Susana Martínez.
No envidiamos para nada, la cercanía territorial que tienen los
mexicanos de los Estados Unidos. Recientemente, escuchamos las macabras
aseveraciones del magnate Donald Trump, refiriéndose precisamente al
país azteca. Algunos nos horrorizamos y no es para menos; pero realmente
esto no es fortuito.¿Puede extrañar que un hombre con un patrimonio de
más de 4 mil millones de dólares, que aspire ser presidente de su país,
se exprese de la forma como lo hizo? Me asombraría que apareciera un
candidato pidiendo perdón por todas las atrocidades que ha implantado a
los largo de la historia esa región del norte. Eso sería un milagro.
Algunos pueden pensar que a Trump, le dio una puntada en alguna parte de
su cuerpo, pero realmente dijo lo que muchos con poder económico y
político de su país, no se atreven a decir. Algo así como se le
chipoteó aquella cantante, cuando angustiada, le preguntó: ¿Quién le iba
limpiar su baño?
Es curioso, pero gran parte de los problemas que han afectado a los pueblos latinoamericanos a lo largo de la historia, han estado impregnadaslas manos sangrientas de los yanquis. Sin embargo, la salida a la palestra de este individuo como precandidato, no es casual, pues el reúne el prototipo idóneo para ser presidente de un país, donde muchos sueñan estar. Aunque esto se les convierta en una pesadilla.
Para el magnate de la melena retorcida, México no envía su mejor gente. Me pregunto: ¿Será que los Estados Unidos cuando manda a bombardear a pueblos inocentes lo hace con lo mejor de allá? Pero bueno, eso pasa cuando te ametrallan en la oreja que vives en la más grande potencia del mundo (lo demás es tu patio trasero).
Mientras en Latinoamérica, se habla de integración, cooperación. Este individuo habla de muros. Esto irónicamente pasa en un país que cuenta con una estatua de la libertad y con el ganador del premio nobel de la paz. Por eso, hoy más que nunca está vigente aquella frase: México tan lejos de Dios y tan cerca de Trump, perdón de los Estados Unidos.
Es curioso, pero gran parte de los problemas que han afectado a los pueblos latinoamericanos a lo largo de la historia, han estado impregnadaslas manos sangrientas de los yanquis. Sin embargo, la salida a la palestra de este individuo como precandidato, no es casual, pues el reúne el prototipo idóneo para ser presidente de un país, donde muchos sueñan estar. Aunque esto se les convierta en una pesadilla.
Para el magnate de la melena retorcida, México no envía su mejor gente. Me pregunto: ¿Será que los Estados Unidos cuando manda a bombardear a pueblos inocentes lo hace con lo mejor de allá? Pero bueno, eso pasa cuando te ametrallan en la oreja que vives en la más grande potencia del mundo (lo demás es tu patio trasero).
Mientras en Latinoamérica, se habla de integración, cooperación. Este individuo habla de muros. Esto irónicamente pasa en un país que cuenta con una estatua de la libertad y con el ganador del premio nobel de la paz. Por eso, hoy más que nunca está vigente aquella frase: México tan lejos de Dios y tan cerca de Trump, perdón de los Estados Unidos.
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