lunes, 31 de octubre de 2016

Un domingo con quórum

Carola Chávez.

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La MUD atrapada en sus propias torpezas, se va quedando sin cabuya de dónde colgarse. Un referéndum que no avanza porque no se inició a tiempo. Es que, a diferencia de lo que rezaba el eslogan de campaña de Capriles, en la MUD no había un camino, sino muchos y muy disparatados, dejando al camino posible atrapado en un cruce de mil esquinas.
Borrachos con una victoria electoral, la primera en muchísimos años, dando tumbos, no tardaron en delapidar el capital político que dicha victoria les ponía en sus manos. Vamos con todo, vociferaban cada uno por su lado, agregando modos de salidas inmediatas del presidente Maduro. Referéndum, quería Primero Justicia, recién escamoteado de la Presidencia de la AN por una jugada adeca. El adeco escamoteador apuntaba más a lo loco, asegurando que acusarían a Maduro de abandono de cargo, de colombiano, que le exigirían la renuncia, que lo sacarían con una reforma constitucional que recortaría el mandato, y por si acaso, también convocarían a una constituyente, todo esto, rapidito, eso sí, “porque esto no se aguanta”.
Así, la Unidad más desunida de todas la unidades, por fin logró activar el proceso con varios meses de retraso. Apuraditos, ahora pretenden apurar todo para que les calce justo a su medida. Mientras tanto la Asamblea Nacional iba haciendo todo lo necesario para que el Tribunal Supremo de Justicia no le quedara más remedio que declararla en desacato. Auto anulados por esa forma tan de ellos de hacer lo que les da la perra gana, desde sus huecas curules declararon nulos al resto de los poderes del Estado.
Entonces salieron a buscar sus firmas, el 1% de los electores, una cosa tan simple que podían hacer en medio día entre sus militantes más cercanos. Pero nooooo, ellos iban a revolcar al chavismo con millones y millones de firmas, y las iban a conseguir aunque tuvieran que revivir a los muertos… literalmente. Se fueron de vivos y más de diez mil fallecidos aparecieron firmando para revocar a Maduro.
Empeñados siempre en el atajo tramposo, se entramparon ellos mismos de tal modo, que uno empieza a dudar si en verdad no era una cosa deliberada. No se puede ser tan meticulosamente torpe.
Suspendido el referéndum, gritaron que el gobierno, al que desde siempre han llamado dictadura, acababa dar un golpe de estado. Una dictadura dando un golpe 18 años después de haberse instaurado, una vaina interesantísima y digna de estudio. Sorprendidos por la sentencia judicial que ellos mismos venían anunciando desde hacía dos semanas, convocaron a una rueda de prensa, que no empezaba, y que no empezaba, porque otra vez parecían no ponerse de acuerdo.  Finalmente, varias horas más tarde de la convocada, se lanzaron los dirigentes de la MUD, otra vez, a tirar flechas, cada uno por su lado, arrebatándole Ramos Allup el micrófono -despacito como para que no se note- a Capriles apenas este se descuida, y ooootra vez el mismo abanico de opciones, menos el referéndum que solo le gustaba a Primero Justicia… Y anunció Ramos, exaltadísimo, con la voz más chillona y nasal que nunca, que -¡Tiembla Maduro!- irían a la  Asamblea el domingo y habría duras sorpresas, como el abandono de cargo y hasta la nacionalidad colombiana, todo en una sesión en la que sí habrá quórum.
Sí, los mismos diputados que han suspendido 28 sesiones parlamentarias porque no van a trabajar, ahora dicen que el presidente Maduro abandonó el cargo. La cosa se pone tragicómica.
El domingo, los diputados de la Unidad, en un alarde de sacrificio patrio, asistieron, justico para lograr el quórum, y continuó la hora loca que ya va durando 18 años.
“Que mañana traeremos las pruebas de la nacionalidad colombiana de Maduro” –dijo una diputada adeca emulando a su líder Ramos Allup, quien hace ya 12 años había prometido, para el día siguiente, las pruebas de un fraude que no fue. Que hay falta absoluta del Presidente porque no es sólo el abandono físico, sino “el ánimo de extinguir el contrato” – añadió Luís Emilio Rondón, otro adeco chapoteando en el charquito de la locura. Que “si tenemos que rodear el Palacio de Miraflores los días que haga falta para que restituya la Constitución, lo haremos” – amenazó Freddy -me prestaron un Audi- Guevara, porque hay que oír al pueblo, y tal, justo minutos antes de que el pueblo chavista que rodeaba la AN, ingresara al hemiciclo.
Entonces el pueblo no tenía que ser escuchado. Y el Presidente de la AN los llamó violentos, delincuentes, y todas esas cosas lindas que le suele decir a los chavistas. Y le hicieron eco los medios opositores ahí presentes, mientras sus cámaras mostraban a un grupo de manifestantes coreando consignas y ondeando banderas. ¡Cuánta violencia!. Por cierto, esos mismos periodistas llamaban “manifestantes pacíficos” a los guarimberos que incendiaban edificios públicos y ponían guayas asesinas. Ahora sí era malo rodear un edificio de un poder público y -¡peor!- ingresar a éste sin permiso, mira tú…
En fin, que esto apenas continúa: La oposición amenaza con la destitución, como sea, del Presidente, y el chavismo, como siempre, no sabe quedarse sumisamente sentado.
“El pueblo entró, el pueblo entró, y la Asamblea se cagó” –cantaban los chavistas, ya afuera, en los jardines del palacio, mientras Diana D’Agostino murmuraba en medio de un soponcio: “¡Ufff, qué ordinariez!
Aparentemente calmadas las aguas, cerró la sesión Ramos Allup. Mi amiga Maryuale capturó este momento en un solo tuit:  “El gañote de Ramos Allup estaba activadísimo, ahora su tono de voz es casi conciliador, si se quiere. Cagueta, le dicen en mi pueblo”.
Y aún Rondón no ha peleado…

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