Carmen Victoria Montes
Las relaciones entre la República Bolivariana de Venezuela y la
República Cooperativa de Guyana, han sufrido en los últimos días un gran
deterioro, producto de la provocación iniciada contra nuestro país por
parte de la transnacional estadounidense, Exxon-Mobil, lo que ha llevado
al gobierno venezolano a fijar posición en defensa de la soberanía.
Tras la negativa de la Exxon-Movil de abstenerse a efectuar exploraciones y perforaciones de los recursos petroleros en el área en reclamación, el presidente Nicolás Maduro, adoptó la decisión mediante Decreto de fecha 26 de mayo de 2015, de crear y activar las Zonas de Defensa de Integral Marítimas e Insulares (ZODIMAIN); lo que se conoce como la Fachada Atlántica de Venezuela.
El gobierno de Guyana rechazó este decreto presidencial, a través de un Comunicado de fecha 7 de junio, calificándolo como ilegal y que busca socavar sus esfuerzos de desarrollo a través de la explotación de sus recursos naturales en alta mar. También destaca el comunicado que la República Cooperativa de Guyana está preocupada porque el mencionado decreto no toma en cuenta el Derecho Internacional, constituye una amenaza a la paz y la seguridad regional y viola el Acuerdo de Ginebra de 1966.
Adicional a esta respuesta diplomática, este país anunció de manera sorpresiva la cancelación del permiso para operar en sus aeropuertos a la aerolínea venezolana Conviasa.
Atendiendo a esta actuación del gobierno guyanés, la Cancillería de la República Bolivariana de Venezuela, rechazo a través de un documento del mismo tenor de fecha 9 de junio, el planteamiento de Guyana, por considerarlo altisonante y de contemplar afirmaciones falsas, calificándolo además como una provocación que atenta contra la diplomacia bolivariana de paz.
Es lamentable que un país con el que la República Bolivariana de Venezuela ha estrechado lazos de cooperación en los últimos años, a través de iniciativas como Petrocaribe y el marco de la Comisión Bilateral de Alto Nivel (COBAN), con sus acciones de irrespeto y mentiras rompa con el clima de amistad que ha prevalecido entre ambas naciones. La disputa territorial siempre se ha manejado en el marco del derecho internacional y del Acuerdo de Ginebra. Es perentorio tal y como está pautado, la celebración de una reunión con la canciller de Guyana, a fin de lograr un acuerdo que restituya la confianza, el diálogo y la paz que por décadas ha prevalecido en las relaciones bilaterales.
Tras la negativa de la Exxon-Movil de abstenerse a efectuar exploraciones y perforaciones de los recursos petroleros en el área en reclamación, el presidente Nicolás Maduro, adoptó la decisión mediante Decreto de fecha 26 de mayo de 2015, de crear y activar las Zonas de Defensa de Integral Marítimas e Insulares (ZODIMAIN); lo que se conoce como la Fachada Atlántica de Venezuela.
El gobierno de Guyana rechazó este decreto presidencial, a través de un Comunicado de fecha 7 de junio, calificándolo como ilegal y que busca socavar sus esfuerzos de desarrollo a través de la explotación de sus recursos naturales en alta mar. También destaca el comunicado que la República Cooperativa de Guyana está preocupada porque el mencionado decreto no toma en cuenta el Derecho Internacional, constituye una amenaza a la paz y la seguridad regional y viola el Acuerdo de Ginebra de 1966.
Adicional a esta respuesta diplomática, este país anunció de manera sorpresiva la cancelación del permiso para operar en sus aeropuertos a la aerolínea venezolana Conviasa.
Atendiendo a esta actuación del gobierno guyanés, la Cancillería de la República Bolivariana de Venezuela, rechazo a través de un documento del mismo tenor de fecha 9 de junio, el planteamiento de Guyana, por considerarlo altisonante y de contemplar afirmaciones falsas, calificándolo además como una provocación que atenta contra la diplomacia bolivariana de paz.
Es lamentable que un país con el que la República Bolivariana de Venezuela ha estrechado lazos de cooperación en los últimos años, a través de iniciativas como Petrocaribe y el marco de la Comisión Bilateral de Alto Nivel (COBAN), con sus acciones de irrespeto y mentiras rompa con el clima de amistad que ha prevalecido entre ambas naciones. La disputa territorial siempre se ha manejado en el marco del derecho internacional y del Acuerdo de Ginebra. Es perentorio tal y como está pautado, la celebración de una reunión con la canciller de Guyana, a fin de lograr un acuerdo que restituya la confianza, el diálogo y la paz que por décadas ha prevalecido en las relaciones bilaterales.
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