Elizabeth Valdiviezo.
Quienes tenemos la responsabilidad de andar dentro de las comunidades
por las diferentes tareas que se nos han encomendado, hemos escuchado a
muchos estar identificados con el discurso de Diosdado y esto hace que
la mayoría de la militancia que se ha mantenido al margen retome la
participación dentro del partido de gobierno PSUV.
Para nadie es un secreto y no soy yo quien va obviar en estas líneas,
las diferencias existentes a lo interno del PSUV. Varios actores
reconocidos dentro del mundo político de la revolución bolivariana, han
manifestado sus críticas en torno a lo que muchos consideran o
consideramos como desviaciones que van en contra de lo que nuestro
comandante eterno Hugo Chávez quería de un Partido nacido en esta
revolución bolivariana.
Los correctivos han tardado y las críticas siguen cada día con más
vehemencia por quienes sienten que no son escuchados. Al margen del PSUV
han nacido muchas corrientes, con tendencias revolucionarias,
concentradas en el GPP, plataforma que está retomando las tareas con el
encuentro de los partidos y Movimientos Sociales, 600 delegados
participan en el Congreso Nacional del GPP, que finalizara el 8 de
noviembre, de este encuentro se le presentaran al presidente Nicolás las
conclusiones.
En el proceso histórico que estamos atravesando, con el grado de
importancia para el año 2015, en cuanto a la elección de los nuevos
parlamentarios para la Asamblea Nacional. Diosdado Cabello Presidente de
la Asamblea Nacional y Primer Vicepresidente del Partido PSUV, se ha
montado en el hombro al partido, creo que como muchos, siente el deber y
compromiso con nuestro comandante Chávez. Él sabe, como muchos de
nosotros, que el PSUV es como la niña mimada de Hugo Chávez, y que tanto
ellos, los del alto gobierno, como los líderes regionales, cometieron
errores que decepcionaron a la militancia. Pero que hoy más que nunca,
la militancia, esa que le es fiel al comandante supremo, debemos asumir
nuestro compromiso para rescatar al partido de las cúpulas, que lo
convirtieron en un partido sectario, solo garante de los beneficios
personales y no de los beneficios hacia el poder popular.
Diosdado ha reconocido los errores y quiere que esas debilidades las
convirtamos en fortaleza, está en nuestras manos entender su discurso y
empoderarnos del partido para rescatarlo de las famosas “líneas” que nos
han venido imponiendo, desconociendo al líder natural, el que trabaja
dentro de los sectores, sin ningún compromiso, sino el de mantener los
ideales de la revolución chavista. Quienes tenemos tiempo en esto,
luchando por hacer valer los principios revolucionarios, debemos
abrirles paso a la juventud emergente, seamos nosotros los orientadores,
ese debe ser nuestro deber. Impulsemos a la muchachada a que tome el
compromiso del partido PSUV.
El PSUV ha demostrado un nivel de organización, que ningún partido ha
tenido, por tal razón Diosdado junto a los demás camaradas que conforman
la dirección nacional, tratan de que el partido siga como plataforma
esperanzadora de los grandes cambios, que nos conducirán a construir las
bases para enrumbarnos hacia el socialismo.
Como una militante más, que ha sido crítica ante los diferentes
escenarios, que a pesar de ser víctima de las diferencias existentes
dentro del PSUV, no ha buscado plataforma en ningún otro partido, ni
movimientos sociales. He sido irreverente pero leal en la discusión. Me
he sentido identificada con muchos camaradas, que hoy están siendo
etiquetados y expulsados del PSUV. Para ellos mi apoyo incondicional.
Pero debo reconocer, que hoy Diosdado ha levantado el ánimo dentro de
una militancia descontenta, decepcionada, que espera como siempre ser
escuchada y que aquellos que solo se han colocado una camisa roja para
servirse en lo personal de la revolución, sean los expulsados,
etiquetados y paguen por haber desviado las líneas y pensamientos de
nuestro gran líder Hugo Chávez.
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