*JUAN MARTORANO.
Sin duda la situación de nuestro
país producto del bachaqueo, la alta inflación y el boicot a nuestra economía
es harto difícil. Incluso a nivel internacional, sabemos que Venezuela vive un
bloqueo comercial y financiero no declarado pero sí aplicado. Y es por ello que
debemos apretarnos el cinturón, y asumir la crisis, como lo sugiere el ex
ministro de economía y planificación, Jorge Giordani.
Hace algunos días, se dio en la
extraordinaria cátedra de historia insurgente “Federico Brito Figueroa”, contó
con una brillante ponencia de la economista Judith Valencia. Fue una
conferencia titulada “Historia de los Grupos Económicos en Venezuela”, y me
gustaría permitirme esbozar los puntos más importantes tocados por Valencia en
su exposición.
Como primer punto, el estudio de
los partidos políticos en Venezuela no se puede hacer desligado de los grupos
de poder económicos transnacionales, los cuales establecieron el modelo de
democracia representativa con la finalidad de imponer su plan de
aprovechamiento de los recursos del país.
Como segundo punto de la
exposición de Valencia, es importante resaltar como distintos grupos económicos
nacionales, con el apoyo de grupos transnacionales, permearon la escena
política venezolana a través de los partidos políticos, especialmente los que
tradicionalmente se impusieron durante la llamada Cuarta República: Acción
Democrática (AD) y el Comité de Organización Política Electoral Independiente
(COPEI).
La llegada al poder en 1974 de
Carlos Andrés Pérez fue la punta de lanza para que desde el norte se aplicara
el plan que se había diseñado para tomar el control de todo el hemisferio, por
lo que Venezuela tiene un cambio de ubicación e importancia dentro del
continente. Esto se debe a que bajo este período se inicia en nuestro país la
aplicación de las medidas neoliberales que impulsa el gobierno de Estados
Unidos en todo el continente, de acuerdo a la explicación de la ponente.
La llegada al poder de Carlos
Andrés Pérez estuvo acompañada de financiamiento de un grupo de empresarios a
los que se conoció como los “12 apóstoles”: Enrique Delfino, Edgar Espejo,
Concepción Quijada, Julio Pocaterra, Jesús Muchacho Bertoni, Aníbal Santeliz,
Ciro Febres Cordero, Arturo Pérez Briceño, Ignacio Moreno, Pedro Tinoco,
Carmelo Lauría Lesseur y Gustavo Cisneros, quienes obtuvieron los contratos más
lucrativos y de allí comenzaron a tomar las riendas teniendo como fachada la
democracia representativa.
De acuerdo a la ponencia de
Valencia, en dicho período se realizó un proceso de “nacionalización” que no
fue tal, debido a que muchas de las empresas estratégicas comenzaron a privatizarse,
y además, se ocultó la importancia de la Faja Petrolífera del Orinoco, bajo la
fachada de la Orimulsión, es así como solamente se manejó a Petróleos de
Venezuela (PDVSA) con los precios reducidos del crudo y las cuotas de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Es importante entender como la
vinculación de estos grupos económicos en las decisiones políticas que se
aplicaban en el país, necesariamente implica hacer un estudio de las bibliografías
de Gustavo Cisneros y Pedro Tinoco, para luego pasar a Gumersindo Rodríguez,
quien era el encargado de la Oficina de Coordinación y Planificación
(CORDIPLAN) durante el Gobierno de CAP y desarrolló el quinto plan de la
Nación.
También hay que revisar el primer
plan de ajuste de Luis Ugueto, en el que los social cristianos, con Luis
Herrera Campíns como Presidente de la República, no aplicaron medidas sociales
de ningún tipo y el 18 de febrero de 1983 se produjo la devaluación de la
moneda nacional, conocida en la historia de Venezuela como el “Viernes Negro”,
y empieza la otra vertiente del plan de ajuste con las privatizaciones, con el
dispositivo de la deuda.
Cuestionó Valencia también la
postura de algunos historiadores quienes hablan de que la deuda de las décadas
de los 70 y 80 del siglo XX es similar a los endeudamientos anteriores. Para ella,
la deuda de la década de los 70 es un dispositivo para dejar a los gobiernos
que salgan electos por la mayoría sin tener con que, porque todo lo tienen para
capitalizar la deuda.
Esas políticas de alianzas entre
grupos político- económicos nacionales con transnacionales van acompañados por
todo un plan de articulación del capital transnacional militar norteamericano
que fue aplicado a principios de los 70 y luego del asesinato del Presidente
socialista Salvador Allende; por parte del Secretario de Estado estadounidense,
Henry Kissinger, en la que inicia la “limpieza” de liderazgos de izquierda en
América Latina.
Los grupos económicos en la actualidad
tienen una función, por lo que no les importa la vida de los pueblos, debido a
que tienen una articulación por el control del aparato militar mundial. Esto los
diferencia de los anteriores grupos de poder económico, quienes no eran capaces
de tomar acciones tan represivas contra los pueblos a menos que estos iniciaran
acciones violentas primero.
Pero el despertar de los pueblos
originarios en 1991, con la celebración de los 500 años del “descubrimiento de
América”, junto al posterior proceso constituyente y las políticas públicas
impulsadas por Hugo Chávez interrumpe ese proceso hemisférico, que desde 2008
nuevamente se ve amenazado.
Llama poderosamente la atención
como Henrique Capriles y Rafael Poleo a través de su pasquines “El Nuevo País”
y la revista semanal “Zeta”, preconizan de que en el país habrá un “estallido
social” y un nuevo “Caracazo”. A este respecto, les respondo con una sabia
conseja popular que establece lo siguiente: “Deseos no empreñan”.
Luego de esta introducción, y con
todas las dificultades por las que sin duda estamos atravesando. Luego de una
fecunda y profunda discusión con el cantautor zuliano Amílcar Briceño, de quien
me precio tenerlo como camarada y hermano, pasó de seguidas a las conclusiones
que, tanto Amílcar como yo llegamos, y que pese a todos los problemas que hoy
atravesamos en el país, porque no ocurrirá un nuevo “Caracazo”.
En el país, en la República
Bolivariana de Venezuela definitivamente no habrá ningún nuevo Caracazo.
Y esta aseveración es así, porque
las razones que la sustentan son muy sencillas:
1.-
Cuando el Caracazo salió a la calle un pueblo que se estaba muriendo hambre, no
había colas porque no había dinero.
2.-
Cuando el Caracazo no estábamos sembrados de fanáticos, escuálidos, talibanes,
politiqueros, paracos, pranes y demás alimañas.
3.-
Cuando el Caracazo no había una conspiración internacional todos los
neoliberales contra Venezuela.
4.-
Cuando el Caracazo no había tal profusión de medios de comunicación mintiendo
cada segundo y poniéndonos a pelear.
5.-
De ñapa el fenómeno de “ El Niño” que nada tiene que ver con los asuntos de
política interna.
Lo
que queremos decir, tanto Amílcar como este servidor, es que el panorama hoy es
mil veces mejor que cuando el Caracazo, el pueblo sabio buscará y hallara
respuesta para salir bien librado de éste percance en el que invocaron al
diablo y ahora está metido por todas partes.
Ahí
se las dejo.
¡Bolívar y
Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la
Victoria Siempre!
¡Independencia
y Patria Socialista!
¡Viviremos
y Venceremos!
*Abogado, Activista por los Derechos Hum
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