Asalia Venegas S.
Fuerzas oscuras, de manera solapada y abierta, conspiraron desde el principio contra el proceso de paz impulsado en Colombia entre los representantes del presidente Santos y los de las Farc-EP. No era fácil. Este asunto es sumamente complejo. 52 años de guerra y enfrentamientos encierran en sí mismos tal cantidad de variables contrastantes y de fantasmas, algunos reales y otros forjados, que hacían posible el resultado que arrojó el plebiscito.Mas, aquel domingo 25 la brisa marina en Cartagena de Indias apuntaba hacia la paz. En verdad lo que vimos por televisión del encuentro, entre tantas personalidades que apostaban por la reconciliación entre hermanos, transmitía un aire positivo y de mucha alegría. Queremos que esa imagen permanezca en el tiempo y que las palabras de Timochenko perduren hasta que las tres letras: p a z, se unan indisolublemente.
Todas las encuestas de opinión anteriores al evento plebiscitario daban un respaldo de la comunidad. La abstención, típica en estas lides, galopó hasta llegar a 67% del padrón electoral. El porcentaje restante se dividió entre 50% por el “no” y 49% por el “sí”. La diferencia entre ambas posibilidades fue muy pequeña. Y -curiosamente- en las zonas en las que más se guerreó y donde ha habido más víctimas, triunfó el “sí”.
La campaña interna y externa contra el “sí” fue feroz. Todos los fantasmas anticomunistas salieron a flote en una mezcla perversa contra Venezuela, Chávez y Maduro. Contra Cuba y contra Fidel y Raúl Castro. Se satanizó a los países mediadores y a los acompañantes y al país que albergó a los negociadores. Uribe, Pastrana y Gaviria -rostros visibles- y los sin rostro, fuerzas conservadoras, anticomunistas y paramilitares. Todos a una por el “no”.
Concluida la jornada del domingo 25 y con los resultados, las voces guerreristas de la derecha en Venezuela y en Colombia explotaron con algarabía, dando loas al fracaso de la firma del Acuerdo, sin medir en la trascendencia del resultado para la historia de ese país. La búsqueda de la paz no cesa allí. Ahora los caminos se bifurcan y se reencontrarán. Las Farc-EP mantendrán el cese al fuego, según dijo Timochenko. Juan M. Santos declaró de inmediato en favor de la paz. Habrá una segunda oportunidad.
Profesora UCV
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