lunes, 8 de junio de 2015

En síntesis: Juan Manuel Santos es un clon de Álvaro Uribe.

Con  esa tramposa oligarquía colombiana hay que andar con las paraparas bien abiertas, pues  al menor descuido no pierden ocasión para asentarnos puñaladas traperas. Por ello decimos que sean Conservadores, Liberales o disidentes, a la postre todos están cortados con la misma tijera y hieden a miasma.
Revisando un poco la historia de estos últimos siglos, vamos a encontrar  que entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe existen fuertes vínculos de clase que los lleva a comportarse de igual forma en   cualquiera de las circunstancias. Ambos provienen de esas mismas raíces de la historia de traiciones contra los sueños bolivarianos, además de  no disimular su  grotesca  voracidad cuando coyunturalmente hayan  existido posibilidades de extender sus fronteras en nuestro territorio. ¿Acaso son puros inventos cuando mencionamos los 108.000 km2 que Eleazar López Contreras cedió a Colombia el 5 de abril de 1941?
Y como perro que come manteca siempre mete la lengua en tapara, no debería causarnos  extrañeza que sea Juan Manuel Santo,  ex funcionario de Álvaro Uribe, quien ahora con su cara muy lavada   salga  con nuevas tretas para justificar de manera farisaica lo injustificable. ¿Quién se tragaría el cuento chimbo que esa corrompida economía colombiana es prospera, autosuficiente y que no requiere de esos bienes y servicios que por vía del  contrabando llega al mercado del vecino país, ocasionándoles a nuestras amas de casa serios problemas de desabastecimiento en rubros que son indispensables para  la dieta diaria? ¿O que  dicho de otra forma pudiéramos decir que cachicamo trabaja para lapa? ¿O es que también las estadísticas mienten cuando señalan  que hemos sido invadidos por inmigraciones masivas que huyen despavoridas de esa guerra intestina  que azota a los colombianos desde el infame días  que la oligarquía ordeno asesinar a Jorge Eliecer Gaitán en 1948?
Ojalá Juan Manuel  Santos (que por cierto ni siquiera hace honor a su apellido), algún  día le remuerda  un poco la  conciencia, si es que aún  le queda;  y  reconozca    que gracias a la economía de los venezolano le hemos podido sacar la pata del barro a esa burguesía que dejo de sembrar café para dedicarse al cultivo de la cocaína y la mariguana, flagelo que seriamente está  destruyendo  a la sociedad norteamericana. Con razón dicen que los politiqueros colombianos siempre la ponen  mal a la entrada o  a la salida.  
 
 
Presidente del Instituto Municipal de Patrimonio Histórico de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Miranda del estado Falcón. Secretario General de la academia de Historia del Estado Falcón. Escritor. Productor radial.
 kameleljuri@gmail.com 
 
Freddy Elías Kamel Eljuri
 
 
 

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