado Foro de Sao Paulo.
La victoria de Donald Trump en la Casa Blanca busca estimular de nuevo una
política exterior que “ponga orden” en Latinoamérica y el Caribe, y eso para
por reinstalar la democracia (representativa) en Venezuela.
Además de ello, se da en el
contexto de una oleada y una pléyade de gobiernos neoliberales, los cuales son
muy cercanos a Israel, y que pertenecen nada más y nada menos que a la
denominada Alianza del Pacífico.
Fue en ese escenario y
circunstancias considerado por Israel, el cual ha considerado que ha llegado la
hora de jugar un papel más activo y de apoyo a la política exterior
estadounidense, y por eso, con una diferencia de cinco meses, es que dio la
gira de Netanyahu por Suramérica en los países antes mencionados, incluyendo a
última hora Paraguay.
Siendo Colombia el epicentro de
la lucha continental por parte de los factores imperiales, y conociendo el
presidente Juan Manuel Santos que sus aliados más cercanos, después de Estados
Unidos son los gobiernos del Reino Unido e Israel, es comprensible que el premier
israelí decidiera reunirse con su aliado (además de ser ambos países miembros
activos de la OTAN, al igual que Estados Unidos) ello para proceder a un
proceso de actualización de la información, e intercambio por parte de los
servicios de inteligencia de ambos países.
El propio Secretario General de
la OEA, Luis Almagro, expresó en su visita a Jerusalén el año pasado lo
siguiente: “Israel es uno de nuestros socios principales
en lo que se refiere al fortalecimiento de la democracia”, “Buscamos
consolidar vínculos estratégicos en muchos de los programas de nuestra
organización, incluyendo capacitación en negocios, innovación tecnológica,
educación, y seguridad, haciendo énfasis en la lucha contra el ciberterrorismo”.
Casualmente,
un par de meses después de la gira de Netanyahu por América Latina, el Congreso
de Estados Unidos aprobó una ley que autoriza al Departamento de Estado yanqui
trabajar con organizaciones no gubernamentales para “el envío de alimentos,
medicinas y asistencia técnica a Venezuela”.
Como lo señaló el portal de Misión Verdad en su oportunidad,
el movimiento a lo interno del Congreso estadounidense que se lleva a cabo con
el fin de emitir una ley propuesta para profundizar las agresiones
sancionatorias contra nuestro país tiene diversas aristas que se complementan
con la última orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump, las
sanciones promulgadas por el Departamento del Tesoro y el envío de insumos y
financiamiento a la oposición venezolana.
A medida que se van acumulando
los recursos que componen la ofensiva gringa contra Venezuela, también el
establishment político gringo planifica el presupuesto estatal del próximo año,
que comprende una parte a lo que en el norte denominan la "situación de
Venezuela" desde el punto de vista militar. En la página web del Congreso
de EEUU se encuentra el proyecto de ley de Defensa Nacional para el Año Fiscal
2018 (National Defense
Authorization Act for Fiscal Year 2018).
Este proyecto de ley fue introducido en la parte baja de la cámara
parlamentaria, la Casa de Representantes (House of
Representatives), el pasado 7 de junio y fue aprobada el 14 de julio por amplia
mayoría. El 18 de septiembre fue votado por el Senado, por lo que faltaría es
el pase del proyecto a la Casa Blanca para ser autorizado mediante firma y
pueda ser convertido en ley.
Quien presentó este proyecto fue
el republicano Mac Thornberry, patrocinado por BAE Systems, Northrop
Grumman Corporation y Lockheed Martin, según Open Secrets, de los mayores
contratistas a nivel mundial y pioneros en el entramado del complejo
industrial-militar estadounidense.
Para la discusión de este
proyecto de ley presupuestaria, se presentaron dos reportes que justificarían
la aprobación de dicho texto legislativo. El primero de estos reportes, que
pasó por la Casa de Representantes el 6 de julio reciente, tiene un apartado
específico titulado "Seguridad y Estabilidad de Venezuela".
El reporte fue presentado por el
Comité de Servicios Armados, y con respecto a Venezuela reza lo siguiente:
"El comité está preocupado
por el creciente malestar económico y político que se está produciendo en la
República Bolivariana de Venezuela bajo el mandato del presidente Nicolás
Maduro. Ante los informes de hambruna, incertidumbre política y corrupción, una
economía en desintegración y una acción gubernamental indebidamente violenta
contra sus ciudadanos, el comité está
preocupado porque la inestabilidad en Venezuela podría llevar a un colapso de
gobernabilidad y a un Estado fallido. Además, esta inestabilidad podría hacer
que parte de la población venezolana emigre a países vecinos, incluyendo la
República de Colombia, la República Cooperativa de Guyana, la República del
Perú y la República Federativa del Brasil, buscando ayuda humanitaria. Los
efectos de una crisis humanitaria a gran escala en la región podrían ser
catastróficos.” (Resaltado y subrayado del articulista)
Es decir, el Congreso
estadounidense prácticamente está autorizando la intervención militar en contra
del país a través de este tipo de señalamientos.
La gira de Tillerson
recientemente realizada por América Latina pretende ser continuidad de las
gestiones y de esta “Hoja de Ruta” antes señalada. Tillerson busca mecanismos
para aumentar la presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro y Venezuela. "Con
nuestros aliados planeamos continuar presionando al corrupto régimen de Maduro
para que regrese al orden democrático", dijo un alto funcionario del
Departamento de Estado en una sesión informativa sobre el viaje.
Con excepción de Jamaica, todos
los países que visitó Tillerson integran el Grupo de Lima que, al igual que
Washington, reclama a Caracas “respetar los derechos humanos, liberar a los
presos políticos y permitir que organizaciones extranjeras brinden asistencia
humanitaria a la población”.
El Departamento de Estado se sumó
al rechazo del Grupo de Lima al llamado
a elecciones anticipadas en la nación petrolera, sumida en una profunda crisis
económica inducida y con la oposición dividida. Para muchos analistas
vinculados con la oposición, adelantar los comicios es una estrategia de
Maduro, que aspira a la reelección, para consolidarse en el poder.
"Nuestro objetivo es ayudar al pueblo venezolano a lidiar con
esta crisis económica, pero también restaurar el orden democrático para que
puedan estar a cargo de su futuro nuevamente", señaló el alto funcionario
diplomático bajo condición de anonimato.
Washington, que tilda el gobierno de Maduro de
"dictadura", y considera "extremadamente efectiva" su
"campaña de presión" con relación a Caracas, que desde que Trump
asumió incluye sanciones a más de 50 funcionarios antiguos y actuales, así como
medidas económicas que afectan al gobierno y a la petrolera estatal PDVSA, que
forzaron un default selectivo.
Tillerson trató de coordinar esfuerzos con la región con miras a
que se impongan sanciones como las de Estados Unidos, Canadá y la Unión
Europea. La idea de Washington es cerrar más el cerco sobre Venezuela",
explicó Juan Carlos Hidalgo, analista
del Cato Institute.
Es decir, el imperialismo hará todo lo posible por dar al traste
con el Gobierno Bolivariano, y lo que ha ocurrido en estos primeros dos meses
del año en curso no es más que parte de la ofensiva imperial para derrocar por
la vía violenta al Primer Mandatario Venezolano.
Las giras de Tillerson y Netanyahu a Latinoamérica no pueden verse
sino como la reactivación y el relanzamiento de la “Operación Balboa”,
denunciada por el Comandante Chávez, y que es parte de la operación de la OTAN
para invadir militarmente a Venezuela. Ya que Israel y Estados Unidos son parte
de esta alianza militar, y como parte de este trípode esta Colombia.
No podemos decir que la guerra viene. Ya la guerra empezó y
tenemos que hacer todos nuestros esfuerzos por ganarla. La patria así nos lo
demanda.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus
luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria
Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado, Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter)
No hay comentarios:
Publicar un comentario